Capital Riesgo

La nueva Ley Concursal es una oportunidad de inversión

  • La escasez de reestructuraciones es el primer signo de que los impagos crecerán
II Foro de Reestructuraciones de elEconomista.es

Sergio Fernández
Madrid,

La buena acogida de la reforma de la ley concursal en España está permitiendo solventar con más diligencia los procesos de mayor estrés para las empresas en dificultades económicas, pero también supone una oportunidad de inversión para los fondos especializados en procesos de insolvencia y en planes de reestructuración. Y es que el nuevo marco normativo otorga mayor seguridad jurídica y atraerá más capital de situaciones especiales para tomar un mayor riesgo en España. De estos asuntos trató la tercera mesa del II Foro de Reestructuraciones organizado por elEconomista.es.

En estos doce meses bajo la nueva Ley Concursal se han producido oportunidades para el mercado de M&A (fusiones y adquisiciones de empresas en inglés) en todos sus aspectos, aunque la banca aún no haya sido partidaria, en líneas generales, de vender deuda.

Para el country manager de Indo Capital, Sony Ganwani, el sector de real estate acapara la mayor parte de las operaciones. "En el sector de la reestructuración el coste de capital es muy alto y aún quedan meses para que la nueva ley empiece a dar frutos. Tanto por la vía equity, como por la vía deuda, el sector inmobiliario es el que concentra la actividad", según el responsable de esta gestora del capital indio en España.

Tampoco se han visto cambios significativos en el país desde que entró en vigor la nueva norma, según explican desde Sherpa Capital. El socio senior y director del Área de Inversiones de la gestora, Jorge Fernández Miret, sí ve nuevas oportunidades en lo que la estrategia distressed, principalmente en las pymes españolas con valoraciones que van desde los 15 a 60 millones de euros. "Ahora hay 1.300 oportunidades de empresas con un apalancamiento superior a las ocho veces con las que solemos trabajar. La nueva ley permite que estas compañías potenciales con un apalancamiento superior a las cinco veces estén dispuestas a llegar a un acuerdo o a un plan de reestructuración en el cual el equity no salga perjudicado", explicó Fernández Miret.

El experto considera que las grandes empresas sí se han aprovechado más del nuevo marco concursal desde su nacimiento pero, en el caso de las pymes pequeñas, no se ha visto mayor actividad en este ámbito hasta julio de este año, con las últimas subidas de tipos de interés en Europa.

"Nuestro objetivo es, principalmente, financiar empresas que lo están haciendo bien y no están en situaciones de intervención. Pero somos un prestamista y tenemos que estar preparados para enfrentarnos a todas las situaciones", sintetizó el director de MV Credit, Nicolás Escribano. El responsable del fondo con base en el Reino Unido ve en el entorno europeo una ola de reestructuraciones consecuencia del Covid, del ajuste a la baja de los márgenes y de la aparición de las primeras situaciones complejas. "En próximos años habrá más defaults (impagos) pero la ley ayuda a anticipar estas situaciones. La cultura de anticipar problemas nos caracteriza", explicó Escribano.

El mundo de la inversión en España ha puesto el foco en una sentencia concreta: el caso Celsa. "Ahora mismo fuera de España se valora positivamente la nueva ley concursal pero el mercado está más pendiente de otras geografías más tensionadas", según Jaime Lamo de Espinosa, Investment director de Taconic Capital.

Desde el hedge fund ponen el foco en el mercado residencial alemán o el inmobiliario nórdico con "casos de más distressed de empresas que se apalancaron demasiado a tipos muy bajos y ahora tienen situaciones de bonos con rentabilidades del 8% y 10% cuando los activos subyacentes están al 4% o 5%", valoró Lamo de Espinosa.

El mercado inmobiliario del sur de Europa también está tensionado, según valoraron varios expertos en el Foro, aunque con situaciones menos críticas que los casos vistos en la parte norte del continente porque los apalancamientos son más bajos y los plazos y horizontes de inversión más largos.

La cobertura concursal

Todo proceso concursal tiene su impacto en la gestión de riesgos y la toma de control de una sociedad por parte de sus acreedores, reorganiza el negocio y cambia el equipo gestor, con un consejo entrante y otro de salida. En este entorno las pólizas para cubrir las responsabilidades de los administradores y directivos durante el proceso resultan claves. La responsable de FINPRO Advocacy en Marsh McLennan, Sofía García-Ollauri, valoró la parte de las corredurías de seguros en todo este proceso que no está exento de reclamaciones por daños y perjuicios, entre otros, y que puede postergarse más allá del cambio de control en la compañía. "El equipo gestor saliente también puede solicitar la modificación del contrato para que cubra también los actos posteriores a la fecha de cambio del control", según García-Ollauri.

Lo que está claro es que la compra de deuda no se ha reactivado y eso limita las operaciones en el mercado. "Ahora mismo, los bancos no están para vender deuda. No tienen tantas situaciones sobre la mesa", resume Lamo de Espinosa de Taconic Capital, que recomienda rodearse de especialistas en un plan de reestructuraciones.

