Firmas

El parto de la Reserva Federal

  • Sin confianza en la capacidad de crecimento de la economía mundial
  • Es interesante un 2,5-3% de rendimiento de un bono soberano de EEUU

Víctor Alvargonzález

Después de un largo embarazo, la Reserva Federal de los EEUU - "la Fed" para los amigos - tiene el placer de anunciar que ha subido los tipos de interés. El bebé ha pesado poco -un cuarto de punto-, pero se encuentra bien. Cuando has tenido hijos te das cuenta de que el embarazo y el nacimiento son muy importantes, pero que lo gordo viene luego. La niñez -con sus médicos y sus visitas a urgencias- , la adolescencia y la juventud son los retos más importantes.

Con la política monetaria pasa algo parecido. Lo importante no es la noticia del feliz acontecimiento -ampliamente anunciado en esta ocasión y descontado por lo tanto por los mercados-, sino si la Fed va a ser madre de familia numerosa o no. Y, en caso afirmativo, el ritmo al que van a ir naciendo las criaturas. Y su peso.

Si las subidas son muchas -o pocas, pero potentes-, malo para las bolsas. Si son pocas y, sobre todo, moderadas, bueno. O al menos no malo. En cambio, las subidas significativas o aceleradas transmiten urgencia y miedo (a la inflación).

Las subidas escasas o moderadas transmiten normalidad y confianza (en la economía). Esto resulta especialmente importante en la actualidad, cuando la confianza en la capacidad de crecimiento de la economía mundial es bastante baja. Nadie se cree las cifras oficiales de crecimiento de China, los emergentes -víctimas colaterales del menor crecimiento chino- nos tienen preocupados y sobre las posibilidades económicas europeas hay más esperanza -fundada, pero esperanza al fin y al cabo- que datos sólidos. Así que no viene nada mal que alguien tire del carro y que la Fed certifique que son los Estados Unidos de Norteamérica quienes toman la iniciativa. Esperemos que tenga razón. También es bueno que haya dicho que no tiene intención de cargarse ese liderazgo en aras de la normalización monetaria, lo cual obviamente le ha gustado mucho al mercado.

Mi opinión es que, al menos este año, la Fed no va a tener mucha prisa por subir tipos. Cierto, hay cierta presión inflacionista por el lado de los salarios, como no podría ser de otra manera cuando tienes una tasa de paro del 5%. Pero el resto de los factores que conforman la ecuación inflacionista brillan por su ausencia. Desde el precio de la energía, pasando por las importaciones -el índice de precios de la importación lleva dieciséis meses seguidos en negativo- pasando por el dólar -fuerte y por lo tanto desinflacionista- y acabando por una cifra de crecimiento bastante moderada para lo que es la media histórica en Norteamérica. Es más: actualmente es cierto que en EEUU un ingeniero informático se puede permitir el lujo de exigir y conseguir subidas de sueldo, pero según baja la escala de la cualificación la cosa cambia.

Un tema que habrá que plantearse en 2016 es cuándo entrar en bonos del estado norteamericano. Sí, llevo mucho tiempo "fuera", recomendando los europeos en lugar de los norteamericanos, pero en finanzas todo es cíclico. ¿Hasta dónde puede subir el tipo de interés del bono USA con vencimiento a diez años en el escenario actual? Ya resulta atractivo el 2,25% de cupón anual que ofrece a día de hoy frente al 1,7% de su homólogo español. Habrá que vigilar hasta dónde llega la subida de tipos y aprovechar para fijar rentabilidades decentes por cupón en un mundo donde cada día resulta más difícil. Y habrá que comprar antes de que Yellen diga "I'm done" ("he acabado"), porque para entonces habrá empezado a bajar el tipo de interés del bono.

Yo creo que, salvo que la economía global se "venga arriba", un 2,5% o un 3% anual en un bono soberano de un país como Estados Unidos es interesante. También hay que plantearse qué nivel de remuneración puede serlo en obligaciones de empresas norteamericanas de buena calificación crediticia, que ya se mueven en el entorno del 3%. Y que sea en dólares no veo que sea un problema, porque creo que el dólar va a seguir al alza. Y quien no esté de acuerdo conmigo, pero le guste la idea del cupón, tampoco hay problema: se selecciona un fondo de inversión que cubra la divisa y listo.

Pero lo más importante para la estrategia de inversión es ser conscientes de algo sobre lo que llevo tiempo insistiendo: la divergencia entre la economía norteamericana y la europea.

El ejemplo más palmario lo tenemos en que allí a los bancos les pagan un 0,5% anual por depositar su dinero en el banco central, mientras que aquí tienen que pagar - sí, pagar - un 0,3%. Y hay más: allí han dejado de "fabricar" dólares. Aquí la máquina del BCE está a pleno rendimiento. No tengo espacio para comentar las consecuencias de estas divergencias, pero les aseguro que quién sepa utilizarlas jugará con ventaja en 2016.