Carlos Barrasa (Cepsa): "Produciremos hidrógeno en Andalucía a mitad de precio que Centroeuropa"
- Exportar hidrógeno a Rotterdam permitirá viabilizar los proyectos
- El hidrógeno verde será más competitivo que el rosa, generado con nuclear
- En Cepsa, vemos la transición energética como un juego de equipo, de alianzas
Rubén Esteller
Carlos Barrasa dejó la presidencia de BP España para asumir el reto de convertir a Cepsa -uno de sus principales competidores- en uno de los protagonistas de la transición energética como máximo responsable del área de energías limpias de la compañía.
Desde su llegada a la compañía hace poco más de un año, ¿Cómo avanzan los proyectos de hidrógeno? ¿Han iniciado los permisos?
Estamos ultimando los estudios técnicos de los proyectos y se presentarán formalmente a la Administración antes de verano. En la actualidad la prioridad es obtener el acceso a la red para los electrolizadores. Estamos trabajando con Red Eléctrica, con el Ministerio y con la Junta de Andalucía para resolverlo cuanto antes. Nuestro acuerdo con EDP nos ayuda mucho, pero es necesario disponer de una red dimensionada para iniciar la producción en 2026. Sabes que la legislación del hidrógeno está todavía pendiente de finalizarse en Bruselas y tardará, por lo tanto, unos meses en llegar aquí. Pero sí estamos ya en en marcha, tanto por la parte de permisos como la parte de offtakers, que es lo crítico en el hidrógeno.
La planta de hidrógeno verde en Campo de Gibraltar permitirá sustituir el hidrógeno gris que usamos ya en nuestra refinería y potenciar la actividad de bunker. Además de producir energía para las industrias próximas, hemos firmado un acuerdo con el Puerto de Rotterdam para favorecer el primer corredor de hidrógeno verde entre el sur y el norte de Europa. El hidroducto con Marsella es una buena noticia, pero este acuerdo nos permitirá exportar hidrógeno verde al norte de Europa mucho antes, en una región donde la demanda es muy alta. En el polo de Huelva también tendremos una capacidad de 1GW que resolverá la demanda interna para el refino, pero también apoyará la producción de biocombustibles de segunda generación. En Huelva contamos además con un importante acuerdo con Fertiberia con el que desarrollaremos un anillo para asegurar la producción constante. Para el transporte marítimo contaremos con soluciones de amoniaco y metanol. Para estos grandes proyectos de interés europeo el acceso a los fondos europeos es una gran oportunidad.
¿Qué papel jugará su acuerdo con el puerto de Rotterdam?
Vemos la exportación como un recurso que nos permitirá viabilizar los proyectos hasta que mercados como el del bunker se desarrollen. Vemos suficiente demanda en España para que el hidrógeno permita, por ejemplo, a la Bahía de Algeciras seguir siendo uno de los hubs mundiales del transporte marítimo. Sabemos que eso tardará tiempo porque cambiar un barco supone 20 años y por lo tanto, hasta que ese mercado se desarrolle tenemos que buscar vías para que ese proyecto sea comercial. El proyecto de Huelva lo que nos permite es descarbonizar primero nuestras operaciones ya te digo no solamente de de la refinería tradicional, sino de los biocombustibles. Suministrar a clientes como Fertiberia y potencialmente también puedes producir amoniaco, metanol, porque de nuevo el puerto de Huelva se está convirtiendo en un puerto importante. Podemos hacer una combinación. Todas las opciones están abiertas y como te digo, estamos cerrando ya acuerdos que hemos anunciado y algunos otros que anunciaremos próximamente.
En qué situación está el desarrollo de sus plantas renovables. Necesitan 3 GW. ¿Llegarán a tiempo?
