Situación de corto plazo:
El rebote de las últimas jornadas ha llevado a los principales índices tecnológicos a la zona de altos históricos, como son los 4.840 del Nasdaq 100 (NDX100.NQ) o los 5.290 del Nasdaq Composite (NASDAQ.NQ). Su alcance frenó ayer la subida y provocó que las ventas volvieran a presionar a la tecnología, que últimamente es la parte fuerte del mercado.
Desde esas resistencias no nos sorprendería que pudiera formarse otra caída que no revestirá peligro para las aspiraciones alcistas mientras no se pierdan soportes clave que aparecen en los mínimos de la semana pasada, concretamente los 4.656 puntos del Nasdaq 100 o los 5.100 del Nasdaq Composite. Precisamente estos soportes son los que recomendamos vigilar en próximas sesiones ya que de su mantenimiento depende que se mantenga intacta la tendencia alcista que define el mercado norteamericano a lo largo de los últimos meses.
Una caída a esos soportes encajaría con el escenario correctivo que venimos manejando para el S&P 500 (SP500.CH), donde aún podría restar una nueva onda de caída que lo lleve a alcanzar la zona de los 2.085 e incluso los 2.050 puntos, que sería un ajuste del 38,20% de toda la subida que nació en los 1.813 puntos.
Operativamente, por tanto, consideramos todavía precipitado tomar posiciones en el mercado norteamericano y seguimos esperando a ver esa caída del S&P 500 y de los índices tecnológicos antes de plantearnos aumentar la exposición a EEUU.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 se mantiene del todo vigente y para que exista un cambio dentro de la misma es preciso que una próxima caída perfore los mínimos que se marcaron el pasado mes de enero y febrero, tales como son los 1.810 puntos del S&P 500, los 15.500 puntos del Dow Jones Industrial (DJI.NY) o los 4.100/4.200 puntos del Nasdaq Compuesto. El alcance de esta zona de soporte la vimos a comienzos de año como una inmejorable oportunidad para comprar bolsa estadounidense.