Los alcistas se han impuesto con claridad en el primer lunes de junio, algo que ha llevado al selectivo S&P 500 a marcar máximos anuales y colocarse en niveles que no veía desde julio.
El día lo han dominado los alcistas aunque en un primer momento los inversores estaban pendientes de las palabras que iba a pronunciar a lo largo de la jornada Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal. Con todo ello, el S&P 500 ha alcanzado niveles que lo sitúan no sólo en máximos del año sino también en cotas previas al crash chino del pasado 24 de agosto.
En concreto, el selectivo se ha revalorizado un 0,49%, lo que le ha llevado a cerrar en los 2.109,41 puntos. Los que todavía no han alcanzado su objetivo en los altos del año son el Dow Jones, que ha cerrado en los 17.920,32 puntos con una subida del 0,64%, y el Nasdaq 100, que, tras revalorizarse un 0,31%, ha cerrado en los 4.523,63 puntos. Este último selectivo todavía tiene abierto el hueco bajista de comienzos de año, por lo que todavía cede en 2016 un 1,52%.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader indica que con estas subidas, los índices estadounidenses "siguen mostrando una fortaleza incuestionable". Además, tanto el Dow Jones como el S&P 500 han atacado resistencias como son los 17.920 y los 2.110 puntos respectivamente. "Su ruptura es algo que vemos bastante probable y abriría la puerta a que tomara cuerpo una continuidad de la tendencia alcista hacia los altos del año pasado e históricos", concluye el experto. Estas cuotas históricas son los 2.135 puntos en el S&P 500 y los 18.350 en la media industrial.
Las palabras de Yellen llegaban después del decepcionante dato de empleo hecho público el viernes. La presidenta de la entidad ha indicado que "aunque la economía recientemente se ha visto afectada por una mezcla de fuerzas contrapuestas, veo buenas razones para esperar que las fuerzas positivas en apoyo del crecimiento en el empleo y la mayor inflación continuarán superando a las negativas". Aun así, no ha dado ninguna pisto sobre cuáles son sus planes para subir tipos de nuevo y ha eliminado de su discurso la muletilla de "próximos meses". Por lo tanto, habrá que esperar al encuentro que mantendrá el próximo día 15 para ver si deciden o no incrementar el precio del dinero, algo para lo que los expertos de Bloomberg apuntan a diciembre.
El pasado viernes, Estados Unidos hizo público que en mayo había creado sólo 38.000 puestos de trabajo no agrícola frente a los 160.000 estimados, la peor cifra mensual desde hace 6 años. A pesar de ello, la tasa de paro descendió tres décimas, hasta el 4,7%. Sin embargo, "el informe ha sentado como un jarro de agua fría al mercado", señala Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. Esta contradicción en el dato de empleo es la que todavía deja la puerta abierta a que los tipos se incrementen con anterioridad.
Los alcistas también se han impuesto en el Viejo Continente aunque con unas subidas que para Cabrero han sido "muy ligeras para hablar de un contraataque alcista". Eso sí, han sido suficientes para mantener al selectivo de referencia español por encima de su directriz alcista.
Estas subidas han coincidido con una jornada en la que las encuestas han dado más ventaja a la salida del Reino Unido de la Unión Europea en el referéndum que se celebrará el próximo día 23. La que elabora Bloomberg estima que un 45% votará la salida frente a un 41% que hará lo propio con la permanencia, todo ello con un 14% de indecisos.
La libra lidera los descensos de las divisas
En el parqué de las monedas, la jornada ha estado marcada por las caídas que experimentó la libra. Ha sido la divisa más bajista de la sesión, entre las diez monedas más líquidas del mercado: frente al dólar, que se ha mantenido mixto durante la jornada, ha perdido más de un 0,3%.
El mal arranque de la moneda británica ha tenido que ver con la publicación de tres encuestas diferentes en Gran Bretaña, todas ellas apuntando a que el resultado de la votación del próximo 23 de junio -en el que se decidirá su continuidad en la Unión Europea- será el 'sí'. Esto castigó la cotización de la moneda, ya que los inversores pueden estar previendo mayores descensos para ella, si finalmente el país abandona la Unión.
En cuanto al euro, se ha mantenido plano frente al dólar, en los 1,13 dólares que tocó el viernes de la semana pasada. En ese día saltó de los 1,11 dólares hasta los 1,13, impulsado por el mal dato de empleo de Estados Unidos, que generó fuertes caídas para la moneda del gigante norteamericano.
Día alcista para las materias primas
Durante los últimos meses ha tenido lugar una reestructuración importante en la situación fundamental de muchos recursos básicos. La oferta se ha reducido considerablemente, según se explica desde Bloomberg, mientras la demanda de estos recursos ha mejorado respecto a meses pasados.
Un ejemplo de esto es el petróleo. El barril Brent, de referencia en Europa, ha vuelto a superar los 50 dólares, llegando a subir un 2,4% durante la jornada, hasta los 50,8 dólares -los avances se moderaron posteriormente-. Desde que el crudo tocase mínimos del año en enero, su precio se ha revalorizado más de un 80%, debido al descenso en la producción de países de fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP-, principalmente Estados Unidos.
Así, el mercado empieza a ver que la situación de sobreoferta de este recurso energético está cerca de acabar, o incluso ya ha desaparecido, como apuntó en mayo Goldman Sachs. Ahora, con el crudo en el entorno de los 50 dólares, el consenso de mercado valora que este puede ser el precio en el que se quedará el oro negro durante varios trimestres.