Cepsa tiene ya más de 2,1 GW de proyectos solares en desarrollo, lo que supone casi un tercio del objetivo que nos marcamos hace un año para el final de esta década. En concreto, ya contamos con un parque eólico en Jerez y estamos desarrollando 17 proyectos solares en Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Madrid, de los que 9 ya cuentan con la Declaración de Impacto Ambiental y algunos incluso con las Autorizaciones Administrativas Previas. Estos primeros proyectos está previsto que comiencen su construcción entre 2024 y 2025, por lo que estarán a tiempo para la primera fase de los proyectos de hidrógeno. Además, también vamos a colaborar con otros productores de renovables en Andalucía y del resto de España para integrar las nuevas plantas en el sistema eléctrico y tener acuerdos para el suministro de renovable a largo plazo.
¿Cómo avanzan los acuerdos de venta de hidrógeno?
El objetivo al impulsar el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde es crear un ecosistema que fomente la colaboración entre productores de electricidad, fabricantes de hidrógeno verde y consumidores. Queremos que se desarrolle toda la cadena de valor para fomentar la competitividad de los actores implicados.
Hasta la fecha hemos establecido alianzas con distintos socios de referencia en el sector. Algunos de estos socios son Fertiberia, Enagás Renovable, EDP, Alter Enersun o Damas. Solo Cepsa y Fertiberia ya representan más del 95% del consumo de hidrógeno de Andalucía y más de un tercio del de España.
Y desde luego seguiremos sumando aliados. Estamos hablando con todos los actores relevantes, tanto nacionales como internacionales. El hecho de que se sumen más socios aumenta las sinergias y la garantía de suministro, y posibilita desarrollar este nuevo vector energético de manera más eficiente y con menor coste. Todo ello facilitará la atracción de más industrias e inversiones sostenibles y una mayor escala en la producción que permita abastecer las necesidades locales y exportar energía al resto de Europa. Queremos producir energía verde en España para España, pero, al mismo tiempo, la gran capacidad de nuestro proyecto, nos permitirá también exportar hacia el centro de Europa, donde las necesidades aún son mayores. Podemos producir en Andalucía hidrógeno verde a la mitad de coste que en países centroeuropeos. Nuestro acuerdo para desarrollar el primer corredor de H2 verde sur-norte de Europa con el Puerto de Róterdam es una gran oportunidad. Los clústeres industriales del centro y el norte de Europa van a necesitar enormes cantidades de hidrógeno en los próximos años, solo el Puerto de Róterdam prevé más de 3 millones de toneladas en 2030.
¿Les genera dudas el apoyo de Europa al hidrógeno rosa?
En el contexto del acto delegado, lo cierto es que no se han equiparado la nuclear y la renovable. Los Estados miembros cuya producción eléctrica es baja en carbono, gracias al peso de la nuclear en su mix, estarán exentos de probar que se ha generado electricidad renovable adicional para la producción de hidrógeno renovable, pero seguirán necesitando un PPA con renovables, además de tener que cumplir con determinados criterios de correlación temporal y geográfica al igual que otros proyectos, incluidos los españoles. Según crezca en España la producción de energías renovables, alcanzado un 60-70% del mix, seremos mucho más competitivos que el hidrógeno rosa.
Además, la demanda de hidrógeno verde será tan grande que no vemos un riesgo en ello, el 80% de la energía sigue siendo fósil y el 50% no se podrá electrificar, hay que consolidar grandes vectores energéticos si queremos llegar a los objetivos de descarbonización. Ante el reto de crear un mercado del hidrógeno, muy incipiente por ahora, es importante que haya producción en diferentes partes, lo cual permitirá que se vaya creando la infraestructura del hidrógeno a través del territorio europeo, de la cual se beneficiará también la producción ibérica. Con la guerra en Ucrania la UE tiene claro que la independencia y la competitividad de nuestra industria pasa por potenciar el hidrógeno verde.
Europa quiere importar hidrógeno del norte de África, ¿puede ser una competencia seria?