Aun así, se pueden realizar operaciones antes de que la empresa esté realmente inmersa en una crisis financiera (distress, en inglés). Para Jorge Fernández Miret, la banca tradicional es consciente de la situación, pero no apoya. "Cuando hay una presión de distress lo que hacen es cortar el circulante. Nosotros podemos dotar esa liquidez y hacer de bisagra entre el acreedor financiero y el equity", según Fernández Mirat. De hecho, para el responsable de Sherpa Capital un plan de reestructuración en una pequeña empresa es una oportunidad más para la familia propietaria que para los inversores en sí mismos.

Por otra parte, el experto de Indo Capital se muestra negativo con la economía española en el sentido de que ve falta de operaciones a día de hoy. "El mercado está seco para los que tenemos costes de capital alto. Hay fondos intentando vender porfolios con expectativas de precios altas pero no vemos el caso Celsa como algo ejemplar", según Ganwani. Además el responsable de la firma considera que en España los propietarios de las compañías todavía tienen demasiadas herramientas que les permiten permanecer al frente de sus negocios. "La ley aún permite que la gente se aferre hasta el último minuto. Es cierto que el nuevo marco desatasca la situación pero todavía hay camino que recorrer hasta ver un sector con velocidad para resolver los problemas".

Cualquier acreedor antes te tenía como rehén en un proceso concursal

A pesar de la ausencia de operaciones los procesos han cambiado para bien, dotando de mayor flexibilidad en los planes de reestructuración. "La calma antes de la tempestad también es un signo de que viene un mercado bajista", según el experto de Taconic Capital. Para el experto, el primer signo lo está dando ya el sector inmobiliario. "Cuando no hay transacciones es porque el que vende cree que vale 100 y el que compra no está dispuesto a pagar más de 80. Esto puede saltar al resto de sectores. Pero, de momento, no ha llegado", según Lamo de Espinosa, que ve en el nuevo marco concursal instrumentos para agilizar los planes de reestructuración al no tener que buscar la unanimidad de los acreedores, como era obligatorio anteriormente. "Cualquier acreedor te tenía como rehén. Ahora es todo más flexible. Lo importante es que la empresa mantenga la actividad y cómo lo gestiona el pasivo es asunto suyo".

Más allá del nuevo marco jurídico, Nicolás Escribano, de MV Credit, destacó la importancia de realizar planes consensuales, como en el caso de Pronovias. "En este caso los dueños dieron las llaves a los acreedores y ahí la discusión fue cómo estructurar el capital y como dotar la liquidez necesaria para impulsar el crecimiento de la compañía tras la pandemia", según el experto.

Este fue uno de los ejemplos que estuvieron en el debate de cómo el proceso de reestructuración puede dar viabilidad y continuidad a las compañías que tienen valor. El cambio del control de las compañías y las exigencias que hay en estos procesos a los administradores y directivos ha potenciado la cultura de las coberturas frente a las reclamaciones, como ya ocurre en el mundo anglosajón. "Todo el mundo es consciente de que es necesario contar con cobertura frente a estos riesgos", según Sofía García-Ollauri, responsable de FINPRO Advocacy en Marsh McLennan.

La experta recuerda que se van a pedir una serie de requisitos que van desde las valoraciones de la compañía hasta el plan en sí de la reestructuración, pasando por el accionariado final o el nuevo organigrama de la compañía.

El socio y director de inversiones en Sherpa Capital reconoce que ya no hay estigma en la labor que realizan en los procesos de reestructuración. "Para nosotros ha desaparecido la entrada agresiva en un proceso. No nos ven como alguien que quiere robar la empresa. No tenemos una entrada agresiva que vayamos a robar la compañía. Al final somos una herramienta necesaria que da liquidez y flexibilidad que un fondo grande será más difícil que te ayude", según Fernández.

"Lo que aportamos son garantías de flexibilidad en condiciones de refinanciación o en vencimientos o amortizaciones. Pero todo desde el punto de vista de que no queremos quedarnos con la compañía", explicó Nicolás Escribano. "Cuando estás en un bloqueo hay diferentes jugadores que pueden meter un instrumento nuevo o intermedio.

Llega la incertidumbre

Todas las partes reconocen que el entorno macroeconómico con tipos de interés altos crisparán el entorno empresarial a partir de ahora. "Viene un momento difícil. Desde el punto de vista asiático veo en España una oportunidad" explicó el responsable de Indo Capital. "Es un poco incierto lo que viene en los próximos años", resumió el director de inversiones de Taconic Capital que considera que el euríbor ya está afectado a las empresas.

Esta puede ser una puerta para la financiación alternativa, como ocurre en otros países. Jorge Fernández, de Sherpa Capital, considera que las pymes españolas no están buscando estas opciones y muchas veces tampoco son valoradas por los financiadores ante la falta de datos su situación.

Del mismo modo, las valoraciones de las compañías ganando importancia en los nuevos planes de reestructuración con la subjetividad intrínseca que implican estos procesos. "De momento, hay poco debate entre los prestamistas de cuál es el valor de la compañía", concluyó Escribano.

Puede ver la jornada completa del II Foro de Reestructuraciones aquí: