El área jurídica de BBVA conocía las escuchas ilegales del excomisario Villarejo
- El policía informó al jefe de esta división del banco de los métodos que utilizaba
- Presiones a Fernando Martín para saldar la deuda de la quiebra de Martinsa
Eva Díaz, Fernando Tadeo
BBVA rastrea a fondo el banco desde hace nueve meses para encontrar quién conocía los encargos de espionaje al excomisario José Manuel Villarejo y poder reclamar responsabilidades. Hasta la fecha, la entidad solo admite que hubo contratos con las empresas del expolicía, pero señala que no ha detectado nada relevante y que no hay indicios de delito en los métodos utilizados, como las escuchas y seguimientos ilegales.
La documentación que atesoró Villarejo de sus trabajos durante años refleja ahora que, al menos, la dirección jurídica del grupo financiero estaba al tanto de las prácticas ilegales que el excomisario utilizó para investigar la operación de asalto de Sacyr a la entidad en 2004 y 2005, las indagaciones sobre Ausbanc en 2012 y el rastreo de información sobre el empresario inmobiliario Fernando Martín en 2009 con el objetivo de encontrarle bienes en el extranjero con los que saldar la deuda que dejó al banco.
El comisario, en prisión preventiva desde hace un año y cuatro meses, informó en noviembre de 2009 al responsable jurídico para España y Portugal de BBVA, José Manuel García Crespo, de las herramientas que utilizaba en sus trabajos. Esta cita, que recogió el exinspector en una grabación, y a la que acudieron también dos abogados del despacho Simmons & Simmons, tuvo como objeto preparar el contrato de al menos 4 millones para investigar a Fernando Martín.
En dicha reunión, el detective explicó a García Crespo que había que ser sumamente cuidadosos con los sistemas de comunicaciones en esta ocasión porque, al parecer, el constructor había adquirido hace años un equipo potente de detección de móviles, por lo que en cualquier momento podría darse cuenta de los pinchazos. Villarejo, aún así, traslada al jefe jurídico de BBVA y sus asesores externos que por suerte son fechas propicias para llevar a cabo la investigación porque es época previa a las vacaciones de Navidad y es cuando, normalmente, la gente se relaja.
Luis Portillo, en el foco
La intención del comisario era obtener toda la información posible del empresario, como posibles viajes al extranjero o conversaciones privadas en las que pudiera aportar algún tipo de dato para cumplir con sus objetivos. En la conversación también se hace alusión a investigar al exdueño de Colonial, Luis Portillo, que también tenía una deuda con el banco.
García Crespo entonces dependía del director global de Servicios Jurídicos, Eduardo Arbuzi, cargo que ostentó desde 2003 hasta finales de 2018. A día de hoy es máximo responsable de Regulación, Supervisión y Cumplimiento del grupo financiero, que encargó los trabajos bajo el mandato de Francisco González, en la actualidad presidente de honor.
"Tengo que reconocer que la entrada al banco fue a partir de Julio, que después ya se extendió a otras áreas y tal..."
En la grabación del encuentro, cedida por Moncloa.com, Villarejo deja claro que él comenzó a trabajar para BBVA gracias a Julio Corrochano, entonces jefe de Seguridad del banco. "Tengo que reconocer que la entrada al banco fue a partir de Julio, que después ya se extendió a otras áreas y tal...", comentó a sus interlocutores.
Julio Corrochano dejó su cargo como responsable de Seguridad del banco la pasada primavera, semanas antes de que BBVA comenzara su investigación interna por el caso Villarejo.
"Estamos dolidos con Fernando Martín"
BBVA contrató en 2009 a Villarejo con el objetivo de recuperar la deuda que Fernando Martín había dejado al banco. La entidad no financió a Martinsa, pero según reconoce el jefe del área jurídica de BBVA García Crespo al expolicía, el constructor pidió a modo personal 125 millones al banco para completar la financiación que necesitaba.
Con la quiebra de Martinsa, el constructor dejó una deuda de 80 millones a BBVA. García Crespo reconocía a Villarejo que "es un tema que ha dolido" y el problema era a nivel personal con Martín.
BBVA contrató a Villarejo para saldar por su cuenta y fuera de la vía judicial la deuda que mantenía Fernando Martín con el banco. En la conversación que mantuvieron a finales de 2009 el excomisario junto al entonces responsable jurídico del banco para España y Portugal, José Manuel García Crespo, y dos abogados del despacho Simmons & Simmons en la Torre Picasso de Madrid, donde estaban las oficinas del expolicía, García Crespo reconocía que le interesaba encontrar información del constructor para presionarle.
"Hay que hablar primero con él, ¿no? Habrá que decirle, oye, no seas malo que te hemos encontrado esto, nos callamos y tal porque si no... ¿no os parece?"
El objetivo era que el equipo de inspectores de Villarejo investigara al constructor, a su esposa e hijos y a sus socios más cercanos para conocer si había ocultado dinero en el extranjero a la par que declaraba en España la quiebra de Martinsa, el mayor concurso de acreedores del país con una deuda de 7.000 millones de euros.
En el audio se escucha a Villarejo comentar a sus interlocutores que de lo que se trata es de recuperar el dinero "los primeros" y "no ponernos a la cola" para cobrar una vez se afloren los bienes. "Hay que hablar primero con él, ¿no? Habrá que decirle, oye, no seas malo que te hemos encontrado esto, nos callamos y tal porque si no... ¿no os parece?", dijo el comisario en referencia a Fernando Martín.
A lo que el responsable jurídico de BBVA le contestó: "Tenemos una palanca tremendamente útil, es decir, él está en concurso, en la medida que se pueda detectar por ahí patrimonio, la presión...". A continuación el abogado de Simmons & Simmons añadió: "O llegamos a un acuerdo...". "O se lo decimos al juez", concluyó García Crespo, que aseguró que al banco no le interesaba llegar a los tribunales.