Vivienda

¿Cómo construir o rehabilitar una casa energéticamente sostenible?

  • Los españoles gastan de media más de 30.000 euros al año en las facturas del hogar
  • Pilares fundamentales: reforzar envolventes e instalaciones eficientes en el interior

Luzmelia Torres

La subida de la luz y el precio de los carburantes son las dos grandes preocupaciones que tiene el 90% de la población en estos momentos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las familias españolas gastan de media más de 30.000 euros al año en las facturas del hogar. Por ello, las promotoras apuestan por construir o rehabilitar viviendas más sostenibles donde podamos reducir nuestras facturas energéticas y a la vez tener un hogar que nos proporcione confort y bienestar.

Sandra Llorente, directora general de Lignum Tech, compañía española dedicada a la fabricación de sistemas industrializados de activos inmobiliarios como fachadas en madera, nos marca las tendencias en el mercado para construir o rehabilitar una vivienda energéticamente sostenible: "Hay dos pilares fundamentales que son: refuerzo de las envolventes del edificio e instalaciones eficientes en el interior del inmueble".

La envolvente de un edificio es como si fuera una manta que protege al inmueble por eso es importante proteger las fachadas y los huecos (ventanas y puertas) con aislamientos. Hay que tener en cuenta que para que esto tenga éxito se tiene que colocar aislamiento por el exterior de los edificios, de forma que incluso los forjados, es decir, la parte estructural, tenga aislamiento que proteja.

En obra nueva es relativamente sencillo, ya que el proyecto irá prescrito con una solución que cumpla estos requisitos. En rehabilitación se podrá realizar siempre y cuando se haga una intervención del edificio completo, haciendo un proyecto que unifique la nueva piel de la fachada sobre la existente: fachada ventilada o sate.

"En Lignum Tech hemos diseñado una fachada tipo ventilada, pero industrializada y con estructura portante de madera, de forma que la intervención sea muy rápida y con calidad industrial y no artesana, como se realiza en la construcción tradicional. Si un vecino de forma independiente quiere reforzar su aislamiento, lamentablemente deberá hacerlo por el interior de la vivienda, al ser una actuación única no podrá tocar la fachada del edificio", apunta Sandra Llorente.

Otra parte muy importante de una fachada son los huecos: para que no dejen entrar el frío o el calor en casa tendrán que ser de altas prestaciones: aluminio con rotura de puente térmico, PVC o madera, y con vidrios dobles o tripes con cámara de aire, argón en la cámara o vidrios bajo emisivo. Hay veces que en rehabilitación se mejora la fachada, pero no se cambian las ventanas y por tanto, la intervención será menos efectiva de lo deseado. Además, si el edificio tiene fachadas y ventanas eficientes, habrá que cuidar mucho la colocación, ya que la unión entre la fachada y la ventana es crítica: si son eficientes, pero están mal colocadas, la zona de unión será un sumidero energético y, por tanto, una autopista de entrada de frío o calor.

El segundo pilar que hay que tener en cuenta es tener instalaciones eficientes: utilizar estrategias de baja temperatura y gran inercia, es decir, climatización mediante suelo radiante y refrescante, ventilación doble flujo o iluminación mediante leds.

El agua de los radiadores tiene que estar a 60 o 65 grados y en un suelo radiante a 45 grados

Vayamos por partes: el suelo radiante es una instalación que recorre el suelo de la vivienda, que por lo tanto funciona como un gran radiador. Además, el agua que recorre el interior de la tubería necesita tener una temperatura de 45 grados, frente a los 60 o 65 grados que necesitan los radiadores, por lo tanto, para obtener el mismo confort usamos menos energía al tener que calentar el agua 20 grados menos aproximadamente. Además, para calentar esa agua utilizamos sistemas de gran eficiencia, como aerotermia o geotermia. Ambos sistemas recolectan la energía o bien del aire, en el primer caso o bien del interior de la tierra en el segundo.

En verano funcionarán de manera inversa: el agua discurre por la tubería a unos 16 grados, por lo que refresca la vivienda sin aire, con sensación de cueva. Climatizar de este modo es muy barato.

Para Sandra Llorente, usar este sistema en rehabilitación es difícil. "Este sistema necesita picar la base de toda la vivienda, además de la necesidad de cambiar la caldera por aerotermia, e inviabiliza totalmente en caldera centralizada. Además, para cerrar el círculo, la energía que necesita la aerotermia o geotermia se podría alimentar de paneles fotovoltaicos colocados en las cubiertas de los edificios. Esas instalaciones se han democratizado, de modo que en unos seis años se amortiza la obra y la instalación de los paneles".

Otra instalación importante para el ahorro energético y para la salud de los habitantes, es la ventilación doble flujo. Es un equipo, parecido a una máquina de aire acondicionado que se aloja en el falso techo de la vivienda, que funciona de manera continua, y hace que el aire de la vivienda se renueve las 24 horas del día.

Su eficiencia proviene de que hace un intercambio de energía, que no de aire, del aire que sale y del que entra, de modo que el aire limpio entra a una temperatura muy similar a la que se encuentra la vivienda y por lo tanto no hará falta energía extra para enfriar o calentar ese aire, como sucede cuando abrimos las ventanas. Además al tratarse de una entrada de aire controlado, pasa por unos filtros especiales que retienen esporas o polen, siendo un sistema beneficioso especialmente para personas alérgicas. De nuevo es difícil implementarlo en una vivienda de reforma, aunque se podría plantear si la reforma es de todo el edificio.

En cuanto a instalación eléctrica, mas allá de la colocación de paneles fotovoltaicos o térmicos, el uso de iluminación led, los detectores de presencia o movimiento son grandes aliados para ahorrar en la factura energética.