Empresas y finanzas
Las nuevas subastas de renovables generarán incertidumbre y encarecerán la luz
- Los adjudicatarios cobrarán un precio que podrá variar en función del mercado eléctrico
- Las liquidaciones se harán contra el precio diario del mercado, aumentando el riesgo
- Habrá un calendario de pujas a cinco años vista que se actualizará anualmente
Tomás Díaz
El Gobierno ha aprobado el Real Decreto de subastas para adjudicar una retribución regulada a las energías renovables. El precio que los adjudicatarios cobrarán por su generación o sus servicios podrá variar en función del mercado eléctrico y se liquidará contra el precio diario de dicho mercado, lo que provocará incertidumbre a las comercializadoras y aumentará el recibo de los consumidores.
La normativa aprobada por el Consejo de Ministros no difiere sustancialmente del borrador publicado para información pública el pasado junio por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). A grandes rasgos, plantea celebrar concursos muy flexibles, puesto que en cada convocatoria se decidirá qué se subasta, si energía, potencia o una combinación de ambas, junto con otros elementos, como el cupo a adjudicar o el plazo de entrega de la energía.
La norma levantó ampollas entre las comercializadoras de electricidad porque introduce un nuevo sistema para retribuir la generación de las plantas ganadoras de las subastas. El sistema apenas ha experimentado modificaciones, a pesar de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también se pronunció en contra.
En la actualidad, las renovables cobran una cantidad fija por su producción eléctrica al margen del mercado mayorista de la electricidad -también conocido como pool- que se considera un coste más del sistema, pero la nueva norma plantea que la retribución de los ganadores de las pujas se liquide por un mecanismo de diferencias con relación al precio de casación del pool, es decir, que si el precio de adjudicación de la subasta es superior al precio de casación, éste se encarece, mientras que se abarata si sucede lo contrario.
Incertidumbre en la comercialización
Este sistema de liquidación introduce más incertidumbre sobre el negocio de la comercialización y encarece el recibo de los consumidores, porque los comercializadores, al adquirir la energía en el pool, tendrán más coste cuando el precio de adjudicación sea superior al precio de casación, y, aunque obtendrán un ahorro con la situación inversa, trasladarán este mayor riesgo a sus clientes.
Para solventarlo, la CNMC propuso la creación de una previsión anual del recargo o ingreso derivado de las subastas que ofreciera una señal de precio fija a los comercializadores; esta provisión de fondos se cargaría inicialmente sobre los consumidores y se regularizaría una vez vencido el ejercicio, como ya sucede con los costes fijos del sistema en la actualidad.
La incertidumbre de precio también se traslada a los mercados a plazo y a las coberturas de los agentes y para evitarlo el Regulador propuso que las liquidaciones se hicieran contra el precio del mercado a plazo. Con ello se eliminarían las distorsiones en el mercado al contado y aumentaría la liquidez de los mercados a plazo, ya que los propios generadores de renovables acudirían a ellos para cubrirse del riesgo.
Finalmente, la CNMC proponía que la liquidación, en lugar de ser constante, hora a hora -lo que también introduce la incertidumbre en los mercados intradiarios y en los ajustes técnicos-, tuviera lugar mensualmente de forma provisional y se regularizaría posteriormente.
Liquidaciones diarias en vez de horarias
El Miteco únicamente ha atendido parte de esta petición, y las liquidaciones contra el precio del pool tendrán lugar diariamente, en lugar de horariamente, algo que reduce poco la incertidumbre que generará y que apenas afectará a la subida que apliquen las comercializadoras a sus clientes para cubrirse del riesgo.
Este encarecimiento, por otro lado, podría compensarse con la introducción de incentivos o penalizadores por la participación de la energía adjudicataria de las subastas en el pool, de modo que se oferte en las horas más caras, desplazando tecnologías con mayores costes operativos y rebajando el precio final de casación.
Básicamente, una parte de la energía ofertada mantendrá el precio de la subasta, mientras que otra parte -definida en cada concurso- recibirá el precio de adjudicación con el porcentaje de ajuste que igualmente se determine. Por ejemplo, con un porcentaje de ajuste del 20%, una planta con un precio de adjudicación de 30 euros por MWh, cobraría 4 euros menos si el pool se sitúa en 10 euros y 3 euros más si el pool alcanza los 45 euros por MWh.
El efecto de estos mecanismos es aún incierto y la memoria económica de la propuesta normativa calculaba que cada 3.000 MW que se adjudiquen producirá ahorros de unos 170 millones de euros anuales al conjunto de los consumidores.
La ministra portavoz, María Jesus Montero, ha subrayado esta segunda vertiente, asegurando que la norma permitirá "trasladar los ahorros que implica la generación renovables a los consumidores", tanto domésticos como industriales.
Fuentes del Miteco explican a elEconomista que ha optado por no incorporar la solución propuesta por la CNMC -considerada válida por las empresas- porque implicaría modificar el procedimiento de liquidación y se perdería la ventaja de la traslación inmediata de los precios adjudicatarios de las subastas al precio del mercado.
Calendario quinquenal
Al objeto de favorecer la previsibilidad de las subastas, la Cartera dirigida por Teresa Ribera, mediante orden ministerial, recogerá una previsión de calendario de celebración de subastas, que comprenderá un periodo mínimo de cinco años y que incluirá plazos indicativos, la frecuencia de las subastas, la capacidad esperada y las tecnologías previstas, en su caso. Dicho calendario se actualizará, al menos, anualmente.
La primera de las convocatorias de subasta se lanzará dentro de pocos días, según señalan fuentes del Miteco. El Gobierno tiene el compromiso de celebrar la primera de las pujas antes de que acabe el ejercicio para usar el crecimiento en renovables como una palanca para reactivar la economía.