Empresas y finanzas

La banca reduce un 15% las provisiones por insolvencia, tras mejorar expectativas

  • Santander y Sabadell liberarán ya este año dotaciones fuera de España
  • El resto de grupos esperarán a 2022 para ver el impacto en empresas
Oficinas de Santander y CaixaBank.

Eva Díaz

La gran banca sigue con las provisiones a la baja ante la mejor perspectiva de la evolución de la economía, tanto a nivel mundial, como para España. Las cinco grandes entidades del país (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter) cerraron los nueve primeros meses del año con un volumen de dotaciones para insolvencias de 18.200 millones de euros, un 15% inferior al del mismo periodo del ejercicio anterior, entonces marcado por el estallido de la pandemia y el incremento de las dotaciones para afrontar los futuros impagos por sus efectos en familias y empresas.

Los bancos se mantienen aún prudentes, especialmente en lo que respecta a España en la liberación de provisiones, sin embargo, ya hay dos entidades que lo harán este año. El Banco Santander adelantó que en el cuarto trimestre del año liberará entre 700 millones y 1.000 millones de euros ante la mejor evolución de la economía y, por tanto, la perspectiva de menores impagos. Sin embargo, esta iniciativa aún no la pondrá en marcha en España, donde esperará al año que viene, para ver la evolución de las empresas en el país. Cabe recordar además, que será a mediados de 2022 cuando empiecen a finalizar las carencias de pago para las compañías que pidieron crédito ICO y deberán reanudar su abono. Esto marcará un punto de inflexión para tomar el pulso a empresas, pymes y autónomos. No obstante, la banca coincide en que las compañías han hecho acopio de liquidez durante la pandemia, algo que a primera vista debería permitirle cumplir con sus compromisos.

La segunda entidad que ya ha liberado provisiones es el Sabadell, pero al igual que el Santander, tampoco en España. El banco que preside Josep Oliu liberó 20 millones de libras (23,7 millones de euros) en el segundo trimestre en su filial británica, TSB, y otros 20 millones de libras en el tercer trimestre.

Por su parte, CaixaBank esperará al año que viene para hacer lo propio. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, señaló este viernes que, de momento, no van a liberar provisiones porque son "muy importantes" para protegerse, aunque reconoció el efecto de la pandemia no está siendo tan negativo como pensaban en calidad crediticia. "A día de hoy, el dibujo es muy positivo, pero aún demasiado temprano para tomar decisiones", dijo.

Misma posición toma BBVA, que también prefiere esperar a 2022 para soltar dotaciones. "Preferimos ser cautos y esperar hasta el año que viene a hacerlo, aunque todas las cifras y tendencias que vemos siguen siendo muy positivas", aseguró también este viernes el consejero delegado de la entidad azul, Onur Genç.

El director financiero de Bankinter, Jacobo Díaz, aseguró durante la presentación de resultados del tercer trimestre del año que la entidad aún no tiene planes de liberar provisiones, aunque las expectativas de mayor deterioro no se están cumpliendo. "Toda la banca estamos con unos niveles con suficiente liquidez que supone cierta tranquilidad, junto con las provisiones extraordinarias, que son muy considerables, y el entorno macroeconómico que no hace más que mejorar poco a poco, sin ser extremadamente positivos, los impactos están siendo mejor de lo que se esperaba", aseveró.

Impulso del beneficio

El menor esfuerzo por dotaciones este año, junto con la mejora de la actividad económica, ha supuesto un impulso a los beneficios de la banca. Las cinco grandes entidades, descontando el efecto extraordinario de CaixaBank por la fusión con Bankia y de Bankinter tras vender Línea Directa, ganaron hasta cierre de septiembre 11.900 millones de euros, una cifra de beneficios que contrasta con la situación de tan solo un año antes, cuando el conjunto de estas cinco entidades perdió más de 9.000 millones de euros, especialmente lastradas por los número rojos de entonces del Santander. Con el efecto de los extraordinarios de CaixaBank y Bankinter, las ganancias son aún mayores, alcanzando los casi 15.600 millones de euros en los nueve primeros meses del año.

La morosidad de la gran banca sigue a la baja, tras más de año y medio de pandemia. El Santander cerró septiembre con un ratio de mora del 3,18%, 0,03 puntos porcentuales menos que hace un año; BBVA, con una tasa del 4%, frente al 4,1% de un año antes y Sabadell, con un ratio del 3,59%, frente al 3,81% de septiembre de 2020. Bankinter es el que tiene el nivel más bajo, 2,4% (0,11 puntos porcentuales menos)y solo sube en CaixaBank, del 3,3% de hace un año al 3,6%, por la integración de Bankia.