Deliveroo y Glovo encuentran las vías para evitar contratar a los autónomos
- Las plataformas analizan trabajar con cooperativas y ajustar la operativa
- El grueso del sector apuesta por seguir negociando con Trabajo a través de la CEOE
África Semprún
Las plataformas digitales de reparto como Glovo, Deliveroo, Uber Eats o Stuart están analizando distintas alternativas para evitar contratar a los autónomos tras la entrada en vigor del Real Decreto Ley con el que el Ministerio de Trabajo busca garantizar la laboralidad de los riders. Según informan fuentes del sector, las compañías han puesto sobre la mesa tres opciones: operar con cooperativas de repartidores autónomos, cerrar contratos mercantiles con empresas de flotas o ajustar su modelo para eliminar cualquier indicio de relación laboral y seguir funcionando como hasta ahora.
Aunque algunas plataformas ya están valorando seriamente la vía de las cooperativas y han pedido asesoramiento de legal, el grueso del sector apuesta por seguir negociando con Trabajo a través de la CEOE para que la modificación legal les permita de alguna manera continuar operando directamente con autónomos. Y es que, el texto de la disposición adicional vigesimotercera que se incluirá en el Estatuto de los Trabajadores abre la puerta a anular la presunción de laboralidad en el ámbito de las plataformas si se demuestra que la relación con los repartidores es realmente de autónomos, algo que no es nada fácil de probar.
"Estamos trabajando para que la normativa establezca los criterios concretos que hay que cumplir para pasar el test de laboralidad y poder seguir operando con autónomos"
"Estamos trabajando para que la normativa establezca los criterios concretos que hay que cumplir para pasar el test de laboralidad y poder seguir operando con autónomos. Se está proponiendo a través de CEOE en las mesas técnicas ya que la negociación colectiva ha concluido", explican fuentes cercadas de las plataformas, que siguen apostando por un modelo que permita trabajar con flexibilidad y protección social". En este punto, desde la asociación de riders autónomos Asoriders explican que, aunque se contempla la posibilidad de formar cooperativas, de momento se apuesta por garantizar que no haya indicios de laboralidad en la relación con las plataformas para poder agarrarse a la excepción que contemplaría la norma.
Tendrán que desaparecer las horas asignadas y las estadísticas que penalizan por rechazar pedidos
Para ello, explican desde Asoriders, tendrían que desaparecer las horas asignadas, las estadísticas que premian o penalizan por rechazar pedidos, las ventajas por trabajar en horas pico, garantizar la ajenidad de la herramienta de trabajo, que es la plataforma y no la bicicleta, tal y como ha determinando el Supremo, haciendo que los riders paguen por usarla y permitir la negociación de los precios o que cada autónomo pueda imponer la tarifa. En este punto, la asociación señala que Deliveroo podría pasar el test de no laboralidad tras haber cambiado en marzo su operativa y relación con los autónomos Y es que, Deliveroo ha instaurado un sistema de conexión libre que elimina las estadísticas, las reservas de horario o las exigencias de ubicación concreta. Ahora un repartidor puede trabajar desde Barcelona una semana, otra desde Milán y la siguiente desde Madrid sin tener que informar a la compañía del cambio.
Cooperativas de repartidores
Pese a que las empresas seguirán jugando el partido hasta que se apruebe el Real Decreto Ley que presupone la laboralidad de los repartidores que trabajan para las plataformas, fuentes jurídicas explican a este diario que "tal cual está la norma la opción más viable para seguir operando con autónomos es a través de cooperativas". En este punto, fuentes del sector ratifican que es una opción que mira con mucho interés y, de hecho, ya existen cooperativas que trabajan para restaurantes o grandes cadenas. Y es que, según señalan las mismas fuentes jurídicas, probar que se es autónomo es más difícil que probar una relación laboral ante una denuncia por fraude. "Pedir la no laboralidad es algo que no ha ocurrido nunca y no hay jurisprudencia. Probar que no se es trabajador es muy difícil", aseguran antes de señalar que esa vía será residual o directamente imposible.
"Pedir la no laboralidad es algo que no ha ocurrido nunca y no hay jurisprudencia. Probar que no se es trabajador es muy difícil"
"Los repartidores que quieran van a poder seguir siendo autónomos en otras figuras corporativas, como las cooperativas de riders, que dan la bienvenida a los autónomos, y marcan su estrategia de precio y tienen independencia para establecer sus rutas y algoritmos. La ley no va a impedir que los riders sigan siendo autónomos, si no que va a impedir es que las plataformas que tengan una relación laboral de acuerdo con la sentencia del Supremo tengan autónomos", explica en este sentido Patrick Bergareche, director general de Just Eat, que opera con repartidores con contratos por cuenta ajena.
En este punto, fuentes empresariales apuntan a que subcontratar empresas de distribución, que tienen flotas asalariadas, sería mejor opción que optar por las cooperativas de autónomos, ya que "pueden ser conflictivos y generar problemas de gestión". "El gran inconveniente para las plataformas sería que pierden el control directo de las condiciones de trabajo y la gestión. Las cooperativas se sindicalizan de una forma más efectiva y pueden imponer subidas de precios y mejores condiciones ya que tienen verdadero poder de negociación", señalan fuentes del sector.
Pérdidas en el 93% de los mercados
Glovo cerró 2019 con casi todos sus mercados en rojo. La plataforma nacida en Barcelona tiene presencia en 29 países y ha perdido dinero en todos menos en Colombia y Ucrania, donde ha registrado un beneficio antes de impuestos de 317.000 euros y 1,3 millones de euros respectivamente. Así, la firma, tal y como reconoce en las últimas cuentas publicadas, sólo ha pagado de 2019, ha pagado impuestos de sociedades en el país de Europa del Este: 317.200 euros. En cuanto al resto de mercados, España se corona como la nación donde mayores pérdidas antes de impuestos registró en 2019, alcanzado los 70,3 millones de euros, el 40% del total declarado.
Sólo registra beneficios en Colombia y Ucrania y se deja 70 millones en España
Le sigue Argentina con unos números rojos de 26,9 millones de euros y Perú con un déficit antes de impuestos de 15,1 millones. En el continente americano, donde tiene una fuerte presencia, la plataforma de reparto de comida a domicilio ha publicado también pérdidas de 7,6 millones de euros en Brasil y de 6 millones en Ecuador y 3,4 millones en Costa Rica. Así, Glovo tiene también en rojo todas sus operaciones en Centro América. Hace dos años Glovo operaba en África, donde también registró resultados negativos muy elevado (-5,8 millones en Egipto o -4,1 millones en Marruecos).
En Europa, la firma ha perdido 9,97 millones en Italia y 2,17 millones en Francia. En ambas naciones la firma puede seguir operando sin asalariados ya que la ley se ha adaptado para dar cabida al autónomo digital. La fuerte expansión internacional, que ha implicado una fuerte inversión, Glovo terminó 2019 con unos ingresos de 218,5 millones de euros, casi el doble que en 2018, y un resultado de explotación negativo de 190 millones de euros. Un año antes fue de -103 millones. Las pérdidas después de impuestos se han elevado hasta los 199,1 millones frente a los -78,8 millones registrados un año antes, cuando los socios asumieron 15 millones de déficit.