Declaración de la renta

Así te afecta tener dos pagadores en la Renta 2020-2021: todo lo que debes saber

  • La campaña actual, la más peculiar por los Erte y el IMV
  • Hay que atender a lo que se cobra de cada pagador
  • Tener dos o más pagadores no implica pagar más impuestos
Foto: eE.

Sergio de la Cruz
Madrid,

Tener dos pagadores se asocia siempre por el contribuyente a mayores trámites con Hacienda en la declaración de la Renta, pero lo cierto es que si tienen claros los límites e implicaciones de nuestra situación laboral solventar nuestra cita con la Agencia Tributaria no tiene por qué ser un quebradero de cabeza.

Acumular dos o más pagadores durante el ejercicio siempre se ha visto como una de las mayores dificultades en la Renta y lo cierto es que para la de 2020 será más común que en otros años: la gran cantidad de trabajadores en Erte por la pandemia (con el Estado como segundo pagador) y la llegada del Ingreso Mínimo Vital (que es compatible con otras rentas al margen de la obligatoriedad de presentar la declaración que conlleva) hacen de esta campaña una muy diferente y particular.

Para todos estos casos es importante tener bien claro cuándo se está obligado a presentar la declaración. La Agencia Tributaria establece que aquellas personas con dos pagadores o más han de hacer la declaración obligatoriamente si sus rentas superan los 14.000 euros anuales y, a partir del segundo pagador reciben al menos 1.500 euros.

Aunque, por razones obvias, la atención se ha centrado en esta campaña en los beneficiarios del IMV y los afectados por un Erte, bajo estas condiciones también se encuentran personas que compaginan varios trabajos, que han encontrado trabajo después de cobrar alguna pensión (se consideran rentas del trabajo) o que han cambiado de trabajo durante el periodo impositivo, razones por las que superan esos 1.500 euros del segundo pagador (y siguientes) y que en otras campañas siempre han tenido que presentar la declaración.

Otro mantra asociado a las personas con dos o más pagadores es el que afirma que la decñaración siempre sale a pagar. La respuesta es que no tiene por qué. En algunos casos, como los afectados por un Erte, es muy frecuente, ya que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) apenas aplica retenciones o incluso, directamente, no las aplica, de acuerdo con lo que informa en su página web. Esto también aplica para las otras prestaciones por desempleo que paga a los ciudadanos y, por lo tanto, afecta a las personas que consiguieron un empleo tras varios meses en el paro.

En estos casos, sí es bastante probable que la declaración salga a pagar, ya que el contribuyente acumula varios meses de apenas retenciones que después ha de compensar en la presentación de la declaración. Existe, no obstante, una solución que quizá ya llegue demasiado tarde: se puede pedir al SEPE que modifique estas retenciones para que Hacienda no nos pegue un susto con la declaración.

Otras situaciones son algo más complejas, como las de las personas con dos o más trabajos o que han cambiado de empleo. En estos casos, la posibilidad de que la declaración salga a pagar viene dada por la práctica habitual de las empresas a retener a sus trabajadores como si éstos solo tuviesen una única relación laboral. Esto da lugar a desajustes que pueden derivar en esa declaración final a pagar, aunque para estos casos lo más recomendable es acudir al departamento de recursos humanos que se ajusten las retenciones para evitar problemas.

Sea como fuere, y aunque la declaración te salga a pagar, es absolutamente falso que, con dos pagadores o más, pagues más impuestos que el resto de trabajadores. Nada más lejos de la realidad: pagas simple y llanamente lo que has de pagar. Lo único que se diferencia es que tu cotización a lo largo del año, merced a esta situación, es diferente de la del resto de contribuyentes y, por esos desajustes, puede que te veas obligado a desembolsar lo que en los meses anteriores no has tributado.