Será competencia pero más a largo plazo, antes tiene que mejorar el desarrollo de sus infraestructuras. La Unión Europea anunció en el plan de acción de REPowerEU la ambición de producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable y de importar otras 10 hasta el 2030. Dados los objetivos de consumo de hidrógeno verde plasmados en el paquete Fit for 55, en particular los objetivos de consumo en la industria y en el transporte marítimo y aéreo, tanto la producción doméstica como las importaciones tienen cabida y tendrán que aumentar de forma significativa para alcanzar esos objetivos.
Más que competencia, vemos las importaciones como un complemento útil a la descarbonización de la economía europea y a la diversificación de fuentes de renovable y de su suministro como elemento clave para la seguridad y autonomía energética. Cepsa está en condiciones ideales, dada su localización y su proximidad a los puertos andaluces, tanto para producir el hidrógeno verde que necesita la UE como para ser un actor importante en el suministro del hidrógeno importado del norte de África.
Han anunciado una planta de 0,5 millones de tn de biocarburantes pero aspiran a 2,5 millones. ¿Dónde podrían ubicarse el resto de proyectos?
Nuestro objetivo de producción de biocombustibles no se va a alcanzar solo con plantas nuevas. Ya contamos con activos para producirlos, que estamos adaptando para que puedan procesar materias primas de segunda generación, y también estamos reconvirtiendo unidades de nuestros Energy Parks para fabricarlos; de hecho, ya los hemos producido y hemos realizado pruebas en el transporte marítimo y aéreo. A finales del año pasado más de 200 vuelos partieron desde el aeropuerto de Sevilla con SAF producido por Cepsa.
Actualmente, la capacidad máxima de producción de biocombustibles asciende a cerca de 700.000 toneladas, de las que aproximadamente un 20% corresponde a biocombustibles de segunda generación. Con todo, el acuerdo con Apical es de gran relevancia porque se trata de un actor global que nos asegura la materia prima, como aceites usados o restos agrícolas, para la producción de la nueva planta de biocombustibles de segunda generación, supone un gran hito para nuestra estrategia de liderar este mercado en el sur de Europa.
¿Han pensado entrar en la fabricación de electrolizadores?
Ahora mismo no lo veo pero sin ninguna duda tendremos que ser socios estratégicos con alguno de los fabricantes porque va a haber una explosión en la necesidad de electrolizadores. Estamos pendientes de la legislación, pero en cuanto la legislación se aterrice, no tengo ninguna duda que va a empezar a haber pedidos firmes. Para mí, desarrollar una cadena de valor completa a nivel europeo y en España es muy importante. Tenemos que trabajar no solamente como clientes, sino que verdaderamente vamos a ser pioneros, testando tecnología, aprobando estas configuraciones, porque nadie lo ha hecho en el mundo. Esto hay que hacerlo juntos y eso requiere que Cepsa ponga a sus mejores ingenieros, que los potenciales suministradores de electrolizadores localicen aquí capacidad y puedan responder a las necesidades.
¿Surge de ahí el creciente número de alianzas que están anunciando?
El desafío que plantea el cambio climático es enorme y no vamos a conseguir una solución con actitudes individualistas. En Cepsa vemos la transición energética como un juego de equipo, de alianzas y de esfuerzo común. Acuerdos que sean beneficiosos para Cepsa y para nuestros clientes, pero también para la sociedad y el planeta. Solo así conseguiremos ir más rápido y lograr los objetivos de la Agenda 2030, ya de por sí muy ambiciosos.
Estamos orgullosos del ecosistema que estamos tejiendo porque es la mejor forma de ayudar a la sociedad y a nuestros clientes. Solo en el último año hemos sellado cerca de 60 alianzas. Contamos con grandes compañías como aliados en el transporte aéreo, marítimo y terrestre, tanto en España como en el extranjero, colaboradores en nuestras estaciones de servicio que nos permiten ofrecer la mejor experiencia a nuestros clientes, socios para desarrollar grandes proyectos… Cualquier alianza que sume para avanzar más rápido en la transición energética, siempre va a ser bienvenida.