La medida sin impacto de Sánchez: la 'golden visa' se despide representando un 0,25% de las compras de vivienda

Cuando el Gobierno de Pedro Sánchez anunció hace casi un año su decisión de suprimir la golden visa lo hizo alegando que el objetivo era poner fin a la especulación y garantizar el acceso de los ciudadanos a una vivienda digna y asequible. Sin embargo, los datos evidencian que los visados de residencia concedidos a los extranjeros no residentes en la UE a cambio de invertir en inmuebles de más 500.000 euros han tenido un peso residual en el mercado español. De media, sólo representaron un 0,25% de las compraventas de vivienda realizadas en los últimos once años.

En concreto, desde 2023 hasta octubre de 2024 el Gobierno concedió 14.576 golden visas vinculadas a inversiones inmobiliarias, según datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, mientras que en ese mismo periodo se realizaron algo más de 5.700.000 transacciones sobre viviendas, lo arroja ese resultado tan reducido. Los datos del ministerio dirigido por Isabel Rodríguez, que no especifica el tipo de propiedades adquiridas ni detalla las operaciones por territorio, desvelan que el grueso de la inversiones se concentran en las provincias de Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Palma y Valencia.

En cuanto al origen de los inversores, la mayoría provienen de China, Rusa, Reino Unido, Estados Unidos y Ucrania. También tienen una presencia destacada los colombianos, mexicanos y venezolanos. "El impacto de la eliminación de la golden visa sobre el mercado inmobiliario debería ser limitado, pues representan una fracción muy poco significativa del total de compraventas", corrobora un reciente informe de CaixaBank Research. Un argumento al que se sumó la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCEspaña) al conocer la decisión del Gobierno. "Es una cuestión que no impactará en el sector inmobiliario de nuestro país", apuntó. "No cambiará nada", añadieron desde los principales portales inmobiliarios que operan en el territorio nacional.

Para Ricardo Sousa, CEO de Century 21 España y Portugal, lo que realmente mueve el mercado son los compradores nacionales, "las familias, los jóvenes, los residentes en España, y no tanto los inversores internacionales, que representan una pequeña parte del total". Lo expertos del sector coinciden en que el problema de la vivienda no está influenciado por los visados dorados, sino por la escasa oferta (incapaz de absorber la elevada demanda) y la falta de una estrategia de vivienda más amplia. "Es importante que las políticas públicas vayan acompañadas de una estrategia clara que fortalezca la oferta y de estabilidad al mercado, sin generar señales contradictorias al exterior", sostiene Sousa.

En este sentido, desde APCEspaña han reclamado en numerosas ocasiones que se pongan en marcha políticas que favorezcan un desarrollo y gestión eficaz del suelo para producir más vivienda, sobre todo a precio asequible, además de un marco regulatorio estable que propicie la colaboración público-privada.

¿Interés creciente?

La inminente supresión de la golden visa no ha generado especial interés en el mercado en los últimos meses, tal y como constatan varias inmobiliarias a elEconomista.es. "No hemos detectado un aumento relevante de la demanda vinculada directamente con la finalización del programa de golden visa, lo refuerza la idea de que tenía una influencia limitada sobre el conjunto del mercado y que su eliminación no generará un cambio drástico en la dinámica actual", señaló el máximo directivo de Century 21 España y Portugal. Desde la inmobiliaria estadounidense Coldwell Banker, su CEO de España y Andorra, François Carriere habla solamente de "un ligero incremento" que "no ha sido muy representativo".

Por su parte, Paloma Pérez Bravo, CEO de Spain Sotheby's International Realty, explica que ellos sí que han observado un mayor interés de los compradores internacionales por invertir en España en los últimos meses; sin embargo, matiza que para sus clientes ese programa ha sido siempre un "complemento que facilita ciertos trámites, más que un factor determinante en su decisión de inversión. La mayoría valoran principalmente la calidad de vida, la estabilidad y la excepcional oferta inmobiliaria que ofrece España". La directiva se confiesa preocupada por el mensaje que la decisión del Gobierno pueda enviar a los inversores foráneos. "La confianza es esencial en operaciones de alto valor, y es fundamental que España continúe proyectando una imagen de país atractivo y estable para la inversión inmobiliaria de calidad", concluye. Aunque el Ejecutivo no vaya a conceder más visados de oro, las personas que ya posean uno podrán seguir renovándolo siempre que mantengan su inversión en España.

La decisión del Gobierno de España de suprimir la golden visa sigue la estela de Portugal, que hace dos años prescindió de estos permisos. En el caso del país luso, sí que tenían más peso en el mercado gracias a las ventajas fiscales que ofrecía, aunque no consiguió reducir el precio de las viviendas. "Aunque los programas portugués y español eran muy parecidos, el primero ofrecía la máxima ventaja de residencia fiscal, ya que los extranjeros que lograban el visado para vivir en Portugal se beneficiaban del Régimen Fiscal de Residencia No Habitual (RNH), que permitía exenciones fiscales durante diez años. Por el contrario, estas ventajas no existen en España", detalló Constanza Maya, COO de Engel & Völkers Iberia.

¿Cómo funcionan?

El visado de residencia para los ciudadanos de fuera de la UE fue aprobado en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy. Está recogido en la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, y permite a los ciudadanos no europeos residir en España a cambio de hacer grandes inversiones. En el caso del mercado inmobiliario, el permiso se consigue al comprar bienes inmuebles por un valor igual o superior a los 500.000 euros. El tiempo de residencia tiene un plazo de dos años, pero se puede ampliar por periodos de cinco años.

El demandante de la golden visa debe acreditar la compra del inmueble presentado una certificación registral de dominio y cargas emitida por el Registro de la Propiedad y, entre otras cosas, acreditar que dispone de la inversión libre de toda carga o gravamen. En el supuesto de que la compra del inmueble no se haya formalizado, tendrá que presentar un precontrato de garantía junto con un certificado de una entidad financiera establecida en España.

El visado de residencia también se puede conseguir realizando una inversión inicial por un valor igual o superior a dos millones de euros en títulos de deuda pública, o por la misma cantidad o superior a un millón de euros en acciones o participaciones sociales de empresas españolas, o depósitos bancarios en entidades financieras del país. También se puede soliciar el visado si se pone en marcha un proyecto empresarial que vaya a desarrollarse en territorio nacional y que sea considerado y acreditado como de interés general.