Se viene otro récord en Wall Street: 12 meses consecutivos sin vestirse de rojo. Si ninguna catástrofe lo impide, el S&P 500 con dividendos igualará tras la sesión de este martes, con la que se cierra octubre, las dos rachas de subidas mensuales más largas de la historia. Las anteriores se dieron entre abril de 1935 y marzo de 1936, en plena recuperación de la Gran Depresión, y entre junio de 1949 y mayo de 1950, en el inicio de la Guerra Fría y antes de que estallara la Guerra de Corea.
El índice de referencia en Estados Unidos en su versión total return alcanzará este hito en el ejercicio de los récords, en el que el que los principales índices han ido reeditando máximos históricos con una frecuencia que está metiendo miedo en el cuerpo de inversores y expertos, y no solo de los más conservadores. Y lo hará en un momento delicado. Justo antes de que se conozca el nombre del nuevo presidente de la Reserva Federal (Fed), si es que Janet Yellen no continúa, y con toda la atención puesta en la reforma fiscal que prometió Donald Trump y que el mercado ha comprado sin reservas desde que fue elegido presidente de la primera economía del mundo.
"El mercado espera ansiosamente la decisión del presidente Trump sobre el próximo presidente y vicepresidente de la Reserva Federal, decisión que se espera que tenga lugar antes de su viaje a Asia, el 3 de noviembre", explica Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, quien cree que para el inquilino de la Casa Blanca y sus asesores "la sustitución de la presidenta Janet Yellen y el vicepresidente Stanley Fischer será un paso clave para corregir el exceso de regulación que ha extendido las operaciones del banco central mucho más allá de mandato".
Antes de que conozca a su sucesor, Yellen hablará el miércoles pero el mercado no espera sustos. La mayor parte de los expertos aplazan hasta la reunión de diciembre la próxima subida de los tipos de interés. "Los datos de inflación y empleo son dos áreas clave que los inversores seguirán de cerca en busca de pistas sobre el camino futuro de la política monetaria, ya que la inflación se ha mantenido relativamente moderada, pero el desempleo ha seguido una tendencia a la baja", consideran en AXA Investment Managers.
La previsibilidad de la Fed desde que anunciara la intención de reducir su balance, en un contexto de crecimiento económico y de caída del desempleo, ha apoyado la fortaleza alcista de Wall Street en las últimas semanas, con la única fisura de la inflación, que ha tardado más en despertar. "Esperamos que la inflación alcance el 2% en noviembre y el 2,4% en el próximo verano, brindando a la Fed cierta comodidad para aumentar los tipos en 2018", continúa Franck Dixmier.
A parte de la geopolítica, más impredecible, la mayor incertidumbre a la que se enfrentan las bolsas estadounidenses pasa entonces a ser ahora la reforma fiscal que el mercado espera desde hace meses y que ahora parece que llegará más desdibujada de lo que se pretendía.
Desde el punto de vista técnico, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, incide en que, después de que este lunes se impusieran las pérdidas por candente actividad política -con Rusia siempre en el retrovisor-, este martes hay "cita con el cierre de octubre y lo más relevante es que los principales índices de Wall Street van a conseguir marcar un nuevo alto histórico en base mensual, lo cual es de todo menos algo bajista y sigue dejando al mercado norteamericano en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe".
"A corto plazo, una vez el viernes pasado los índices tecnológicos consiguieron marcar nuevos máximos crecientes, siguiendo de este modo la estela alcista del S&P500 y el Dow Jones Industrial, no nos sorprende que podamos ver algún tipo de consolidación que la veremos como una simple pausa previa a mayores alzas", continúa el analista del portal de inversión de elEconomista, quien concluye que "para que haya alguna evidencia técnica que sugiera debilidad que invite a reducir exposición a bolsa norteamericana es preciso que una eventual caída perfore los mínimos que marcaron los índices tecnológicos la semana pasada, concretamente los 6.000 puntos del Nasdaq 100 y los 6.517 del Nasdaq Composite".