Las bolsas europeas han conseguido finalmente dar la vuelta a una situación inicial en la que la presión vendedora se imponía, algo que permite que se mantenga el pulso de un rebote que aún podría continuar en próximas sesiones y que debe servir para que se alivie la sobreventa de corto plazo y ajuste parte del último y fuerte tramo bajista.
La cuestión ahora es si este rebote permitirá que se aleje el riesgo de que se alcancen lo que hemos calificado como los 'grandes soportes' en Europa, que son los que en ningún caso pueden perderse si queremos seguir confiando en un contexto potencialmente alcista en la recta final del año. Hablamos de soportes como son los 11.500-11.600 del DAX 30 (DAX.XE) o los 8.500-8.800 del Ibex 35 (IBEX.MC). Para que podamos fiarnos de un rebote de corto plazo y se aleje el riesgo de que sea vulnerable y previo a mayores caídas hacia esos grandes soportes es preciso que el Ibex 35 supere resistencias que todavía están alejadas, como son los 9.450-9.500 puntos y el Eurostoxx 50 niveles de 3.390-3.400 puntos.