Banca y finanzas

La mutación de TSB Bank: de lastrar al Sabadell a ser su vector de crecimiento

  • La filial británica aporta un tercio del negocio y cuenta con un "blindaje" frente a los descensos de los tipos

Eva Contreras, Matteo Allievi

La opa de BBVA vuelve a poner en el mercado al británico TSB Bank, el negocio que ocasionó grandes quebraderos de cabeza a Banco Sabadell durante años tras su adquisición en 2015 y que, después de darle la vuelta, hoy destaca entre sus grandes vectores de crecimiento. Con cinco millones de clientes, cerca de 4.800 empleados en plantilla y 184 sucursales, la entidad aporta casi un tercio del negocio crediticio con un beneficio creciente.

El Sabadell ultima, de hecho, un nuevo plan estratégico para 2025-2027 y se esperaba que la filial desplegase ahí todo su potencial. Tras las millonarias inversiones que tuvo que encajar nada más adquirirlo por los costes de su plataforma tecnológica, TSB pudo construir ya un 10% del beneficio neto en 2022 y alcanzó el 19% durante el primer trimestre del actual ejercicio. La entidad ganó un 96,1% más y sumó 74 millones de libras al grupo (94 millones de euros).

Su aportación sería, incluso, superior de no ser porque el beneficio en España se disparó gracias a que destinó apenas 31 millones al impuestazo frente a los 192 millones devengados en el primer trimestre de 2024 porque su anterior diseño no permitía la periodificación actual.

La mejora del británico descansa en la marcha del negocio, pero se ha convertido en una especie de escudo para el grupo frente al escenario de bajada de tipos porque tiene "blindado" el margen con un esquema de derivados. La entidad tiene unos 22.000 millones de euros de sus 43.200 millones en cartera de crédito un swap a cinco años que se revaloriza alrededor de una quinta parte cada año con las últimas subidas de tipos en el país. En la práctica permite que se reprecie algo más de 4.000 millones cada año y garantiza así un flujo estable y constante en el margen financiero. Su efecto, según expectativas de Sabadell, se prolongaría hasta el año 2027.

Aunque el negocio de TSB ha cogido velocidad su RoTE ajustado era del 14,3% en marzo, inferior al 15% del grupo, y tendría margen para mejorar la eficiencia acercando sus parámetros a los del grupo.

Con estas expectativas, en el mercado apuntan que el vallesano deberá ponderar muy bien la venta y solo ejecutarla si añade valor para el accionista, aunque en el momento actual jugar la carta pueda ayudarle a repeler el abrazo de BBVA, porque sacrificaría impulso futuro.

Según anticipó Financial Times, Sabadell recibió interés de terceros por TSB y, para poner en valor la franquicia, habría puesto en marcha un proceso, abriendo la opción a otros interesados con intención de acelerar el proceso y tomar la decisión en casi tiempo récord.

Sería, al menos, la segunda vez que TSB sale al mercado desde que lo compró en 2015 a Lloyds Banking Group por 1.700 millones de libras (2.000 millones de euros). Fundado en 1810 como Trustee Savings Banks -una especie de caja de ahorros-, Lloyds había integrado la entidad en 1995 y posteriormente tuvo que escindirla y enajenar como parte de los compromisos asumidos con el Gobierno tras recibir ayudas durante la crisis financiera.

Problemas tecnológicos

Los problemas informáticos derivados de la interconexión de la plataforma añadieron una factura superior a los 377 millones al talón pagado por Sabadell, además de una multa por los problemas soportados por clientes y se cobró la salida de su entonces consejero delegado Paul Prester. La reorganización posterior, con ajustes incluidos de plantilla y sucursales, y una nueva hoja de ruta dieron la vuelta a la entidad.

La historia vuelve a repetirse de alguna manera porque fue en 2020 cuando Sabadell sopesó vender la filial para reforzarse coincidiendo en el tiempo con las negociaciones frustradas con BBVA para una fusión cuando la rentabilidad del vallesano era nula. La entidad recibió, incluso, una oferta no solicitada de Co-operative Bank por unos 1.300 millones, que rechazó y cerró definitivamente la puerta a su venta cuando César González-Bueno asumió las riendas como consejero delegado.

Sin embargo, la posibilidad ha estado siempre entre las cábalas de analistas por su tamaño mediano, el complejo escenario regulatorio para la banca en Reino Unido y la actual oleada de concentración.

NatWest Group, el postor con más opciones

NatWest se perfila como la entidad con más opciones de comprar TSB tan solo un mes después de poner fin a casi 17 años de propiedad pública. "Creemos que esta transacción tiene más sentido para NatWest", estimaron ayer los analistas de RBC, ante el apetito de sus gestores a operaciones corporativas y que no precisaría ampliar capital. Otros interesados serían Barclays, Santander UK y HSBC, según Financial Times.