Empresas y finanzas

Las empresas más endeudadas sufrirán la subida de la rentabilidad en renta fija

  • Bridgewater ataca con sus posiciones bajistas a Iberdrola y Telefónica
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Arantxa Rubio

El escenario de mayor crecimiento e inflación ha disparado las rentabilidades de los bonos soberanos en las últimas semanas, en mayor medida en el núcleo de Europa ya que la periferia de momento se salva de la penalización. No obstante, esto dibuja un escenario, en general, más espinoso para buscar financiación en el mercado en tanto que encarecerá los costes de las empresas en la medida en que tengan la necesidad de salir al mercado.

Al final, el coste de los bonos españoles sirve de referencia para fijar los intereses que las compañías pagan por financiarse. Cada vez que baja la prima de riesgo y también la rentabilidad exigida a los bonos españoles, las compañías se frotan las manos porque su financiación también se relaja; y viceversa, si estos costes se elevan también les cuesta más refinanciar su deuda.

Desde Moody's explican que "una subida de tipos eleva inmediatamente el coste marginal de la deuda en el momento de la emisión", pero que éstas "tendrán un efecto más lento en el coste promedio de la deuda, porque muchas compañías han extendido sus vencimientos de deuda y aprovechado los bajos tipos de interés", matizan.

No obstante, su escenario base es que "las políticas monetarias seguirán siendo acomodaticias y los bajos diferenciales seguirán apoyando las necesidades de financiación de las compañías en 2018". Aunque no es así para la media de expertos.

Por contextualizar, el interés exigido por el papel español a una década se ha relajado del 1,567 al 1,48% en lo que va de año, generando por ende unas ganancias por precio del 1,19% a los inversores. Ahora bien, la media de bancos de inversión que recoge Bloomberg sitúa la referencia en el 2,06% para final de año. Lo que provocaría unas minusvalías por precio a sus tenedores del 4% desde el nivel actual.

Al final, la perspectiva de que estos mayores costes acaben trasladándose a las empresas ha secado el mercado en enero. Según los datos que ofrece Bloomberg, las empresas españolas han emitido un 40% menos de deuda en enero respecto al mismo periodo del año anterior (7.000 millones de euros). Además de haber penalizado más en bolsa a aquellos valores más endeudados.

Las más penalizadas

Las que más sufrirán este castigo serán las empresas con mayor carga financiera. Y en eso destacan compañías como Telefónica e Iberdrola, las más endeudadas del Ibex en términos absolutos.

El gran lastre de la teleco es precisamente la deuda, que alcanza los 46.910 millones de euros según los datos de FactSet. El consenso espera que Telefónica consiga reducir su endeudamiento a 2,84 veces este año, frente a las 2,93 veces de 2017, y a 2,7 veces en 2019. Un alivio que solo podría acelerarse vía desinversiones que le permitirían volver a la normalidad. La más evidente sería la de O2. Hace tres años Telefónica llegó a un acuerdo preliminar con Hutchison para venderle O2 por unos 10.250 millones de libras -13.500 millones de euros al cambio de aquel momento-, un trato que posteriormente la Comisión Europea frustró y que podría haber supuesto la solución a sus problemas de apalancamiento.

No en vano, en los últimos meses los analistas se muestran mucho más optimistas con la firma y le otorgan una de sus mejores recomendaciones desde 2011 (un mantener) con la esperanza de una posible colocación de O2 en bolsa. Una opción que, de hecho, José María Álvarez Pallete reconoció en junio que siguen planteándose.

Esto ha llevado a algunos hedge funds bajistas como Bridgewater a posicionarse a la baja contra sus títulos. El mencionado, ha destapado posiciones cortas contra cuatro de las cinco mayores compañías españolas, entre ellas Telefónica e Iberdrola, que es la segunda compañía que tiene más deuda.

La eléctrica que preside José Ignacio Sánchez Galán tiene 34.380 millones de deuda neta en su balance, según los datos que proporciona FactSet. Pero su nivel de apalancamiento (su ratio deuda/ebitda) supera al de la teleco, al situarse en las 3,78 veces para 2018.

Los títulos de Telefónica e Iberdrola, además, se encuentran entre los diez valores más bajistas del Ibex con caídas que rondan el 7% en lo que va de año.

Claro que no son las únicas que podrían verse afectadas por una subida del precio del dinero en el Viejo Continente (que los expertos sitúan después de 2018). Entre las cotizadas más apalancadas del selectivo se sitúan, en primer lugar, las socimis Inmobiliaria Colonial y Merlin Properties (se espera se sitúe en las 13,94 y 12,50 veces, respectivamente, para 2018), si bien su caso es especial ya que suelen estar muy endeudadas por su modelo de negocio.

Por encima de las 5 veces deuda/ ebitda se sitúa también Ferrovial, que en términos absolutos tiene una deuda de 4.723 millones, según FactSet, y Cellnex, que tiene 2.077 millones de los que más del 80% está tipo fijo. Precisamente, el operador de infraestructuras de telecomunicaciones colocó el pasado mes de enero 600 millones en bonos convertibles en acciones.

Del sector energético, en duda ante la posibilidad de un nuevo ajuste en los ingresos regulados del sistema eléctrico y de gas, Enagás, Acciona, Red Eléctrica y Gas Natural también destacan entre las compañías más apalancadas del Ibex.

Vencen 65.000 millones hasta el año 2022

Según un estudio de S&P, las empresas españolas afrontan vencimientos por valor de 65.000 millones de euros hasta el año 2022. Eso sin incluir a las empresas que pertenecen al sector financiero. Este año vencerán unos 11.000 millones de euros, no en vano el mayor año en cuanto al número de pagos será 2020, cuando llegarán 21.000 millones al mercado. Si se amplía el foco a toda Europa, la cantidad de vencimientos que se producirán en los próximos cinco años asciende a 3,3 billones de euros (8,5 billones a nivel mundial), según estos datos. De ellos, 610.900 millones finalizan durante este mismo ejercicio.