España recaudará un 33% más este año por la luz con el IVA más alto de la UE
- Ingresará 8.500 millones pese a la rebaja del impuesto a hogares
- Unos 2.800 millones de impuestos provienen de los derechos de CO2
Lucía Gómez, Javier Romera
El precio de la luz ha comenzado a estabilizarse tras varios días de récord consecutivos, situación que ha generado nuevas polémicas sobre las actuaciones que puede llevar a cabo el Gobierno en pro de los consumidores. Y es que, más allá de la rebaja de IVA al 10% para los hogares que se aprobó hace apenas unas semanas y que estará vigente hasta final de año, España sigue teniendo el impuesto indirecto más alto de la Unión Europea y recaudará este año, según las previsiones de los expertos, hasta 2.150 millones de euros más que en 2020.
Lejos de estos porcentajes quedan países como Portugal o Grecia, cuyo gravamen sobre la electricidad es del 6%, o Luxemburgo, con un 8%. Más cerca quedan otros como Alemania, que se coloca en el 19% de impuesto indirecto al consumo de energía eléctrica.
Más recaudación
De acuerdo con los expertos del sector consultados por elEconomista, el Estado recaudará este año gracias a la generación eléctrica unos 8.500 millones de euros, lo que supone un 33% más que en 2020, o lo que es lo mismo unos 2.150 millones más de lo recaudado en 2020. Y eso a pesar de la reducción temporal del IVA al 10% y la supresión, también temporal, del impuesto de producción del 7%.
El mercado mayorista es único e igual en la Unión Europea y el precio no se aleja mucho del de otros países. Estos expertos apuntan que "en lo que sí hay grandes diferencias entre España y el resto de los mercados de la electricidad europeos es en los impuestos, cargas, tasas y la existencia de una tarifa regulada o PVPC".
Al contrario de lo que ocurre en otros países, la tarifa regulada española traslada toda la volatilidad del mercado mayorista diario a los clientes domésticos. Actualmente, hay 20 millones de clientes en España -que representan el 90% de la energía consumida- que no se ven impactados por la volatilidad del mercado mayorista, al tener contratada su electricidad en el mercado libre a precio fijo con duración de un año o más, pero el incremento de precios sí que afecta al resto: el 10% de la energía consumida, que son pequeños consumidores que están en PVPC (tarifa fijada por Ley) y que suponen 10 millones de clientes. Es lo contrario de lo que ocurre en los países de nuestro entorno (Francia, Italia, Portugal o Reino Unido), que tienen precios fijos de mercado para periodos de entre 3 meses y 1 año utilizando una cesta de mercados de futuros.
"De tener un sistema similar al del resto de los países de Europa (trimestral, anual), el cliente PVPC estaría pagando el precio fijado hace 1 año y no el precio actual influido por el CO2 y el precio del gas en los mercados internacionales, lo que representaría una factura inferior en un 30% aproximadamente", explican las fuentes consultadas.
El coste de energía representa el 27% de la factura de los clientes residenciales, mientras que aquellos que no están relacionados con el suministro -impuestos, recargos y otros- suponen casi el 60% de la factura. De hecho, solo los impuestos representan en el entorno del 33% de la factura de la luz.
El precio de electricidad en el mercado mayorista se ha disparado por dos razones -la subida del precio del gas y del CO2-, pero esto no solo ha pasado aquí, sino también en otros países de nuestro entorno, como Italia, Francia, Alemania y el resto de Europa.
Por cada euro el MWh que sube el gas, el coste de la electricidad se incrementa en dos, mientras que por cada euro por tonelada que sube el CO2 se incrementa en 0,33 euros por MWh. El precio del gas se marca en los mercados internacionales, pero, según recuerdan en el sector, son los Estados los que han tomado medidas para que el precio del CO2 suba.
"Los Estados de la Unión Europea crearon el mercado de CO2 para penalizar el daño ambiental de la energía fósil, incentivar las inversiones en renovables y hacer más competitiva la energía sin emisiones", explican en el sector. Como los derechos se han reducido para cumplir los objetivos, el precio, tal y como está pasando, sube. Por este incremento del precio de CO2, el Estado español recaudará alrededor de 2.800 millones de euros, frente a los 1.200 millones del año pasado.