Banca y finanzas

Criteria venderá activos por hasta 3.500 millones para financiar la expansión en Naturgy, Talgo y Puig

  • La compañía dispone también de 558 millones en caja, 430 millones de crédito no dispuesto y el dividendo de sus participadas 
  • La llamada 'cartera de diversificación' se construyó con el dinero percibido con la venta de Abertis ante la falta de oportunidades estratégicas 
  • Tiene en marcha la desinversión de Saba desde hace más de un año
Isidre Fainé, presidente de Criteria, y Ángel Simón, consejero delegado. EE

Carles Huguet
Barcelona,

El viraje en la estrategia de CriteriaCaixa implicará una reestructuración en la cartera, donde el peso de las cotizadas internacionales caerá para dar paso a las nuevas participaciones basadas en España. El holding catalán construyó desde 2018 una división, que al cierre de 2023 superaba los 2.500 millones de activos, de pequeños porcentajes en multinacionales y tiene en marcha la venta de Saba, valorada en otros 1.000 millones, de las que ahora echará mano para financiar su crecimiento en Naturgy y las posibles entradas en Talgo y Puig.

Las fuentes consultadas por elEconomista.es señalan que en la hoja de ruta marcada por Ángel Simón está reducir su exposición a esta amalgama de organizaciones, en las que Criteria no tiene peso en la toma de decisiones y ni siquiera rebasa el umbral mínimo para explicar su posición -a excepción de la portuguesa Sonae-. De estos 2.515 millones de euros saldrán parte de los recursos utilizados para el nuevo rumbo marcado por el dirigente: entrar en compañías en las que pueda hacer valer su voz ya sea con sus asientos en el consejo o con su peso en el accionariado.

De ahí que la llamada cartera de diversificación no encaje plenamente en el nuevo rumbo. La desinversión no será inmediata. Ni de golpe. Se hará de manera paulatina a medida que se vayan requiriendo recursos y teniendo en cuenta que la salida se produzca con plusvalías siempre que sea posible. Contactada por este medio, la institución declinó hacer comentarios.

De este modo, el brazo inversor de La Caixa recortará en una división construida en 2018 por su antiguo CEO, Marcelino Armenter, tras percibir 3.900 millones de euros por su porcentaje en Abertis. Ante la falta de oportunidades estratégicas, la entidad optó por entrar en multinacionales con altos dividendos con los que financiar a la Fundación La Caixa a la espera de que surgiesen nuevas compras.

Al no rebasar los mínimos requeridos para aflorar su participación, el holding podía realizar movimientos con sus títulos, que servían prácticamente como una hucha en un momento de tipos de interés al 0%, sin tener que dar explicaciones.

Criteria sí optará por mantener sus posiciones minoritarias dentro de la cartera financiera, hasta 2015 en manos de CaixaBank, por las sinergias que puede tener con el banco español. Así, no sopesa variar su presencia en el capital de la entidad mexicana Inbursa, de la que suma el 9,1%, y el hongkonés Bank of East Asia, del que tiene el 19,23%.

El holding presidido por Isidre Fainé sí espera desprenderse en los próximos meses del grupo de aparcamientos Saba, valorado en sus cuentas en 689 millones de euros. La firma catalana está en conversaciones desde hace meses con el grupo Interparking, aunque las restricciones del regulador belga han segado el ritmo de la operación. Por ello, aunque la negociación sigue en marcha, existe la posibilidad de abrir una venta ordenada, aunque de momento no ha sucedido.

En el sector se especuló con que la participada podría alcanzar los 1.000 millones de valoración, pero Criteria se quedaría con un porcentaje minoritario en el capital.

La sociedad suma también 2.694 millones de euros en ladrillo, tanto en viviendas de alquiler residencial de los que quiere desprenderse, inmuebles en fase de promoción como activos por valor de 472 millones en fase de desinversión. El grupo lanzó además a finales de 2023 un nuevo plan estratégico con el objetivo de "elevar la intensidad en la rotación de la cartera actual para acelerar la mejora de la rentabilidad global de la cartera", por lo que la división inmobiliaria también podría destinar recursos a la nueva hoja de ruta.

Más allá de las ventas: las opciones de Criteria

Las desinversiones -entre las que no ha salido todavía el nombre de Cellnex- no son la única vía que tiene la institución para financiar la ofensiva en la que está inmersa. Para empezar, cerró el año 2023 con una caja de 558 millones de euros y otros 430 millones en pólizas de crédito comprometidas y no dispuestas con seis entidades de crédito distintas. Es decir, prácticamente 1.000 millones de liquidez inmediata.

Además, a lo largo del primer trimestre percibió más de 1.000 millones de euros en dividendos de sus dos principales participadas, CaixaBank y Naturgy. Aunque el dato no es público, es de esperar que la cifra sea superior al contabilizarse la remuneración procedente de todas las cotizadas presentes en su cartera de diversificación, seleccionadas en parte por su política de pago al accionista.

Los más de 2.000 millones de ambas partidas, eso sí, no están ya todos en su cuenta. En los primeros meses de 2024 adquirió el 2,31% de Telefónica, valorado en 527 millones de euros, según precios de mercado, y amortizó íntegramente una emisión de bonos de 600 millones, como avanzó este medio.

Con unos activos que superan los 25.000 millones y una deuda que no alcanza los 4.000 millones entre bonos y financiación bancaria, Criteria tiene margen para endeudarse. En sus estados financieros de 2023, el brazo inversor de La Caixa destaca su política de mantenerse en "niveles de deuda moderados y sostenibles a largo plazo". Destaca también que mantiene una ratio entre deuda y valor de sus activos inferior al 20%.