Banca y finanzas
El crédito se frena: la nueva concesión a empresas y familias se hunde un 16% en febrero
- La producción se reduce un 17% en hipotecas y casi el 38% en grandes operaciones con empresas
- La financiación resulta el 30% inferior a la vigente antes de que el BCE empezase a subir los tipos
Eva Contreras
La financiación flaquea en el arranque del año. La banca otorgó alrededor de 30.206 millones de euros a familias y empresas durante el pasado mes de febrero, el menor importe facilitado en un mes estanco desde agosto de 2021 y que supone tanto un descenso interanual del 15,88% como romper la tendencia de avance que venía mostrando desde la pandemia del Covid, tan solo interrumpida en diciembre por un retroceso mucho menos acusado.
La caída coincide con la escalada casi en vertical del euríbor y se explica en su integridad en las hipotecas, cuya producción se desploma un 17,51%, y por hundirse además un 37,78% en la disposición por parte de empresas en operaciones de grandes cuantías.
Son datos del Banco de España, cuyas estadísticas revelan que dicha evolución provoca que el negocio crediticio se achique. En hipotecas, la cartera vida gestionada por la banca se reduce un 1,10% interanual, hasta los 506.157 millones de euros, después de que haya encadenado más de medio año con amortizaciones de deuda muy superiores en cuantía al dinero nuevo que entra en préstamo con la nueva producción.
En empresas, el salvo vivo vence un 0,85% en comparación con febrero de 2022 -se sitúa en 473.099 millones- después de enlazar a su vez dos meses sucesivos de reducción del porfolio. En ambos casos se agrava la situación registrada en el último tramo del pasado año, cuando el negocio ya retrocedió un 0,19% rompiendo la recuperación que habían logrado experimentar en financiación para adquisición de vivienda tras una década a la baja y poniendo fin también a dos años de expansión en la financiación a empresas.
La banca niega restricción del crédito a la economía y atribuye la menor producción a una demanda debilitada por el escenario de subidas de tipos de interés. El sector espera, de hecho, una disminución en la firma de créditos hipotecarios este año por el euríbor frente a las fuertes dinámicas de 2022, pero confía en mantener el pulso en los préstamos a compañías.
Las entidades descartan de plano cualquier repetición del cierre del crédito vivido en otras ocasiones porque la situación actual en nada se parece a una crisis (el PIB crece, aunque se frene, y no se espera una destrucción de empleo) y alegan que la banca cuenta con un robusto capital y una mullida red de provisiones acopiada durante la pandemia del Covid-19 aún sin utilizar para dar apoyo a la economía.
Desde el ángulo de la capacidad de pago de los clientes, sostienen no ver indicios de deterioros en su solvencia que alienten una restricción pese a que la tasa de morosidad sí repuntó ligeramente en enero, desde el 3,54 al 3,56%, precisamente porque se achicó el stock financiado y la exposición dañada pesa ahí más.
El Banco de España ha alertado, en cambio, de un endurecimiento generalizado en las condiciones de la concesión a familias y empresas desde finales del pasado ejercicio en base a los resultados recabados en la Encuesta sobre Préstamos Bancarios que realiza entre entidades financieras.
La banca confirmó en dicho estudio que los criterios para otorgar financiación eran ya más exigentes en precios, plazos y provisión de garantías durante los últimos meses de 2022 por el deterioro de las perspectivas macroeconómicas y el encarecimiento en sus costes de financiación y auguraban que la tendencia se agravaría este año, además de caer la solicitud de financiación por parte de los clientes.
El BCE mete presión
El giro en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) busca, precisamente, frenar la inflación conteniendo el crecimiento y el consumo y ahí el encarecimiento de la financiación juega un rol clave.
La sola expectativa de que el organismo liderado por Christine Lagarde iba a dejar atrás los tipos de interés negativos empujó al euríbor desde el -0,502% en diciembre de 2021 al 0,852% en junio del pasado año, antes de que agregase los primeros 50 puntos básicos al precio del dinero. Hoy los tipos están en el 3,5%, y el euríbor cerró febrero en el 3,534%.
El endurecimiento se ha traducido al instante a precios, afectando a la concesión. La producción de febrero pasado fue, de hecho, un 30% inferior a los más de 42.000 millones que la banca otorgaba en ese junio presubida de tipos.
En hipotecas, la TAE media en las nuevas concesiones pasó desde el 1,50% de cierre de 2021 a un 3,12% doce meses después y aún ha engordado casi otro 17% en los primeros dos meses de 2023 (se situó en el 3,65% en febrero). En empresas, el mayor incremento ha tenido lugar en las operaciones por cuantías superiores al millón de euros, normalmente asociadas a grandes empresas, cuya TAE se situó en febrero en el 4,07%, por encima del 3,52% de diciembre o el 1,12% de 2021. Es precisamente, donde la concesión bajó casi un 38%.
Pymes y consumo mantienen el flujo
El crédito a familias para consumo y las operaciones con empresas por importes inferiores a 250.000 euros evitan los descensos en la nueva producción. La banca otorgó 2.576 millones a hogares para consumo, cuantía que supera en un 4% la concedida doce meses atrás en un escenario de presión en los bolsillos por la inflación y el alza del euríbor.
Su precio se ha revelado como de los más estables en el escenario actual dado que la TAE en las nuevas operaciones han pasado desde el 7,30% de 2021 al 8,90% actual. También crece un 5,76%, hasta 10.242, la concesión en financiación a empresas por hasta 250.000 euros. Su TAE ha escalado en el mismo periodo de tiempo desde un 2,30% al 4,92%.