Primera 'triple corona' del año en Wall Street tras las actas de la Fed
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No ha habido que esperar mucho en Wall Street para ver la primera triple corona de 2018. De hecho, ha llegado en la segunda sesión del año tras la publicación de unas actas de la Fed que mantienen el rumbo de la normalización monetaria para este ejercicio.
Así, el S&P 500 ha logrado superar por primera vez los 2.700 puntos tras anotarse un 0,64% mientras que el Dow Jones, que se ha apuntado un 0,4%, se sitúa en los 24.922 enteros. Por su parte, el Nasdaq 100, que el martes firmó su mejor arranque anual desde 2013, ha sumado otro 0,99% y ya marca los 6.575 puntos básicos.
"Wall Street ha arrancado el año continuando con la fortaleza que mostró durante todo el año pasado", señala Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader. "Los índices tecnológicos consiguieron ayer marcar un nuevo alto de todos los tiempos y lo mismo sucedió tanto en el Dow Jones Industrial como en el S&P500, lo cual es de todo menos un signo bajista. Se mantiene, por tanto, la situación de subida libre en el mercado norteamericano y no vemos nada que plantee un agotamiento comprador", concluye el experto.
Tres han sido los puntos calientes del día en Wall Street. En primer lugar, antes del cierre de la sesión se hacían públicas las actas de la última reunión de 2017 de la Reserva Federal, en la que se decidió subir los tipos de interés por tercera vez en el ejercicio. Estas actas, aunque muestran algunas divisiones internas, parece que mantienen la intención, a priori, de continuar con la senda de la normalización monetaria en el mercado norteamericano.
El dólar recupera lo perdido
La segunda clave, y relacionada con la primera, ha sido el rebote del dólar, que ha recuperado todo lo perdido en la primera sesión del año. Así, el cruce se mantiene en los 1,2013 dólares.
Por último, el petróleo sigue su escalada y, de nuevo, ha tocado, esta vez al cierre, los máximos de diciembre de 2014 en el entorno de los 68 dólares por barril. El avance del crudo de los últimos días viene provocado por un aumento de las tensiones políticas en Irán y una nueva reducción de los inventarios en Estados Unidos.