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La Costa Azul más divertida de la mano de Vilebrequin

Quizás esta Semana Santa estés pensando irte a un sitio de playa a disfrutar de los primeros baños del año y estar ya en abril con cierto tono. Te proponemos que renueves tu ropa de baño de la mano de Vilebrequin, una referencia mundial en cuanto a diseño que estampa sus bañadores con el espíritu de la Riviera en los años 70.

Coger un avión y plantarse ahora mismo en la Costa Azul (o Côte d'Azur) sería el sueño de muchos. Su nombre se lo debe al escritor Stéphen Liégeard, que lo utilizó en 1887 para el título de su obra 'Côte d'Azur', inspirándose en el término Azur, que en heráldica significa 'azul'. En todo el siglo XX, toda la zona que se extiende desde Marsella a Génova se popularizó entre la aristocracia y burguesía del norte de Europa por la suavidad de su clima, especialmente en invierno. Personajes como Winston Churchill, ayudaron a su popularización entre la clase alta británica, que la conocía como French Riviera.

Hoy es un destino vacacional lleno de alicientes, entre otros visitar el Principado de Mónaco y sus espectaculares escaparates de moda, el circuito urbano... o perderse por la calles de Niza para degustar un Ratatouille, plato célebre de origen niçoise más conocido ahora por los dibujos animados. Si queremos fiesta, las discotecas de Saint-Tropez se encuentran entre las mejores del mundo, y para lucir cuerpo tendremos que darnos un paseo por el Boulevard de la Croisette en Cannes.

Una de las marcas referencia de la Riviera francesa es Vilebrequin. Creada en 1971 en Saint-Tropez, ha conseguido llegar a nuestros días manteniendo el alma de los años 70, con sus colores y sus vibrantes estampados. Cada uno de sus bañadores pasa por 32 fases de fabricación para conseguir una prenda casi artesana, elaborada en una tela resistente y de secado rápido.

Prendas que llegan a nuestros días de plena actualidad ya que este verano el estampado se va imponer y no sólo en la ropa de baño (advertencia). Mucho sentido del humor aplicado al buen gusto que hacen de los bañadores de Vilebrequin unos imprescindibles para lo que se avecina y una buena inversión (su precio es de 140 a 160 euros) en calidad y estilo. Por variedad no será...

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