Energía
Repsol prepara una fusión con la británica Neo Energy para crecer en Reino Unido
- La integración le permitirá incrementar en más de un 15% la capacidad de producción
Rubén Esteller
Repsol acelera su ritmo de crecimiento en el área de exploración y producción de hidrocarburos. La petrolera española prepara una fusión de su negocio de exploración y producción en el Mar del Norte con Neo Energy, una compañía participada por un fondo de capital riesgo, con la intención de crear un negocio que alcance los 130.000 barriles equivalentes de petróleo al día, lo que la convertiría en uno de los mayores productores de la zona.
Las dos partes han mantenido conversaciones en las últimas semanas sobre la combinación de sus operaciones y podrían anunciar un acuerdo en cuestión de semanas, tal y como ha desvelado Reuters.
Repsol incrementaría así hasta cerca de 90.000 barriles equivalentes de petróleo al día su producción, es decir, más de un 15% de su capacidad actual que ronda los 600.000-700.000 barriles equivalentes de petróleo diarios.
El valor potencial del acuerdo no pudo conocerse y tanto Repsol como NEO Energy declinaron hacer comentarios.
Neo Energy está controlada por HitecVision, un importante inversor de capital privado centrado en la industria energética offshore de Europa, con 6.700 millones de dólares bajo gestión.
HitecVision tiene su sede en Stavanger, Noruega, y otras oficinas en Oslo y Londres. Desde 1994, el equipo de este fondo ha invertido, adquirido o creado más de 190 empresas, incluidas más de diez empresas de E&P, como Vår Energi, la mayor empresa independiente de E&P de Noruega.
Los productores del Mar del Norte se han fusionado y han tratado de diversificarse fuera de la región en los últimos años, después de que el Gobierno británico impusiera un impuesto a las ganancias inesperadas tras la subida de los precios de la energía en 2022.
El sector se enfrenta a una mayor incertidumbre antes de las elecciones británicas de la próxima semana, ya que el Partido Laborista, que lleva una amplia ventaja en las encuestas, ha prometido aumentar los impuestos sobre el sector, que actualmente se sitúan en un 75%, uno de los más altos del mundo. Los laboristas también han prometido suprimir una exención para los beneficios que se reinviertan en la producción de petróleo y gas.
Acuerdo con Sinopec
Repsol y la petrolera china Sinopec firmaron en abril del año pasado un acuerdo que permitía cerrar la disputa arbitral que mantenían ambas compañías desde 2015 y reforzar, a su vez, la capacidad de producción en Reino Unido.
Según el acuerdo alcanzado entre ambas, la española se quedó con el 49% que Sinopec tenía en RSUK, donde ya controlaba el 51% del capital.
RSRUK con base en Aberdeen cuenta con 11 instalaciones de producción de crudo en el mar conectadas a 48 campos en el Mar del Norte, 38 de ellos operados. Además, controla dos terminales en tierra. Su producción actual es de aproximadamente 40.000 barriles equivalentes de petróleo/día, de la cual el 40% es gas.
Estretategia de la española
La estrategia de Repsol es clara: hay que preparar el negocio de upstream para sacarlo a bolsa en 2026 o 2027. Para ello, la compañía quiere centrar sus esfuerzos en focalizarse en sus principales áreas de crecimiento: Estados Unidos, México, Brasil y Libia.
La petrolera trabaja también en la incorporación de socios a algunos de sus grandes activos de exploración y producción en Estados Unidos como método para acelerar el crecimiento, un sistema similar al que está llevando a cabo con el negocio de renovables. Concretamente, Repsol y su socio australiano Santos buscan un socio para impulsar tres de los mayores yacimientos descubiertos en Estados Unidos en los últimos 30 años. Ambas empresas, están trabajando para vender conjuntamente una participación minoritaria de Pikka, junto con participaciones parciales en los yacimientos de Horseshoe y Quokka, situados en la región de North Slope en Alaska.
La compañía trabaja también en la venta de una participación minoritaria del campo petrolífero de Eagle Ford con Scotiabank en un acuerdo que podría valorar los activos en hasta 2.000 millones de dólares (1.866 millones de euros) y en el que la petrolera se desprendería de hasta el 49%, es decir, 914 millones de euros. De hecho, Repsol ha llevado a cabo una desinversión por 120 millones de terrenos en la zona de Eagle Ford durante el primer trimestre del año.
Repsol está valorando a su vez la salida de Noruega, que no parece prioritario en este momento para la empresa. Repsol Norge AS no estaría dentro de estas regiones clave para la española. Eso sí, el negocio produce cerca de 30.000 barriles diarios de petróleo, en campos como Yme, el principal para el negocio de la compañía en el país. La venta de su negocio en Noruega estaría dando sus primeros pasos, pero es una posibilidad que la firma está valorando con un asesor.
Según las previsiones de Repsol, el negocio de exploración y producción se mantendrá estable entre 600-630 kbepd hasta 2030 e iniciará un declino natural hacia el final de la década por la reducción de demanda. El máximo de producción de la petrolera se quedaría así en los 709 kbepd del año 2019.
La petrolera española incorporó en 2022 al fondo estadounidense EIG, especializado en energía e infraestructuras, como socio minoritario de su negocio upstream en una transacción valorada en 4.845 millones de euros -de los que 1.400 millones corresponden a deuda asumida-.
El fondo americano, que controla el 25% de la división de exploración y producción de hidrocarburos de la petrolera española valora el área de negocio en 19.180 millones de euros.