El cierre semanal ha estado inevitablemente marcado por la reacción del mercado tras las intervenciones de Draghi y Yellen en la reunión de Jackson Hole. Los principales índices norteamericanos han cerrado la penúltima semana de agosto con ganancias mientras que el dólar ha caído hasta mínimos de más de dos años.
Así, finalmente el Dow Jones ha cerrado con un avance del 0,64% y se sitúa en los 21.813 puntos. Por su parte, el S&P 500 marca los 2.443 enteros tras anotarse un 0,72% mientras que el Nasdaq 100 se ha apuntado un 0,55% hasta los 5.822 puntos básicos.
Por orden cronológico, la primera en salir a la palestra en Kansas fue Janet Yellen que, pese a no mencionar en ningún momento próximas medidas de política monetaria, sí vapuleó a Donald Trump por querer desregularizar la banca estadounidense. El mercado no tardó en reaccionar, llevando al euro a máximos de dos años.
Al igual que su homóloga al otro lado del Atlántico, Mario Draghi no tocó ningún tema relacionado con las próximas medidas del BCE y centró su discurso en criticar el proteccionismo del máximo mandatario yankee.
No obstante, el mercado siguió poniéndose largo con el euro, que cerró la sesión finalmente con un repunte superior al 1%, hasta los 1,192 dólares, máximos de enero de 2015. En el conjunto de la semana, el billete verde se ha depreciado casi un 1,4% frente a la moneda válida en la eurozona. De cerrar así, este sería el tercer año más alcista de la historia de la divisa, desde que empezó a cotizar.
Volviendo a la renta variable, el protagonista de la semana ha sido el sector minorista, que ha sufrido importantes caídas después de que Amazon anunciase que el recorte de los precios en Whole Foods comenzará la próxima semana. Mondelez se ha dejado un 3,4%, Costco un 2,8% y Kraft Heinz más de un 2%. Incluso la de Jeff Bezos ha pagado su guerra de precios, y ha cedido cerca de punto y medio porcentual en la semana.
El huracán Harvey amenaza con ser el peor ciclón en más de una década en EEUU si finalmente se eleva la alerta al nivel 3. Esto puede sacudir, de forma alcista, el precio del crudo ya que Estados Unidos tiene varias refinerías y plantas petrolíferas repartidas por el Golfo de México. Estas plantas ya han sido evacuadas pero podría afectar a la oferta de petróleo en los próximos meses.