Crónica negra española: De Pablo Ibar a Daniel Sancho, la historia de los ocho españoles que se libraron del corredor de la muerte
- Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua por el asesinato de Edwin Arrieta: la familia del médico colombiano, "muy satisfecha"
- Daniel Sancho, derrumbado al conocer su sentencia de cadena perpetua: "Ha derramado muchas lágrimas"
- Los tres delitos por los que Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua en Tailandia
Cristian Gallegos, Agencias
Luego de un año, el caso de Daniel Sancho llega a su fin tras la sentencia que se ha hecho pública a primera hora de esta mañana, la cual ha concluído que el hijo de Rodolfo Sancho ha sido considerado culpable de los tres delitos por los que ha sido juzgado: asesinato premeditado, descuartizamiento y ocultación del cadáver, y destrucción del pasaporte del cirujano colombiano. De esta forma, el cocinero ha sido condenado a cadena perpetua, evitando la pena de muerte, y a indemnizar a la familia de su víctima con 106.000 euros.
Según las últimas cifras recopiladas por la ONG Amnistía Internacional en 2022, 55 países tenían la pena de muerte aún en vigor, entre ellos, Tailandia (el país asiático aplica la inyección letal desde el año 2003), lugar donde ha sido condenado en esta jornada Daniel Sancho tras el asesinato de Edwin Arrieta.
Con datos de 2023, reza Amnistía, las ejecuciones judiciales aumentaron hasta alcanzar la cifra más alta en casi un decenio, con un registro de 1.153 ejecuciones en 16 países. Esta cifra supone un aumento del 31% respecto de las 883 ejecuciones registradas en 2022 debido, principalmente, a Irán, donde se llevó a cabo el mayor número de ejecuciones desde 2015. Tal es así, que Irán se convirtió en el responsable del 74% de todas las ejecuciones registradas.
De esta forma, Sancho se suma a la lista de los españoles que se han librado del corredor de la muerte y que la conforman: Pablo Ibar, Nabil Manakli, Francisco Larrañaga, Joaquín José Martínez, Richard Anthony Meissner, Julio Mora y Artur Segarra.
Pablo Ibar, el vasco que pasó 16 años en el corredor de la muerte
El primero de la lista es Pablo ibar, de 52 años, casado, padre de dos hijos y sobrino del boxeador vasco José Manuel Ibar "Urtain", permanece encarcelado en Estados Unidos desde 1994.
Ibar fue juzgado cuatro veces por las muertes de Casimir Sucharski, dueño de un club nocturno, y de las modelos Marie Rogers y Sharon Anderson, tres crímenes que asegura que él no cometió. El ciudadano hispanoestadounidense pasó 16 años en el corredor de la muerte hasta que en 2016 un tribunal anuló la sentencia al considerar las pruebas "demasiado endebles", y posteriormente su condena a muerte fue sustituida por cadena perpetua.
La sentencia a cadena perpetua para Pablo Ibar fue confirmada por el Tribunal de Apelaciones de Florida. Rechazó así revocar la sentencia como pedía la defensa de Ibar quien fue condenado en Estados Unidos en el año 2000.
Nabil Manakli, condenado por "terrorismo"
Nabil Manakli es un ciudadano de origen sirio nacionalizado español tras contraer matrimonio con una española. El ingeniero mecánico fue detenido en 1997 y acusado de planear actos de sabotaje y asesinatos por un atentado con bomba ocurrido en Adén en julio de ese año. La pena capital fue confirmada por el Tribunal Supremo en 2003 y el presidente yemení, Ali Abdulá Salé, la ratificó posteriormente. Según Amnistía, Manakli y otras 27 personas inculpadas fueron torturados para que confesasen y el tribunal admitió estas confesiones como prueba.
El Gobierno español gestionó para conseguir su conmutación desde el principio y, en 2003, el Rey Juan Carlos intercedió por él en una carta al presidente Salé. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón incluyó su nombre en el sumario sobre el caso 11-S en España y solicitó su interrogatorio.
El 19 de abril de 2006 el presidente yemení aceptó estudiar la petición española de que se conmute la condena a muerte de Manakli tras la visita a Yemen del ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos. Posteriormente, en 2010 consiguió salir del corredor de la muerte luego de que la Justicia yemení le conmutara la pena y ambos países acordaron extraditarle a España.
Francisco Larrañaga, la abolición de la pena de muerte en Filipinas lo mantiene con vida
Francisco Larrañaga, de padre español y madre filipina, cumple en España su condena por el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas en Cebú (Filipinas). Larrañaga, quien siempre ha defendido su inocencia, entró a prisión en Filipinas en 1997, fue condenado a cadena perpetua y en 2004 a pena de muerte. La abolición de la pena capital en el país asiático le permitió conmutarla por la de cadena perpetua por 40 años. La firma de un acuerdo sobre traslado de condenados entre Filipinas y España en mayo de 2007 le permitió que cumpla el resto de su condena en España desde 2009. El preso hispano filipino asegura que no cometió ese crimen, que estaba en Manila el día en que ocurrió (a 300 kilómetros del lugar de los hechos) y que no se le dejó testificar en su defensa, ni tampoco a 35 testigos.
