Empresas y finanzas

El Banco de España urge a un ajuste del gasto público tras elevar la caída del PIB entre el 9,5 y el 12,4%

  • Apunta a elevar impuestos a las multinacionales para sanear las cuentas públicas
  • Insta a un pacto de Estado para hacer reformas estructurales a medio y largo plazo
  • Considera que la respuesta europea a la crisis es "insuficiente"
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Eva Díaz

El Banco de España empeora las previsiones de la evolución de la economía en 2020 y marca dos puntos clave para superar la crisis: ajuste de gasto público y reformas fiscales. El gobernador del organismo, Pablo Hernández de Cos, aseguró este lunes en el Congreso que la institución ya ha descartado por completo una recuperación rápida de la economía y se queda con dos escenarios posibles que pasan por una caída del PIB en 2020 del 9,5% y del 12,4%, respectivamente. Estima una mejora de la economía de cara a 2021 de entre el 6,1% y el 8,5%, incrementos que no compensarían el descenso del PIB. "No se puede descartar incluso la posibilidad de escenarios peores, es necesario tenerlo en la cabeza sin generar alarmismo", dijo.

Así, De Cos puntualizó que a pesar de que la economía creciera a partir de 2022 y hubiera una subida de los tipos de interés (no recomendable para garantizar la dinamización de la misma), el ajuste del gasto público sería inevitable. El gobernador instó, una vez pase la crisis sanitaria, a eliminar los gastos "superfluos e ineficientes", esto contando necesariamente con las CCAA, que tienen cedidas competencias tan relevantes para el gasto como la sanidad o la educación. 

Con el objetivo de paliar la sobrecarga para las cuentas públicas, el gobernador señaló que la política fiscal debe estar "en la primera línea de defensa". De Cos instó a explorar de forma coordinada algunas vías de reforma impositiva que han sido objeto de debate en tiempos recientes, como la relativa a la revisión de la imposición que recae sobre algunas empresas multinacionales, en lo que se ha interpretado como una referencia a la conocida como 'tasa Google'. "La implementación debe efectuarse cuando se supere este episodio, pero su diseño y comunicación no debe retrasarse porque el crecimiento económico sufriría daños más duraderos", aseguró. 

A su juicio, hay que definir de forma temprana las medidas fiscales a tomar ante la magnitud de la pandemia. Por tanto, llamó a la necesidad de alcanzar un acuerdo por parte de todas las formaciones políticas para pactar un programa de reformas estructurales, que permitan el saneamiento de las cuentas públicas, una revisión del gasto y la mejora de los ingresos fiscales, que se debe mantener durante varias legislaturas.  "No podemos pensar que con cambios mínimos o figuras impositivas nuevas vamos a afrontar el reto que hay por delante. Hay que combinar ambas", dijo. 

El organismo estima que España entró en la crisis con un déficit estructural elevado, de entorno al 3 % del PIB. Además, el incremento de la deuda pública previsto como resultado de la actual crisis provocará también un aumento de la carga de intereses y, por tanto, de mayor endeudamiento. La deuda pública se disparará hasta un 120% del PIB, según el gobernador, ante el aumento de la demanda del gasto básico, como el sanitario, y las medidas puestas en marcha para aliviar el golpe a las familias, como la introducción de una renta mínima, pendiente de concretar. 

Política monetaria y europea

De Cos apunta que la crisis económica por la pandemia va a ser global y la recuperación de España dependerá de la marcha de los socios comerciales del país. Para paliar su efecto, además de la política fiscal como primera línea de defensa, también apuntó que hay que contar con la política monetaria como segunda herramienta para garantizar la financiación y la liquidez de los agentes económicos. "El BCE debe eliminar episodios de fragmentación financiera como en épocas pasadas", dijo.

El gobernador señaló que las entidades deben hacer llegar el crédito a las familias y empresas, permitiéndoles hacer uso de colchones de capital acumulados con estos objetivos para evitar que el riesgos de crédito genere problemas de estabilidad financiera, ya que si la crisis económica acaba traduciéndose en una crisis financiera, como ocurrió en 2012, los efectos serán más largos y profundos.

Finalmente, como tercera palanca, apostó por una respuesta coordinada de los países de la zona euro. "Una acción conjunta más allá de la política monetaria es la vía más eficaz para superar los efectos de la pandemia", aseveró. Para ello, insta a crear un mecanismo de mutualización de recursos presupuestarios potente que facilite la financiación del gasto público surgido y que surgirá en recuperación y llamó a culminar la unión bancaria. De momento ve "insuficiente" la respuesta europea. "Existe la necesidad de definir una agenda reformas estructurales ambiciosa para recuperar economía", añadió.

Economía más vulnerable

Por otro lado, De Cos advirtió que la economía española es más vulnerable al coronavirus que las de otros países, dado el peso tan elevado que el turismo, la hostelería y el comercio minorista tienen en la economía. Estos sectores, junto al de la automoción, también muy afectado por el cese de la actividad y la falta de demanda, suponen el 25% del PIB.

Además, destacó que la fuerte presencia pymes en España, donde el 90% de las empresas tienen menos de diez trabajadores, sitúa al tejido productivo español en una posición de mayor vulnerabilidad frente a la pérdida de ingresos ya que, con carácter general, cuentan con un menor acceso a la financiación externa y unos costes fijos más elevados en proporción de la facturación.

Por otro lado, como otro punto débil de la economía española, destacó el peso de los empleos temporales. De hecho, apuntó a que de los más de 6 millones de trabajadores afectados por despidos o ERTEs, el 75% tenían contratos temporales. "La alta temporalidad es negativa porque tiende a exacerbar la profundidad de la recesión. La mayor rotación laboral afecta a los jóvenes, ya especialmente vulnerables porque tienen menores colchones para afrontar caída de ingresos", destacó.

Débil previsión para la banca

Respecto al sector financiero, señaló que la banca ya ha notado los efectos de la pandemia en los resultados del primer trimestre del año. No obstante, espera un mayor impacto negativo tanto por la modesta capacidad de generación de resultados de las entidades previo a la pandemia por la baja rentabilidad, como por la mayor morosidad que se espera, especialmente en los créditos al consumo. "La crisis ha reforzado las perspectivas de mantenimiento del escenario actual de tipos de interés reducidos, lo que tenderá a presionar a la baja en el futuro el margen de intermediación de las entidades españolas, que, dado su tipo de actividad, constituye el principal componente de su cuenta de resultados", dijo.

Además, en el caso de la solvencia, De Cos aseguró que afectará de forma diferenciada a las distintas entidades en función de su modelo de negocio y de la distribución de sus exposiciones a los sectores y las geografías más afectados por el virus.

Según el gobernador, hay que evitar que crisis actual tenga un componente financiero significativo porque son más profundas y duraderas. "Hay que evitar que venga acompañada del endurecimiento del crédito o que dañe el sector", concluyó.