Imagínense que un periodista tiene la oportunidad de sustituir al director del barco más grande del mundo, el Harmony of the Seas, durante una semana y descubrir todos sus secretos. Es lo que pasó con el redactor de Bloomberg Brandon Presser, que durante siete días y bajo su responsabilidad tuvo a 2.200 miembros de la tripulación y a 6.322 pasajeros: "Tuve mis manos en todos los departamentos, todo es 10 veces más loco cuando eres alcalde de una ciudad que está flotando en el medio del mar", ha contado.
El código secreto de la tripulación
En un crucero de estas características es crucial que el personal tenga palabras clave para que los pasajeros no se asusten si algo sale mal. Un "30-30" significa que la tripulación está pidiendo mantenimiento para limpiar un desastre. Un "Alfa" es una emergencia médica, un "Bravo" es un incendio y "Kilo" es una solicitud para que todo el personal se presente a sus puestos de emergencia, lo que sucede en caso de, por ejemplo, una evacuación necesaria. Tenga cuidado con "Echo", que se usa si el barco está comenzando a derivar, u "Oscar", lo que significa que alguien se ha ido por la borda.
Los invitados ebrios no pueden ser más listos que los bármanes
Solo entre el 8% y el 10% de los pasajeros compran paquetes ilimitados de bebidas alcohólicas, por tanto quienes lo hacen son monitoreados cuidadosamente. Además, cada bebida alcohólica se vierte con un dispensador. Y a los pasajeros que se han pasado bebiendo se les desactiva los SeaPasses (tarjetas de crédito a bordo)
Los mensajes subliminales de la tripulación
Lo primero que los invitados ven en los camarotes de este crucero es un jingle alegre sobre cómo se lavan las manos. Es pegadizo como una canción de Katy Perry y tiene la intención de guiarlo hacia las bombas Purel alrededor de la nave, cada una cuidadosamente colocada en los cruces de alto tráfico de clientes. Esta acción forma parte del esfuerzo de la tripulación para evitar un potencial brote de Norovirus.
Pero el saneamiento es solo un objetivo de los frecuentes mensajes subliminales. Las promociones especiales alrededor del barco buscan dirigir a los invitados hacia ciertas partes del barco y fomentar el consumo. Por ejemplo, si los ingresos del casino son bajos, la gerencia del crucero podría organizar una rifa o un evento al otro lado de las máquinas tragaperrras para impulsar el tráfico peatonal y alentar a los pasajeros a quedarse (o mejor aún, jugar) un rato.
Todos los huéspedes del crucero básicamente comen las mismas cosas
Los congeladores a bordo del Harmony of the Seas son del tamaño de los apartamentos tipo estudio en Nueva York, y gestionarlos es casi un arte. Sin embargo, los hábitos alimenticios de los pasajeros son bastante predecibles. En un crucero promedio de una semana, Royal Caribbean estima que sus huéspedes serán 80% estadounidenses, consumiendo alrededor de 3.000 botellas de vino, 7.000 libras de pechuga de pollo y casi 100.000 huevos. Si más del 80% de los pasajeros son estadounidenses, la tripulación pide más ketchup adicional.
Cuando aumenta el porcentaje de pasajeros chinos, aumentan el suministro de frutas en rebanadas, mariscos y arroz. Los latinoamericanos consumen más carne roja y coronas (que también requieren limas adicionales). Y los cruceros Spring Break, propensos a la familia, requieren tres veces más nuggets de pollo.
Amor libre entre la tripulación
Con unos 2.200 tripulantes, los alojamientos del personal son un pueblo en sí mismos, con cabañas, bares, comedor, tienda y gimnasio en las cubiertas 0, 1, 2, 3 y 12. Entre la tripulación, las citas no solo están permitidas, sino estimuladas: viven a bordo durante la totalidad de su contrato sin días libres, a menudo 10 meses al año. Además, tienen su propio calendario de eventos diarios que van desde sesiones de karaoke hasta juegos de poker y clases de idiomas.
