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Los otros 65 galeones de la flota de Indias que acompañan al San José: crece el tesoro español de monedas de oro, plata y diamantes bajo el mar
Cristian Gallegos, Agencias
Hace más de tres siglos, el galeón español San José, construido en 1698 en Aginaga, Guipúzcoa, naufragó en aguas colombianas. Se estima que la embarcación llevaba un tesoro de un valor de 20.000 millones de dólares, el cual está generando un conflicto internacional. Al hallazgo del pecio, se suman otras 65 embarcaciones que naufragaron en varias zonas del mar caribe en lo que fue la flota de Indias y su cargamento de tesoros de alto valor económico y patrimonial. En 1708, el galeón español San José, construido en 1698 por Pedro de Aróstegui, por encargo del duque Arístides Eslava y la familia Eslava, en el astillero de Mapil en Aginaga, Guipúzcoa, naufragó en aguas colombianas. Entre sus pertenencias, se estima que se encontraba uno de los tesoros más valiosos perdidos en el mar, incluidas 200 toneladas de monedas de plata, esmeraldas y oro.
Según el relato de los historiadores, el barco zarpó en 1706 desde España y acabó hundido en 1708 durante la llamada Batalla de Barú (Guerra de Sucesión de España) por un buque inglés en aguas de Cartagena de Indias, Colombia. Naufragó con un tesoro muy valioso: 11 millones monedas de oro que hoy, junto a otras, tienen un valor de 20.000 millones de dólares. Un reflejo de lo que eran estos "bancos flotantes" de la época y que formaban parte de la flota de Indias.
En 2022, con el pecio del galeón en disputa, aparecieron otras dos embarcaciones, según contó el expresidente de Colombia, Iván Duque, en una presentación de los registros más claros de estos naufragios que se encuentran a más de 1.000 metros de profundidad. En la oportunidad, el exmandatario informó sobre el nuevo hallazgo de las dos embarcaciones, en la misma zona donde está enterrado el San José.
"Una es del periodo colonial y otra (...) corresponde al periodo republicano de nuestra historia", señaló Duque. En el anuncio, que luego posteó en redes sociales, Duque dijo que la Armada colombiana también ha logrado ubicar "una decena de embarcaciones similares", recoge la BBC.
Las otras 65 embarcaciones de la Flota de Indias
En medio de todo este escenario, Carlos León, doctor en arqueología, especialista en arqueología subacuática y coordinador de la jornada 'Arqueología bajo el mar: galeones, huracanes y naufragios', que se celebró en la Fundación Ramón Areces (FRA), dio cuenta de que, además, del galeón San José y los dos que lo acompañan en aguas colombianas, se suman otros 65 barcos que estarían en República Dominicana.
En dicha jornada, según cuenta FRA, se analizó la situación del patrimonio arqueológico subacuático que se encuentra en la República Dominicana, procedente, en su mayor parte, de naufragios españoles ocurridos entre los siglos XVI y XVIII. Además, esta reunión se ha celebrado justo cuando se cumplen 300 años del naufragio del Guadalupe y el Tolosa en la bahía de Samaná.
"La flota de azogues de 1724, compuesta por los navíos Guadalupe y Tolosa, protagonizó uno de los naufragios con más pérdidas de vidas de la navegación española en el siglo XVIII", recordó Carlos León.
El proyecto Galeones de Azogue, iniciado en 1994, ha estudiado más de 5.000 objetos extraídos del Guadalupe, así como los restos del navío que se conservan bajo el mar a unos seis metros de profundidad, reza la publicación de FRA. "Gracias al estudio de este naufragio, hoy conocemos cómo era el barco, cómo fue la navegación, cómo se hundió, cómo sobrevivieron al naufragio, quién vivió y quién murió, qué transportaban, qué productos fueron embarcados como contrabando, y cómo el barco fue convirtiéndose en parte del fondo marino", añadió León.
Los pecios más "interesantes" del mundo
Por su parte, Cruz Apestegui, especialista en construcción naval española de los siglos XVII y XVIII y coordinador del encuentro, manifestó que "el patrimonio arqueológico sumergido en las costas dominicanas es el más interesante del mundo desde el punto de vista de cantidad y variedad de naufragios, pero esto a la vez es una gran responsabilidad para el país, que debe inventariarlos, conservarlos y preservarlos para generaciones futuras".
Tal y como aseguró Apestegui, "el navío Nuestra Señora de Guadalupe, construido en 1703 y hundido en aguas dominicanas en 1724, es un ejemplo único de una nave capitana acondicionada para el transporte de mercurio". Para este investigador del patrimonio subacuático, "sin una gestión público-privada será imposible conservar los más de 100.000 objetos procedentes de naufragios españoles hundidos en aguas dominicanas".
El galeón es un "barco de Estado"
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de España por ese entonces, José Manuel García-Margallo, fue más allá y afirmó que "el galeón San José es un barco de Estado". "Se trata de un barco de Estado, de guerra, y no barcos privados, por lo que hay una titularidad del Estado donde esté abanderado el pabellón del navío", manifestó García-Margallo.
"No se trata de dilucidar en una sentencia quién es el legítimo dueño del patrimonio subacuático hallado porque, según el principio de inmunidad soberana, mientras un Estado no abandone expresamente su patrimonio público subacuático, seguirá siendo su propietario", sentenció a la BBC el abogado español Carlos Pérez Vaquero.
En las últimas declaraciones realizadas en 2019 sobre este ítem histórico, el Gobierno reiteró la consabida posición española que defiende que, según el derecho internacional comúnmente admitido por todas las naciones, el "San José" era un buque de Estado, sus restos tienen la consideración de "tumba submarina" y no pueden ser objeto de explotación comercial.
En los últimos días, y con la ventaja de que el precio está cerca de Colombia, el ministro de Cultura de Colombia, Juan David Correa anunció que el inicio de las operaciones de rescate de la embarcación será en abril. Lo que vuelve abrir el debate y la pugna legal sobre la propiedad del galeón.
Si bien el verdadero interés es por el tesoro del galeón, Correa manifestó que la extracción de abril será para "investigación cultural y técnica" del navío y que la operación del tesoro "no será para este año".
Si bien Correa dejó claro que el interés de Colombia en esta extracción solo tiene intenciones de investigación, no cerró la idea de que el país latinoamericano incursione en próximas expediciones hacia el tesoro que todos quieren tener. Por esta razón, surgen los litigios internacionales de este caso entre el país y la empresa de cazatesoros Search Armada que reclama los derechos sobre el descubrimiento del pecio.