La Semana de la moda de Sao Paulo (SPFW) cerró el pasado mes de octubre su última edición en la que presentó las propuestas para el otoño invierno del próximo año y en el que celebró sus 20 años de historia.

La industria de la moda es un sector estratégico del rico país latinoamericano. Sus semanas de la moda (realiza dos al año) son una cita ineludible para la industria y se encuentra al nivel de las indiscutibles semanas de Milan, Nueva York o Londres.

Bajo este título; diseñadores, modelos y organizadores quisieron hacer de la SPFW, que celebraba sus veinte años de historia, un evento de altura. La inauguración de la pasarela con el desfile de Alexandre Herchovitch en el edificio de la Alcaldía de Sao Paulo dio buena cuenta de la carácter especial de esta cumpleañera edición.

Ronaldo Fraga es uno de los habituales de la Semana de la moda de Sao Paulo y un diseñador que siempre obtiene la repercusión mediática que busca. Formado entre Nueva York y Londres, Fraga se caracteriza por realizar una moda que reivindique la cultura brasileña y unos desfiles de espíritu crítico y transgresor.

Circunscribiéndose a su descripción, Ronaldo Fraga no defraudó en la SPFW del 20 aniversario. En su última colección, se ha lanzado a la moda andrógina más extrema y ha creado diseños iguales tanto para ellos como para ellas.

Así, los y las modelos desfilaron con creaciones iguales en una pasarela llena de camas de matrimonio con las sábanas revueltas con el objetivo de lanzar un mensaje a la sociedad: las barreras entre el hombre y la mujer ya se han difuminado.

Sin embargo, es cierto que la androgenia en la moda es una tendencia que lleva varias temporadas en la pasarela. Además, el mensaje de que los hombres y mujeres son iguales, pueden hacer el mismo trabajo o dedicarse a las mismas profesiones es un concepto que la moda ya tiene digerido. Por ello, Fraga ha dado una vuelta de tuerca al marketing de ese mensaje y ha decidido trasmitirlo al mundo de una manera particular.

Unos calzoncillos y unas bragas de color carne con un velludo monte de Venus pintado para ellas y un peludo pene acompañado de su respectivo escroto para ellos son los elementos que Ronaldo Fraga ha utilizado para impactar a los asistentes al desfile, a la prensa y a los expertos en moda.

Se intuye que con esta explícita ropa interior, el diseñador busca mostrar lo único que diferencia a los hombres y las mujeres: sus aparatos reproductores. Por tanto y teniendo en cuenta eso, la elección de la ropa con la que vestir, la profesión que elegir o el deporte que practicar no debería ser diferente entre hombres y mujeres.

El mensaje está ahí y el legado crítico y reivindicativo del diseñador no harían dudar de la naturaleza del mismo. Sin embargo, el sexo vende ¿no?

Las capacidad que permite Internet para compartir conocimientos y contenidos, ya sean privados o libres, provoca que los desfiles de moda hayan perdido la originalidad y carácter genuino que cosecharon en los 90. Ahora la sociedad demanda más información, más colecciones y menos secretismos respecto a las tendencias para las próximas temporadas. Por eso, los desfiles y las semanas de la moda se han convertido en grandes escaparates donde no solo mostrar los diseños creados. Hacer marketing, crear imagen de marca y buscar la máxima repercusión en medios es el objetivo de hoy.

Unos como Chanel y Karl Lagerfeld crean increíbles terminales y compañías áreas de la nada para sus desfiles, otros como Victoria's Secret apuestan por sostenes millonarios, los Fantasy Bra, y hay otros como Ronaldo Fraga que apuesta por cosas más 'baratitas' pero muy efectivas: pintar penes y vaginas en calzoncillos y bragas color carne.

Lo de que los hombres y mujeres son totalmente iguales se deja al juicio del lector.