Rivero critica la gestión del BBVA de su crisis de imagen y pide la vuelta de los Neguri
- Remite una carta a los fondos accionistas para que presionen
Eva Díaz, Fernando Tadeo
El expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, dio la sorpresa en la junta de accionistas de BBVA celebrada este viernes en Bilbao. Tras la intervención de nueve accionistas en el acto, el presidente de la entidad Carlos Torres levantó los murmullos del auditorio del Palacio de Euskalduna de Bilbao al nombrar al décimo compareciente: Luis del Rivero. El constructor mantiene denunciado al banco desde el pasado mes de febrero por el presunto delito de intromisión a la intimidad en el marco de los trabajos que el excomisario José Manuel Villarejo hizo para BBVA entre 2004 y 2005 para evitar el asalto de Sacyr.
Rivero fue espiado, según los papeles de Villarejo, pero evitó hacer mención al escandaloso suceso para centrarse directamente en la crítica de la gestión de Francisco González al frente de la entidad en los últimos 22 años e instó a buscar soluciones para levantar la reputación de un banco que creció a las faldas de los ingenieros vascos en el siglo XIX. El expresidente de Sacyr pidió al consejo de administración de BBVA, con Carlos Torres a la cabeza, la creación de un comité especial para resolver la crisis de imagen que sufre el banco tras más de un siglo de historia.
Y para ello, para dar solución al problema, instó a recuperar al conocido como clan Neguri. Del Rivero propuso al banco la puesta en marcha de un grupo formado por antiguos presidentes, consejeros delegados y directivos del banco como Emilio Ybarra, Pedro Luis de Uriarte, José Domingo Ampuero o Jesús María Cainzos que "ayuden a los 150 profesionales" de PwC y los despachos de abogados Uría y Garrigues a esclarecer la investigación interna de la entidad sobre el caso Villarejo.
"Si hacen caso a eso, el banco salvará su reputación de forma limpia y honorable. Y si no lo hacen, ustedes sabrán por qué no lo hacen", dijo frente a Torres y al nuevo consejero delegado del grupo, el turco Onur Genç.
Asimismo, esta propuesta no la ha dejado en el aire del auditorio del palacio bilbaíno. Del Rivero aseveró que ha remitido una carta a los 59 fondos accionistas del banco, que poseen el 90% del capital del mismo, para hacerles llegar la idea, bajo el argumento de que en EEUU, cuando existe una crisis reputacional en una entidad, se crean este tipo de comité especial.
Por otro lado, Del Rivero quiso aclarar que el plan de tomar una participación relevante en BBVA en 2004 para entrar en el consejo de administración de la entidad y derrocar a González de la presidencia, no fue una idea apoyada por el entonces Gobierno de Zapatero. El constructor aseguró que si el entonces presidente socialista hubiera querido hacerse con el banco, lo hubiera hecho, puesto que "era inflexible". Por tanto, justificó que la idea de que el Ejecutivo estaba detrás del asalto al banco vino directamente de González, quien siempre quiso ver, a su juicio, el plan como una operación política.
Además, el expresidente de Sacyr reprochó a FG que echara al clan Neguri de la entidad bajo el escándalo de las cuentas secretas de Jersey. Un caso que, finalmente, fue sobreseido por la justicia y no hubo ningún condenado. Sin embargo, remarcó, ninguno de estos directivos volvió al banco y quien sí está hoy como consejero del mismo, dijo, es el exgobernador del Banco de España, Jaime Caruana. "El mismo que pidió uno a uno en su día a estos consejeros que dejaran la entidad", puntualizó.
Finalmente, aseguró que el plan de acción de Sacyr estaba apoyado por 81 de las 82 familias fundadoras de BBVA. De hecho, señaló que la primera reunión que mantuvo con el entonces ministro de Economía, Pedro Solbes, sobre el tema, fue acompañado de Salvador Ybarra, hermano de Emilio Ybarra, entonces imputado por el caso de las cuentas secretas.
El espionaje, en el centro
La intervención de los trece accionistas que participaron en la junta estuvo marcada por completo por el caso Villarejo. Todos reprocharon el tema a la entidad bajo el argumento de que se estaba pagando al excomisario con el dinero generado por el esfuerzo de los empleados y, además, se estaba haciendo un grave daño reputacional al banco. "Parece una película de espías, pero tiene visos de realidad. Es urgente que se depuren responsabilidades y sean transparentes", exigía el representante de CGT, quien culminaba proponiendo a FG devolver las cantidades cobradas y revertirlas en la plantilla. La representante de los empleados en Galicia señaló que la sombra del caso Villarejo "es tan grande y tan negra que ensombrece los resultados y lastrar su presidencia (en referencia a Torres) si no toma medidas reales".