Las acciones de IAG se desploman algo más de un 70% desde que el 19 de febrero el coronavirus comenzara a golpear a las bolsas y concretamente a la industria de los viajes, cuya actividad se ha reducido aproximadamente un 90% en el segundo trimestre. Este hundimiento es de entre cerca de 10 y 20 puntos más profundo que el de los títulos de los principales competidores del grupo angloespañol, Air France-KML y Deutsche Lufthansa, pero los expertos esperan que su rebote será mayor al partir de una mejor posición: recibe la única recomendación de compra clara del sector.
Según apunta un informe reciente de Credit Suisse, la compañía que reúne a British Arways, Iberia o Vueling cuenta con margen "para gestionar la liquidez en los próximos meses gracias a su acceso a financiación y a los despidos que ya ha planteado, en lo que el equipo de dirección tiene una sólida trayectoria".
"Esperamos que IAG se beneficie en última instancia del mayor castigo a competidores como Norwegian, Deutsche Lufthansa y Air France-KLM, lo que debería reforzar su posición competitiva final", continúa la firma de inversión suiza, que afirma que, aunque ha caído más "a medida que sus competidores han sido rescatados por los estados, debería superarlos cuando el mercado se centre en la recuperación".
Una renacimiento que será más lento de lo previsto. Si IAG esperaba que la caída de la capacidad en el trimestre veraniego se limitara al 55%, Credit Suisse considera que será del 70%, y el propio grupo ha levantado su objetivo después de que primero Reino Unido y después otros países como España hayan anunciado que todos los viajeros que lleguen tendrán que hacer cuarentena.
Para la casa de análisis esto se traducirá en pérdidas operativas de 4.000 millones de euros a cierre de 2020, al tener que asumir también un impacto de 1.500 millones por las coberturas que existían sobre el queroseno -combustible que supone una tercera parte de los gastos totales y que se ha desplomado en los últimos meses-.
En 2021, la capacidad se quedará solo "un 22% por debajo de 2019 y el beneficio operativo (ebit) alcanzará los 1.100 millones de euros", concluye el informe de Credit Suisse.
Alemania, Francia y Holanda ya han desplegado ayudas estatales de cerca de 20.000 millones de euros en total para aliviar los problemas de liquidez de las aerolíneas de bandera Deutsche Lufthansa y Air France-KML –el pasado lunes la Comisión Europea aprobó el tramo asumido por el país galo, de 7.000 millones en préstamos avalados y directos-.
"Estos planes buscan también protegerlas de posibles adquisiciones extranjeras e implican que tomen o refuercen sus posiciones en el capital de estas empresas, lo que implicaría requerir que reduzcan los dividendos y las bonificaciones de los ejecutivos", reflexiona Aitor Ortiz, de Bloomberg. Francia tiene ya un 14% de Air France, mientras que el rescate de Alemania supondría un toma del 25% del capital del Grupo Lufthansa, aunque el plan todavía se encuentra en fase de negociación.