Empresas y finanzas

Adif aparca su expansión internacional para centrarse en recortar la deuda

  • Asesorará a las empresas en el exterior, pero sin incurrir en riesgos financieros
Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif. Autor: EFE.

Javier Mesones, África Semprún

Adif ha decidido aparcar su expansión internacional para centrarse en el control de la deuda, que en septiembre de 2018 superaba los 15.400 millones de euros. El gestor ferroviario seguirá asesorando en el exterior a Renfe y a aquellas empresas privadas que se lo soliciten, pero en ningún caso entrará en el capital de los proyectos. "Necesitamos todos los recursos humanos en España y no podemos arriesgar financieramente a la compañía en el exterior", subraya un alto cargo de la firma pública.

La decisión de Adif contrasta con la estrategia de Renfe, que ha colocado el crecimiento en los mercados internacionales como una prioridad ante la liberalización del sector ferroviario en España.

Para el grupo que preside Isabel Pardo de Vera, la prioridad es gestionar la red española, avanzar en el desarrollo de los corredores programados y poner en marcha una serie de iniciativas para facilitar la entrada de nuevos operadores al mercado, al tiempo que trabaja para reducir y abaratar su endeudamiento.

El gestor ferroviario espera que el tráfico de la red de alta velocidad crezca hasta un 50% con la liberalización en una primera fase, lo que generará nuevos ingresos que le permitirán contribuir al saneamiento de la firma y al pago de la deuda.

En todo caso, Adif está abierta a seguir sirviendo de "apoyo y respaldo institucional para aquellas empresas que lo necesiten en el exterior", apuntan las fuentes consultadas. Estas funciones recaen en la filial Adif International.

Precisamente ésta es la labor que ejerce en el último éxito internacional que se anotó el pasado mes de octubre junto con Renfe.

Las dos empresas públicas fueron seleccionadas por el promotor privado Texas Central para participar en el desarrollo de la línea de alta velocidad que unirá las ciudades de Houston y Dallas / Fort Worth, en el Estado de Texas (EEUU).

Tras actuar como asesores técnicos en el desarrollo, diseño y construcción de la infraestructura en una primera fase, Renfe y Adif fueron elegidos para asistir en los planes posteriores de operación y mantenimiento para la puesta a punto del servicio, incluyendo la operación de los trenes, el mantenimiento y otros servicios relacionados con la comercialización de billetes.

Renfe y Adif han culminado así su aterrizaje en Estados Unidos. Un año antes se quedaron a las puertas de entrar en la línea de alta velocidad de California. En aquel caso, la participación de Adif sí habría implicado riesgo financiero, según explican las mismas fuentes.

Así ocurre con el proyecto internacional más relevante en el que participan las empresas públicas dependientes del Ministerio de Fomento, el tren de alta velocidad entre Medina y La Meca, en Arabia Saudí. El gestor ferroviario tiene el 7,99% del contrato, cuya inversión supera los 6.000 millones de euros.

Sus funciones cobran protagonismo en el proyecto ahora, en la fase operacional, que arrancó bajo una fórmula precomercial el pasado mes de octubre.