Banca y finanzas
Bankinter espera no tener que pagar por el impuestazo este año ni en 2026
- El banco ratifica el objetivo de ganar más de 1.000 millones y limita al 1,4% la exposición del crédito a sectores afectados por los aranceles
Eva Contreras, Matteo Allievi
Bankinter cree que no tendrá que pagar por el nuevo impuesto del Gobierno este año ni en 2026 gracias a las deducciones permitidas en su nueva formulación. Una estimación que ha llevado al banco a no cargar provisión alguna en las cuentas del primer trimestre frente a los 95 millones que devengó el año pasado y que, como el resto del sector, tuvo que imputar íntegros en los resultados a marzo.
La proyección la compartieron este jueves su consejera delegada, Gloria Ortiz, y el director financiero, Jacobo Díaz, durante la presentación del resultado que, entre enero y marzo, ha aumentado un 34,5% interanual, hasta 270,1 millones. Su previsión es que la entidad consiga pulverizar este año la barrera de los 1.000 millones. "Creo que estamos bien preparados para conseguir este objetivo", sostuvo Ortiz.
La estimación de que el impacto del gravamen vaya a ser "cero o cercano a cero" es porque el tributo, con su nuevo diseño, permite deducirse hasta un 25% de la cuota líquida o del dinero efectivamente pagado a la Hacienda Pública. Bankinter debería abonar 54 millones de euros brutos este año con cargo a los ingresos de 2024 en aplicación de la tasa y puede neutralizar su impacto porque ingresa más de 300 millones al fisco por el Impuesto de Sociedades. En la práctica, podría restar unos 70 millones. Sin esta deducción, el crecimiento del beneficio se limitaría al 7,5-8%, expuso Ortiz.
Bankinter tiene, de hecho, una de las tasas fiscales más altas del sector, cercana al 30% en el impuesto de sociedades, porque no se deduce partidas como créditos fiscales que sí restan otras entidades financieras por pérdidas o saneamientos derivados, a menudo, de fusiones.
El nuevo tributo ha pasado de un recargo del 4,8% sobre ingresos (comisiones y margen financiero) a una formulación por tramos progresivos que avanza desde el 1% para facturaciones desde 700 millones al 7% para cuantías superiores a los 5.000 millones. Los primeros 100 millones se encuentran además exentos, de forma que en su caso neutralizaría el impacto en los primeros 100 millones de ingresos de Bankinter y de su filial Evo Banco, recientemente integrada en el grupo.
Este año debería abonar la cuantía correspondiente a los ingresos de 2024, que podrá deducirse en su integridad, y con las primeras cifras de resultados y proyectando al conjunto del ejercicio espera que también lo podrá neutralizar, aunque el escenario que se dibuja este año se ha complicado por las tensiones geopolíticas.
Demanda de crédito estable
Preguntada precisamente por los posibles efectos de la guerra comercial desatada por Donald Trump, Ortiz ha reconocido el período de enorme incertidumbre y muchísima volatilidad y que el impacto de los aranceles dependerá del resultado de las negociaciones que están teniendo lugar entre Europa y Estados Unidos. "Es muy pronto para ver impactos. Cuando hubo grandes crisis, los efectos se han visto en la economía real con mucho tiempo", ha afirmado. Sin embargo, ha recalcado que hasta el momento la demanda crediticia sigue sana y que la entidad no está detectando nada de impacto en la calidad del crédito.
La banquera minimizó, en cualquier caso, el potencial impacto a futuro por la baja dependencia de las exportaciones nacionales al país y limitó a apenas un 1,4% o por debajo la exposición que Bankinter tiene en la cartera crediticia con compañías exportadoras a la región.
"España tiene una exposición pequeña a las exportaciones a EEUU, que viene a ser un 2,5% del PIB, mientras que Alemania o Italia cuadriplican esas cifras, con lo cual el impacto en nuestra economía será más de segunda ronda. Exportamos vino, aceite y componentes de automóvil y nuestra exposición a esos sectores es muy pequeña", ha agregado la consejera delegada. Irlanda, por otra parte, tiene a EEUU como principal mercado exportador, pero el sector principal de exportación es el farmacéutico, que parece quedar excluido de los aranceles, ha recordado Ortiz.
Con respecto a las maniobras de política monetaria a corto plazo, Ortiz ha señalado que el mercado está descontando que el tipo llegue a un 1,5%-1,75% y el euríbor a un 1,9% y pico, según las estimaciones de los analistas. Por lo tanto, "no esperamos que los tipos vayan a reducirse de manera significativa hasta finales de año. Si EEUU entra en una recesión, ya veremos qué ocurrirá", ha dicho.
Bankinter ha batido previsiones del mercado en el primer trimestre con la ganancia de 270,1 millones, que crece un 34,5% interanual (el consenso de Bloomberg esperaba 213,30 millones). Junto al hecho de no volver a pagar los 95 millones que soportó el año pasado por el impuestazo, la progresión de la cuenta refleja una mejora del negocio con ganancias de cuotas en todas sus geografías (España, Portugal e Irlanda) y el empuje de los ingresos por comisiones gracias al buen pulso comercial.
Ambos efectos compensan una caída del 6,4% en el margen financiero con las rebajas de tipos -el BCE ha reducido el precio del dinero desde el 4,5% al 2,25% en el periodo-. Su traslación ha metido presión al margen de clientes, pero la banquera auguró que ya ha alcanzado cierta estabilidad y apuntó que Bankinter ha reforzado su cartera ALCO de deuda para compensar ese estrechamiento con mayores ingresos por los bonos. Esta gestión y la contratación de derivados ha reducido la sensibilidad del margen a un 3% frente a eventuales descensos de 100 puntos básicos en los tipos, algo que no se espera ahora.
Cuestionada sobre la necesidad de agilizar la regulación en el sector financiero, la consejera delegada ha indicado que está de acuerdo con la intención de eliminar la burocracia y simplificar la normativa. A diferencia de la presidenta del Santander, Ana Botín, que hace unas semanas pidió a Bruselas la creación de una agencia independiente con el mandato de reportar a la Comisión Europea cada trimestre "la eliminación o reducción de regulación", Ortiz no se ha mostrado partidaria de crear más organismos porque "sería crear más burocracia de la existente". "Hay que simplificar lo que ya existe", ha añadido.