Empresas y finanzas

Nueva ola de ajustes en las grandes empresas: 9.000 despidos en este año


    Alberto Vigario, Rubén Esteller

    Los ajustes de plantilla han vuelto a las grandes empresas españolas en lo que llevamos de 2015. Según los cálculos realizados por elEconomista, desde el mes de junio hasta septiembre al menos 16 compañías de gran tamaño (más de 500 empleados) en nuestro país han comunicado despidos en sus plantillas de unos 9.000 empleados. A este cifra se le sumarán en breve los despidos anunciados ayer por Repsol, quien ha presentado una reducción de 1.500 empleados en todo el mundo -de una plantilla de 25.000- en los próximos tres años.

    Sólo entre cuatro de estas empresas que ya han acordado los despidos con sus empleados, Indra (1.750), CaixaBank (1.675) Catalunya Banc (1.557) y Vodafone (1.059), han sumado en este periodo más de 6.000 despidos. Las otras doce compañías que han acordado expedientes de regulación de empleo suman otros 1.500 empleados menos. Se trata de Coca-Cola Iberian Partners (423), Bodybell (375), Ibercaja (350), Eroski (284), CajaMar (252), Ericsson España (250), Páginas Amarillas (201), Blanco (189), Tourline Express (142), IBM (137), Aernnova (130) y Adolfo Domínguez (105).

    Por su parte, Repsol anunció que centrará su próximo plan en la creación de valor. Para ello quiere extraer el máximo a cada barril de petróleo y lograr que su cartera se componga de algunos de los crudos con mayor retorno. Por ello, en el negocio de exploración, donde se dedicaban casi 3.000 millones anuales -entre 10 y 11 dólares por barril producido- se reducirá la inversión hasta el orden de 5-6 dólares por barril producido, lo que supone que se quedará en una cifra que, entre Repsol y Talismán, será menor a lo que invertía solamente la española.

    Repsol ya no tendrá la necesidad de crecer a un ritmo del 7 por ciento anual, sino que tras haber alcanzado este año los 700.000 barriles diarios, el objetivo será mantener la producción, para ir posteriormente incorporando nuevos pozos que palíen el razonable declino por la reducción de inversión que provoca los menores precios del crudo.

    La compañía maximizará la integración y optimizará la eficiencia en los negocios para conseguir una mayor resiliencia a los escenarios de estrés. El objetivo es mantener una fuerte disciplina en la inversión que les permita lograr una atractiva propuesta de creación de valor y de retribución a sus accionistas.

    Por ese motivo, en los tres primeros años del Plan, la petrolera anunció a sus trabajadores que abordara un nuevo dimensionamiento para su plantilla mundial, reduciendo un 6 por ciento el tamaño actual. Repsol, no obstante, se compromete a hacerlo "de la manera responsable con la que actúa nuestra compañía". La petrolera iniciará ahora las negociaciones con los sindicatos y definirá las zonas en las que se producirán estos ajustes.

    Repsol, al igual que gran parte del sector petrolero mundial, ha decidido aplicar estos recortes de empleo, que se considera afectarán principalmente al área de exploración y producción. La petrolera ya pactó previamente a la conclusión de la operación otro ajuste de empleo, que Talisman realizó antes de integrarse en el grupo español y que afectó a 300 personas.

    IBM, la última tecnológica

    Las multinacional IBM también se sumó ayer a la ola de despidos. La tecnológica planteó a los sindicatos despedir a 137 trabajadores en España, lo que supone el 10 por ciento de su plantilla en nuestro país, y bajar el salario fijo al resto de los empleados un 12 por ciento, según informó la federación de industria de CCOO a Europa Press. La filial estadounidense justifica esta medida en la caída de los ingresos. El periodo de consultas para la extinción de estos 137 empleos ya comenzó el pasado 22 de septiembre, y desde entonces las centrales sindicales y la dirección de la tecnológica se han reunido en dos ocasiones. Las partes deben llegar a un acuerdo antes de que finalice este mes de octubre.

    Sin embargo, el sector que está viviendo este año el mayor proceso de reducción de empleo es el de las compañías de telecomunicaciones. La ola de fusiones que viven estas firmas está provocando fuertes ajustes de plantilla.

    La más afectada ha sido Vodafone, que tras adquirir su rival Ono, ha acordado una reducción de 1.059 trabajadores, de ellos un 62 por ciento de Ono y un 37 por ciento de Vodafone. La siguiente en tener que acometer un recorte de empleo será Orange, que debe asumir también la compra de Jazztel.