Ha habido que esperar a la última sesión de la semana para ver cómo el S&P 500 se unía a la fiesta que ya llevaba celebrando tres días el Dow Jones. Así, ambos índices han cerrado la semana previa al inicio de la temporada de resultados en máximos históricos. No así el Nasdaq 100, que todavía no ha conseguido revalidar altos históricos, aunque se ha quedado muy cerca después de cerrar con ganancias su sexta jornada consecutiva y firmar su mejor semana del año.
Finalmente el Dow Jones ha cerrado la semana con unas ganancias del 1,04% y sitúa su nueva plusmarca en los 21.637 puntos. Por su parte, el S&P 500 se ha anotado un 1,41% en los últimos cinco días y marca los 2.459 puntos, su nuevo alto de la historia. Por último, el Nasdaq 100, que se ha quedado cerca de unirse a la fiesta, se ha apuntado un 3,21% en la que ha seido su mejor semana del año y ya se sitúa en los 5.838 enteros.
Y es que parece que los inversores han hecho oídos sordos tanto al mal dato de ventas minoristas (han caído un 0,2%) como al de la tasa de inflación que, con un 1,6%, se ha quedado por debajo de las expectativas. Este dato, de hecho, sí ha afectado a la cotización del dólar, que ha caído hasta niveles no vistos desde mayo del año pasado. Un euro se intercambia ya por 1,1466 dólares, algo que no era posibible desde entonces.
Volviendo a la renta variable, la semana que viene dará comienzo el grueso de la temporada de resultados. No obstante, tres de los principales bancos de Wall Street como son Wells Fargo, Citi y JP Morgan, se han adelantado a rendir cuentas en la jornada del viernes. Cuentas que, por otro lado, no han sido del agrado del mercado y son estas firmas, las que han encabezado las pérdidas del Dow Jones pese a que la entidad más grande, JP Morgan, haya ganado un 13% más respecto al mismo periodo del año pasado.
En el mercado de materias, el petróleo ha cerrado la semana con ganancias de casi el 5% acercando su cotización a los 49 dólares por barril en el caso del Brent, máximos no vistos desde comienzos del mes pasado.