Alemania activa el nivel dos de alarma por el gas y advierte de un "efecto Lehman" en el mercado energético
- El suministro de gas está ahora garantizado pero la crisis podría crecer
- Los problemas vendrán con la llegada del invierno, cuando se consume más
- El tercer nivel de alerta, de activarse, implicaría el racionamiento de gas
Francisco S. Jiménez, María Medinilla
El Gobierno de Alemania ha elevado a una segunda fase el nivel de alarma por el riesgo al suministro energético derivado de la amenaza de Rusia de un corte total al gas. El paso sigue al dado en marzo, cuando el país activó el nivel de alerta temprana y, entre otras cuestiones, da luz verde a la vuelta al carbón y habilita una línea de crédito para ayudar al sector mientras se alimentan las reservas. Las autoridades germanas no descartan el racionamiento de energía para evitar el colapso.
El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, ha confirmado este jueves la activación del segundo de los tres niveles del plan nacional de emergencia ante los recientes cortes del flujo de gas llegado desde Rusia. Los precios del gas natural han reaccionado subiendo más de un 7%, máximos de una semana.
Una de las decisiones que ha adoptado Alemania para prepararse ante un escenario de escasez -y que habilita esta segunda fase- es la de reabrir de las centrales térmicas de carbón, aunque las condiciones han cambiado y ahora lo pagará un 130% más caro que a principios de año. La vuelta al carbón ocurre pese a la recomendación de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de aprovechar el recurso de las centrales nucleares.
En este segundo nivel, Berlín queda habilitado también para proporcionar una línea de crédito de 15.000 millones de euros para el sector y apoyar el reabastecimiento de reservas. Además, el Gobierno alemán lanzará este verano un modelo de subasta de gas para animar a los consumidores de gas industrial a ahorrar gas.
Esta fase también posibilita legislar para permitir a las empresas de energía trasladar los aumentos de los costes a los hogares y las empresas, aunque por el momento el Gobierno ha postergado esta opción.
El riesgo de un "efecto Lehman en el sistema energético"
Aunque Habeck ha indicado que que por el momento el suministro de gas "está garantizado", ha recordado de que el gas "es ahora un bien escaso" en el país: "Incluso si aún no lo sentimos, estamos en una crisis de gas". Y va más allá. El cierre del grifo ruso en Europa podrían provocar un colapso en los mercados energéticos y lo asimila al papel que tuvo Lehman Brothers en el desencadenamiento de la crisis financiera de 2008.
Para Habeck, la acumulación de pérdidas de los proveedores de energía al verse obligados a cubrir volúmenes a precios alto conlleva el riesgo de un efecto indirecto para las empresas de servicios públicos locales y sus clientes, incluidos los consumidores y las empresas. "Si este inconveniente se vuelve tan grande que ya no pueden soportarlo, todo el mercado está en peligro de colapsar en algún momento", pudiendo desencadenar un "efecto Lehman en el sistema energético".
Precisamente ayer, Fatih Birol, director de la agencia, reconocía el temor de que el racionamiento del gas en Europa pudiera llegar y pedía a Europa "estar lista de para el fin de las exportaciones de gas ruso".
'Winter is coming...'
Los problemas crecerán cuando llegue el invierno ante la alta dependencia de Alemania del gas ruso. Y es que la economía más grande de Europa se enfrenta a la perspectiva sin precedentes de que las empresas y los consumidores se queden sin energía.
Por eso, el ministro ha insistido en la importancia de reducir el consumo de gas durante el verano con vistas a la llegada del frío, cuando se requiere más consumo. "Todos los consumidores, en la industria, en las instituciones públicas y en los hogares, deben reducir el consumo de gas tanto como sea posible para que podamos pasar el invierno", ha subrayado Habeck durante la rueda de prensa.
Actualmente, las reservas de gas en Alemania están aún al 58%. Las empresas de energía están tratando de alcanzar el objetivo del 90% de capacidad exigido por el gobierno para el próximo mes de noviembre (y del 80% para el 1 de octubre).
El tercer nivel sería el racionamiento
De requerirse, el plan de emergencia energética de Alemania contempla un tercer nivel de alerta. Se activaría si la crisis se agravara y los participantes del mercado se vieran desbordados.
Si esto ocurriera, el Estado intervendría en el mercado, transformando la Agencia Federal de Redes en el "distribuidor de carga federal" y pasaría a ser responsable de determinar en coordinación con los operadores la distribución de gas.
En otras palabras, esta distribución del gas controlada por el Estado se traduciría en un racionamiento. Los hogares, empresas sociales u hospitales gozan del estatus de consumidores protegidos.
La crisis se ha extendido mucho más allá de Alemania. Según indicó Frans Timmermans, jefe de clima de la Unión Europea, en un discurso ante el Parlamento Europeo, en total, hay 12 estados miembros de la Unión Europea afectados por el corte de suministro de gas y diez ya están emitiendo una alerta temprana.