Los principales índices de Wall Street han vivido una de sus peores sesiones del año tras el atentado acontecido en Barcelona en la tarde del jueves. El Dow Jones ha sufrido la mayor caída desde abril mientras que la volatilidad ha repuntado más de un 30%.
Así, el Dow Jones ha cerrado con un descenso sel 1,24% hasta los 21.750 puntos mientras que el S&P 500 cae hasta los 2.430 enteros tras dejarse un 1,54%. Por su parte, el Nasdaq 100 ha cedido un 2,05% y marca los 5.796 puntos básicos.
Pese a las fuertes caídas,"éstas siguen encajando con la fase de consolidación lateral bajista que desarrolla el mercado norteamericano durante las últimas tres semanas, que seguimos considerando que es muy probable que sea una simple pausa previa a mayores ascensos", explica Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader.
"Esta consolidación está sirviendo para aliviar la sobrecompra dentro de la fortaleza que vienen mostrando los principales índices de Wall Street a lo largo de los últimos meses. Para que haya algún signo de deterioro alcista es preciso que se pierdan soportes como son los 2.425 en el S&P 500 que es la base del canal que viene guiando las alzas durante los últimos meses y un hueco que se generó al alza semanas atrás", concluye.
El atentado en la Rambla de la Barcelona ha sacudido a los mercados tanto europeos (aunque sólo en los últimos minutos de la sesión) como americanos, que han cotizado a la baja con fuerza, haciendo rebotar más de un 30% la volatilidad, o índice del miedo, hasta los 15,7 puntos, su nivel más alto desde el jueves pasado, cuando la tensión entre EEUU y Corea del Norte marcó su punto más álgido.
Así, todo el selectivo industrial, que marca su nivel más bajo del mes de agosto, ha cerrado la sesión en negativo. Walmart ha presentado sus cuentas del segundo trimestre, con un descenso de los beneficios de más del 23%. En la sesión, se ha dejado cerca de un 1,7%.
Tras publicarse sendas actas de la Fed el miércoles y del BCE el jueves, las divisas han comprado una nueva desaceleración de las subidas de tipos en el Viejo Continente, que ya se acercan a 2019, según datos de Bloomberg.
Así, el euro ha caído hasta los 1,173 dólares, su nivel más bajo desde el 25 de julio. La institución monetaria europea ha puesto el foco en la importancia de que el mercado no malinterprete sus mensajes, algo que daría alas al euro y no conviene a la economía de la eurozona.