Bizum y la franco-alemana Wero exploran crear el gigante europeo de pagos exprés
- El BCE promueve una plataforma única frente a los líderes estadounidenses Visa y Mastercard
- La solución española y sus socios italiano y luso analizan la interconexión con la centroeuropea
Eva Contreras, Matteo Allievi
Madrid,
El ambicioso proyecto europeo de pagos instantáneos vuelve a estar sobre la mesa, pero con cambios sobre la estrategia inicial. Bizum y sus socios, los esquemas gemelos de Italia (Bancomat Pay) y Portugal (SIBS), exploran interconectar las plataformas con Wero, la aplicación de pagos inmediatos del centro y el norte de Europa que lideran los bancos de Francia, Alemania y Bélgica, según fuentes conocedoras de las conversaciones. Si fructifican los contactos darían lugar al gigante europeo para pagos instantáneos que lleva años defendiendo el Banco Central Europeo (BCE) por lógica industrial y para competir a escala mundial frente a los grandes colosos de la industria, sobre todo, con las dominantes estadounidenses Visa y MasterCard.
La alianza enterraría la carrera iniciada por el consorcio del sur, capitaneado por el español Bizum, y el consorcio centroeuropeo para liderar la actividad en el Viejo Continente después de que en 2022 numerosos bancos se separasen del proyecto original por su retraso y la alta factura en la que se cifró el montaje.
Choca con la alta factura
Aquel proyecto comenzó a incubarse en 2020 como Iniciativa de Pagos Europea (EPI, por sus siglas en inglés) con 16 bancos de España, Alemania, Francia, Bélgica y Países Bajos como promotores, incluidos Santander, BBVA y CaixaBank junto a BNP Paribas, Commerzbank, Crédit Agricole, Deutsche Bank, ING, Société Générale y UniCredit. Un año después ascendía a 31 entidades, incluyendo las también españolas Abanca, Sabadell, Caja de Ingenieros, Cajamar, Ibercaja o Unicaja.
El BCE llevaba años pidiendo a la industria labrar un proyecto común y cuando se gesta EPI felicita su constitución porque crearía, dijo, una solución de pago unificada para consumidores y comerciantes de toda Europa "que incluya una tarjeta de pago y un monedero digital y que abarque los pagos en tiendas, en línea y entre personas, así como las retiradas de efectivo".
El supervisor lo enmarcó en la lógica de avanzar hacia un mercado de pagos europeo "seguro, eficiente e integrado" con infraestructuras paneuropeas en el marco de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA), que años después de su creación adolecía de una elevada fragmentación con países que no aceptaban tarjetas de otros estados de la Unión Europea (UE).
Detrás del impulso del BCE subyace, además, la preocupación por depender de esquemas no europeos que, además de centralizar la actividad de pagos internacionales, imponen las reglas, incluido el sistema de mensajería bancaria Swift. Su dominio afloró en la guerra de Irán, cuando las grandes firmas de EEUU cortaron las infraestructuras de pagos con tarjetas a ciudadanos y empresas ligadas al país y volvió a ocurrir con la invasión de Rusia a Ucrania.
Sin embargo, del esquema EPI -el "Bizum europeo"- se fueron descolgando de manera progresiva los bancos italianos, portugueses y españoles, entre otros, por la lentitud de su construcción y ante un presupuesto milmillonario para crear desde cero la plataforma común. Entonces se cifró en 300 millones la factura solo para la banca española, cuando aquí ya existía Bizum desde 2015 para pagos exprés entre particulares por el móvil, con una aceptación masiva que todavía hoy ningún sistema similar ha logrado replicar.
Bizum se unía además por entonces a la Asociación Europea de Sistemas de Pago Móvil (Empsa), creada para impulsar una solución común a través de la interconexión de las plataformas nacionales y sin crear esquemas desde cero. Y el año pasado Bizum, Bancomat Pay (Italia) y SIBS (Portugal) arrancaron el proyecto, conectando sus plataformas y haciendo posible así los pagos exprés entre países en iguales condiciones que a escala nacional, y abierto a incorporar otros sistemas.
En paralelo, emergió Wero sobre la originaria EPI, con un funcionamiento prácticamente idéntico e impulsada por los bancos de Alemania, Francia y Bélgica, y con la misma ambición de expandirse por toda Europa. En la actualidad, ambos consorcios han acercado posiciones y, según las fuentes consultadas, se encuentran explorando la posibilidad y viabilidad de interconectar sus infraestructuras frente a la opción de montar una estructura común.
El acuerdo de interoperabilidad en el que participa Bizum suma más de 43 millones de usuarios -con cobertura a 182 entidades-, de los que 28 millones operan con el sistema español. Se lanzará este año tras probar en 2024 los sistemas con la proyección de incorporar el pago presencial a comercios a final de ejercicio.
La billetera de pago digital Wero proyecta conectar a todos los bancos socios en pocos meses. Entre ellos, figuran Deutsche Bank, BNP Paribas Fortis, ING, KBC, BNP Paribas, Groupe BPCE, Crédit Agricole, Crédit Mutuel y Société Générale. Arrancó con pagos minoristas y este año incorporará pagos en pequeños comercios y a medio plazo en comercios de mayor dimensión y servicios como pagos fraccionados (Buy Now-Pay Later).
Bizum: 1.000 millones de operaciones al año por 44.200 millones de euros
El ascenso en el uso de Bizum es vertiginoso. El año pasado realizó 1.093 millones de operaciones con un valor asociado de 44.206 millones de euros. El gran éxito del sistema es su fuerte difusión y el intenso uso de los clientes. Hasta 38 entidades ofrecían Bizum el pasado año a más de 28,2 millones de personas, que realizaron una media de 3 millones de operaciones diarias o el equivalente a 35 "bizums" por segundo.
Su popularidad es tal que se ha acuñado la marca de la compañía para los pagos instantáneos, y los neobancos y 'fintech' apresuran su adopción porque no disponer del servicio supone el riesgo de perder oportunidades de captación, ya que muchos usuarios exigen Bizum para establecer sus relaciones bancarias. Hay mercados con un mayor número de consumidores financieros y más bancos, pero, hasta la fecha, ninguno ha logrado su nivel de penetración y su uso cotidiano. Mientras, la herramienta no ha dejado de incorporar funcionalidades y, tras pasar del particular al uso en comercios, ultima nuevos casos de uso.