
Un reloj de pulsera de la firma Omega ha sido vendido por 1,4 millones en una subasta organizada por la casa Phillips. El valor obtenido es el más alto que alcanza un reloj de esta marca en una subasta.
El modelo vendido es un prototipo con un tourbillon que según Phillips ya alcanzaba los 207.000 dólares. Se trata de una pieza única que iba a ser parte de una serie que fue planeada pero nunca producida.
Esta a subasta se ha producido dentro de la prestigiosa temporada de subastas de otoño de Ginebra en donde la joven y pequeña casa Phillips está desafiando a sus mayores rivales, Christie's y Sotheby's, en el mercado de los relojes vintage.
Esta firma, con sede en Nueva York y Londres, tiene como objetivo atrapar el mercado con grandes relojes vintage y sirviéndose de la profesionalidad del exitoso subastador Aurel Bacs. Phillips ya goza de otras ventas de récord como un Rolex de Paul Newman que se vendió por 17,8 millones de dólares el mes pasado.
En el lado contrario se encuentra el gigante Sotheby's que no consiguieron vender 83 lotes dejando intactos relojes de Rolex y Vacheron Constantin. Esta es la segunda vez en este año que una venta de relojes de Sotheby's ha tenido problemas. En mayo, la casa de subastas no pudo encontrar un comprador para un reloj de la marca Patek Philippe.
Tal reticencia no se vio en Christie's que vendió casi todos los lotes que ofrecían. Justo un día antes de la subasta de Sotheby's, Christie's recaudó 10,8 millones de francos en una venta de relojes, también en Ginebra, para recaudar dinero para la investigación de la distrofia muscular de Duchenne. Esos relojes fueron donados directamente por sus fabricantes, incluidas marcas como F.P. Journe y Audemars Piguet.