En la actualidad cumple condena en la de Martutene, en San Sebastián. Quedará en libertad el 28 de septiembre de 2034.
Joaquín José Martínez, primer español que salió del corredor de la muerte
Joaquín José Martínez pasó tres años en el corredor de la muerte de Estados Unidos acusado de un doble asesinato del que fue finalmente absuelto tras una intensa campaña en su defensa en España, algo que le permitió sobrevivir.
En 1997, el español Martínez fue condenado a la pena capital por un jurado de Tampa (Florida) por el asesinato de Sherry McCoy y Douglas Lawson. Tres años después el Tribunal Supremo de ese estado anuló la sentencia por "irregularidades judiciales" y fallos en la defensa y ordenó un nuevo juicio, que concluyó con su absolución.
"Lo peor no es la condena sino pasar los años viendo cómo llega el momento de la ejecución", explicó a EFE el expresidiario en 2019 en un acto celebrado en la Casa de América de Madrid con motivo del Día Mundial contra la Pena de Muerte.
En 2001 regresó a España. Desde 2003 vive en Valencia y tiene un activo rol en la lucha contra la pena de muerte al punto de apoyar la causa de Pablo ibar.
Richard Anthony Meissner, esquivó la inyección letal
Hijo de un estadounidense y de una española, Richard Meissner fue inicialmente condenado en 1995 a la inyección letal por el homicidio de la estudiante Gina Langevin, el intento de homicidio de una amiga de ésta que había sido su novia y por robo, pero consiguió esquivar la ejecución gracias a las gestiones de su familia, sus abogados y organizaciones políticas y sociales españolas, que tras una gran movilización lograron la conmutación de la pena de muerte por cadena perpetua de 75 años en Estados Unidos. Su familia lucha por su extradición a España.
Julio Mora, el segundo español en salir del corredor de la muerte en EEUU
Julio Mora Zamora fue condenado a la pena de muerte en 1998, tras causar la muerte de dos personas en una disputa laboral: fue acusado de matar en 1994 a su supervisor en una residencia de ancianos, Clarence Rudolph, y a la abogada Karen Starr Marx.
Mora fue librado en 2002 de la pena de muerte cuando el Tribunal Supremo de Florida anuló el juicio al que fue sometido por "supuestas irregularidades judiciales y problemas de salud mental" del anciano canario.
Tras 21 años de cárcel, murió por causas naturales a sus 89 años, en un centro penitenciario en Doral, Estados Unidos.
Artur Segarra, el caso anterior al de Sancho
En un caso anterior, el español Artur Segarra fue condenado en 2017 por un tribunal de Bangkok a la pena de muerte por el asesinato premeditado de su compatriota David Bernat, y fue trasladado días después de la sentencia desde la prisión Bangkok Remand al penal capitalino de máxima seguridad Bang Kwang, donde continúa y se encuentran la mayoría de condenados a la pena capital.
La condena de Segarra quedó reducida a la cadena perpetua en 2020 por clemencia del monarca Vajiralongkorn, con potestad para conceder indultos y conmutar la pena capital por un castigo menor.
Daniel Sancho, cadena perpetua en Tailandia
La Justicia tailandesa ha condenado este jueves a cadena perpetua a Daniel Sancho tras haber probado que asesinó de forma premeditada al cirujano colombiano Edwin Arrieta, a principios de agosto del año pasado en la isla de Koh Phangan, en el sudeste de Tailandia, según han confirmado los abogados del condenado Marcos García Montes y Carmen Balfagón tras conocer el fallo.
El código penal tailandés castiga el asesinato con penas de entre 15 y 20 años de cárcel, la cadena perpetua o la pena de muerte. En concreto, la sección 289 del código penal incluye el asesinato con premeditación como uno de los agravantes para la pena capital, aunque el país suele o reducir el castigo o no aplicarlo.
Sancho podría haberse enfrentado a la pena de muerte, sin embargo, según explicó a CNN la abogada penalista, Beatriz Uriarte, esto cambia al ser un "ciudadano extranjero".
"En Tailandia cuando se impone la pena de muerte a un ciudadano extranjero se le suele conmutar esa pena por una pena de prisión (...) Lo que habría que hacer es dirigir una petición indulto al rey para decidir si conmuta esa pena", explicó la letrada antes del juicio. En este caso, Sancho no podría volver a España, debido a que no existe la pena capital en nuestro país.
En total, se han ejecutado a 326 personas en Tailandia desde el año 1935, que fue cuando se llevó a cabo la primera pena muerte desde que el país se convirtió en monarquía constitucional. La gran mayoría de estas ejecuciones (319) se realizaron por fusilamiento, que era el método utilizado por las autoridades hasta el año 2002.