
El cocinero Manuel Domínguez se reinventa. En tiempos nada buenos para la lírica -ni los restaurantes-, da un paso adelante y llega a un nuevo local más amplio y también, por qué no decirlo, bastante más bonito. Zaranda, con Fernando Pérez Arellano ahora en Palma, y más tarde Zorzal, fueron los inquilinos de este espacio hasta que éste último echó el cierre. Ahora lo reestrena Domínguez, un profesional de consolidada trayectoria que se merecía un mejor marco para la gran cocina que practica.
Básicamente no ha cambiado la estructura de sala, que sigue con esas sobrias columnas de madera, los ventanales que dan a la calle o la puerta antigua balinesa que da paso al restaurante. Sí se han quitado algunos adornos superfluos para dejar un espacio más limpio y ligero.
No hay lujo, porque el verdadero lujo se encontrará en el plato, cuando empiece un festín único. Especialmente esto último, porque en Lúa se sigue la misma filosofía de su primera casa: un menú para todos a 49 euros, salvo excepciones de alergias, etcétera.
Pero no duden y entréguense de lleno al banquete, toda una sinfonía de sorpresas, juegos de texturas, acertados contrastes o combinaciones originalísimas. Domínguez, un cocinero sencillo y de trato cercano, continúa con la idea de su pequeño restaurante anterior, abierto durante siete años: "Quiero que mis clientes se sientan como mis amigos cuando vienen a comer a mi casa".
De origen gallego- de hecho Lúa significa "luna"-, el chef plantea una cocina basada en recetas tradicionales que, tratadas con creatividad, imaginación y técnicas contemporáneas, se convierten en exquisitos bocados. Y siempre, en todos los platos del menú -son cuatro, más aperitivo y postre-, un exquisito respeto por la materia prima, de primera calidad en esta casa.
Una culinaria también muy guiada por el mercado del día y las estaciones, en la que la genial improvisación y ejecución del chef sorprende y colma expectativas. Postres golosos -el chocolate no suele faltar-, a la altura de los salados. Platos elaborados y muy pensados, perfectos para acompañar alguno de los 80 vinos que ofrecen en carta -no faltan referencias extranjeras- y que cobran a precio de coste: tan sólo aplican un cargo de 5,50 euros (3,50 la segunda botella) por el descorche. Servicio amable y natural a cargo de Anai Llanos.
Restaurante Lúa
C/Eduardo Dato, 5. Madrid.
Tel.913 952 853. Cierra domingos.
Un reservado de 12 a 25 personas.
Parking cercano.
El Menú
Primer plato: Foie micuit con queso San Simón caramelizado sobre pan de cereales y pasas.
Segundo plato: Corvina con costra de pan romescu sobre sopa de callos y shitake.
Postre: Ensalada de chocolate con coral de frambuesa, rúcula y frutas del bosque.
Precio medio 49 euros.
La Cata
Ribas del Cúa, S.A./D.O. Bierzo.
PVP recomendado 3 euros.
Calificación 8/10.
Un vino joven, tanto como el sector al que intenta acercarse, lo que es una loable iniciativa: de ahí la arroba en su etiqueta. Como todos los mozalbetes de El Bierzo éste se ha elaborado en Cacabelos (León)- posee un bonito color picota y el fruto de la uva con que está hecho es fácilmente reconocible. Fresco, ligero y sumamente aromático. Irá bien con lamprea, ahora en plena temporada, caldereta de cordero y empanada de carne.