Empresas y finanzas

Banqueros y supervisores recrudecen su enfrentamiento

  • La pelea, cada vez más visible, se debe a niveles de capital y tipos
Luis de Guindos, vicepresidente del BCE. Foto: Reuters.

Fernando Tadeo

El enfrentamiento entre los bancos y los supervisores (Banco Central Europeo y Banco de España) se ha amplificado y visualizado como nunca esta semana. Unos y otros comparten puntos de vista completamente diferentes sobre la situación por la que atraviesa el sistema financiero español, que está sufriendo como pocos las consecuencia de la crisis y alargada, pero no suficiente, recuperación de la economía.

Los banqueros, con el paso del tiempo, se sienten cada vez menos amparados por los reguladores en un momento en que las entidades necesitan cierto cobijo para poder hacer sus deberes con tranquilidad y en una condiciones de normalización. Los mensajes que transmiten tanto en privado y, sobre todo, en público, cada vez tienen un peor acogida en las cúpulas del sector.

En los últimos meses dos han sido los grandes caballos de batalla de su pelea. La primera los niveles de solvencia o capital y la segunda el impacto de la política monetaria llevada a cabo por el BCE sobre la rentabilidad del negocio.

El primer duelo se inició con los test de estrés realizados por la Autoridad Europa (EBA) y por el BCE el año pasado y que aportaron datos de resistencia elevados, pero que dejaron al sistema español como uno de los menos capitalizados para resistir vendavales en los mercados y una recesión económica. Desde que se conocieron los resultados de las pruebas los reguladores y especialmente el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, han venido insistiendo en la necesidad de las entidades de reforzar sus recursos propios, que se sitúan a la cola del Viejo Continente.

La insistencia ha sido tal que algunas palabras han sentado especialmente mal al sector, como las pronunciados hace unos meses por la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, en las que calificó al sistema español como "el farolillo rojo de Europa en solvencia". Más allá del tono y las formas de estos y otros mensajes por parte de los supervisores, los banqueros se quejan de que el sector no puede aumentar así como así sus fondos propios y responsabilizan en parte, precisamente, a los supervisores.

Por un lado, los bancos no pueden lanzar ampliaciones de capital con las que incrementar su solvencia debido a la inestabilidad de los mercados, una circunstancia que tanto al Banco de España como al BCE no se le escapa. Y, por otro, es prácticamente imposible que generen de manera orgánica capital debido a los tipos en negativo que mantiene y prolonga de manera consistente el BCE para reanimar la economía, un hecho que está lastrando los ingresos que obtienen las entidades y, por tanto, el dinero que ganan para mejorar su capital de máxima categoría.

Apuntan a los banqueros

Los supervisores esta semana se han defendido de los ataques que han lanzado también estos días los banqueros y han asegurado que sus problemas nada tiene que ver con la política monetaria, sino a la gestión llevada a cabo y a la toma de sus propias decisiones. El que más claro ha hablado ha sido Guindos. "Los bajos tipos no son la causa de la rentabilidad de la banca", señaló el jueves el vicepresidente del BCE, quien apuntó a que se debe al todavía relevante volumen de activos deteriorados, entre los que destacan los relacionados con el mundo inmobiliario de la época de la burbuja y el enorme coste de la tupida red de sucursales y empleados con los que cuenta a pesar de los ajustes materializados desde 2008.

Uno tras otro, desde el máximo responsable de BBVA, Carlos Torres, hasta el consejero delegado de ING, César González-Bueno, pasando por los primeros espadas de CaixaBank, Jordi Gual, y el de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, han repetido que un euribor cada vez más en negativo impacta de lleno en las cuentas, por lo que han apremiado al BCE a que cambie su política y suba el precio oficial del dinero por las consecuencias negativas que está provocando en el sector.