Las eólicas denuncian que la burocracia tumba los nuevos parques
- Sólo la mitad de los proyectos eólicos adjudicados en las subastas se han construido
- Sólo queda libre un tercio de la capacidad de la red eléctrica
Tomás Díaz
Las empresas eólicas claman contra la lentitud administrativa a la hora de tramitar sus parques, principal razón de que sólo la mitad de los proyectos adjudicados en las subastas de 2017, unos 2.000 MW, se hayan terminado antes de la fecha límite, el pasado 31 de diciembre.
José López Tafall, presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), subrayaba que "el reto no es convocar subastas, ni siquiera ganarlas, sino desarrollar realmente nueva generación eólica... Y al ritmo deseado", en alusión a los graves problemas que ha afrontado la tecnología renovable para materializar los 4.600 MW adjudicados en las tres subastas celebradas en 2016 y 2017.
Tafall hacía estas declaraciones estas mañana en Madrid, durante la presentación de la jornada Experiencia de las subastas y previsiones futuras: tramitación, acceso a la red y cobertura de precios, organizada por la Asociación y presentada por José María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Tafall denunciaba también el desconocimiento existente sobre los resultados de las últimas dos pujas, de 2017. De acuerdo con sus reglas, los 4.107 MW eólicos otorgados en ellas deberían haberse culminado antes de que acabara el pasado 2019 para recibir un régimen regulado con garantía de precio mínimo y evitar que se ejecutaran los avales depositados para participar en las pujas, de 60.000 euros por MW de potencia del proyecto.
El Ministerio para la Transición Ecológica revisa 160 expedientes de las subastas de 2017
Parte del misterio lo reveló posteriormente Jesús Ferrero, subdirector general de Energías Renovables y Estudios del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco). Expuso que aún están analizando unos 160 expedientes de proyectos de las subastas, que se corresponden a unos 5.600 MW de eólica y fotovoltaica, para comprobar si han cumplido todos los hitos de las pujas. Sus datos son ligeramente mejores de los divulgados el mes pasado por REE.
Ferrero considero que ese volumen de proyectos es "bastante positivo", aunque luego puntualizó que en el caso eólico, con datos aún preliminares, únicamente habría obtenido el régimen retributivo regulado la mitad de los proyectos, de 2.000 a 2.100 MW, "por la mayor complejidad" de la tecnología frente a la fotovoltaica, que ha logrado materializar unos 3.600 MW sobre los 4.109 MW adjudicados.
Ferrero confirmó que, como adelantó elEconomista, la Administración piensa ejecutar los avales de los proyectos que no han llegado a tiempo -rondarán los 100 millones entre todas las tecnologías-, y señaló que no sería la primera vez, puesto que ya se hizo con proyectos fotovoltaicos hace una década, acogidos al Real Decreto 1578/2008. Eso sí, confío en que los proyectos eólicos que no han llegado a tiempo se terminarán materializando.
Las prisas resultan en proyectos "no óptimos"
Lo confirmaron los fabricantes de equipos eólicos. José Ramón de Miguel, sales area Manager Iberia de Siemens Gamesa Renewable Energy indicó que sus factorías ya están produciendo las máquinas, recalcando que el retraso "la tramitación ha sido el gran obstáculo". Javier Ojanguren, country manager de España de Vestas, opinaba lo mismo: "no ha habido problema en la construcción, sino en la tramitación", añadiendo que las prisas por cumplir los plazos "puede llevar a instalar máquinas no óptimas".
El modelo de las subastas, muy criticado en su momento por su complejidad, tampoco es responsable del retraso, porque una vez lanzada la puja, el problema ha estado, principalmente, en las comunidades autónomas, responsables de tramitar la mayoría de las instalaciones. Aunque tampoco se puede olvidar las diferencias entre las tecnologías, puesto que la fotovoltaica ha obtenido mejores resultados. Pero este problema, como recalcaron varios de los participantes en el acto, puede resolverse con una buena planificación y un calendario claro.
Red eléctrica saturada
Otro de las grandes incógnitas del sector, la capacidad de la red eléctrica, fue desvelado por Juan Francisco Alonso, jefe del Departamento de Acceso a la Red de REE. Anunció que con los permisos que ya se han otorgado se pueden cumplir sobradamente los objetivos energéticos del Gobierno en el Plan de Clima y Energía. Concretamente, el Operador del Sistema Eléctrico tiene autorizados 102 GW -ha rechazado 77,5 GW-, y el Plan del Gobierno aspira a conectar algo menos de 50 GW hasta 2030.
Alonso aclaró que sólo un tercio de esa potencia se conectará a subestaciones existentes, mientras que los dos tercios restantes deberán hacerlo en nodos planificados, pero pendientes de construir. Además enfatizó que sólo queda libre una tercera parte de la actual capacidad de las subestaciones y que el resto está copado.
Adicionalmente, de toda la potencia con capacidad de acceso concedida, Alonso anunció que alrededor del 80% tiene el permiso en las redes de transporte de alta tensión, mientras que el 20% restante lo tiene en las redes de distribución. Hasta ahora, esa proporción era 70%-30%, lo que revela el mayor tamaño de las instalaciones, sobre todo fotovoltaicas.
En relación a la situación en las redes de distribución, Joaquín Cabetas, director de Planificación y Regulación de i-DE, filial de Iberdrola, indicó que ha denegado el acceso a la mitad de los proyectos que ha recibido hasta ahora, señalando que los accesos a las redes de distribución precisan de estudios adicionales a los de las redes de transporte y que sufren de vacíos en la normativa técnica que limitan mucho su capacidad.
Para solventar parte de esos problemas, Javier Rodríguez, responsable de Regulación para el Desarrollo de Energías Renovables de Endesa, señaló que pueden usarse compensadores síncronos que faciliten la conexión de las plantas sin arriesgar la seguridad del sistema, como ella misma quiere hacer en Aragón.