La Lotería de Navidad retrata la gran crisis de la vivienda en Madrid: de poder comprar dos pisos y coche a no tener ni para uno

"Si nos toca el Gordo, nos compramos la casa". El aforismo que durante décadas y décadas se ha escuchado en la víspera de cada Navidad está cerca de hacer aguas para quienes quieren comprar un piso en Madrid. La crisis de la vivienda -ingente demanda, muy poca oferta- ha llevado los precios a unos niveles tan altos en poco tiempo que ganar el premio máximo de la Lotería de Navidad ya no garantiza adquirir una vivienda en condiciones. La cruda realidad para quien necesite acceder a un inmueble en la capital, uno de los polos más demandados y, por tanto, donde más han subido los precios, es que lo que queda del primer premio del sorteo tras quitarle los impuestos que van a parar a Hacienda apenas sirve para comprar un 30% de los pisos en venta que hay en Madrid. Lo peor ya no es solo que no se puede aspirar al 70% de inmuebles disponibles, sino que, aplicando ciertos filtros como dos habitaciones o ascensor, la cantidad se reduce drásticamente.

Contar con un décimo agraciado con el primer premio de la Lotería de Navidad supone ganar 400.000 euros. Pero de esa cantidad, Hacienda se queda con una parte. Los primeros 40.000 euros están exentos, pero a partir de ahí se deberá hacer un aporte del 20% al fisco. En el caso del Gordo, eso supone quedarse con 328.000 euros 'limpios'.

Acudiendo al portal Idealista, el sitio donde 'hay que estar' para vender una casa, es donde se ve que esta cantidad permite movimientos muy limitados en Madrid. El filtro de precios del portal no deja poner 328.000, pero sí 320.000. Poniendo este precio máximo (con los datos a las 9:00 de la mañana del 12 de diciembre), aparecen en venta 4.054 inmuebles de los 13.405 totales que el sitio web recoge para la capital. Es decir, destinando prácticamente todo el importe del Gordo a una compra de vivienda, solo se puede aspirar al 30,2% de los pisos disponibles en Madrid. Hay que tener en cuenta, además, que algunos de estos pisos son ofertados en términos de nuda propiedad, con lo que su adquisición (más económica) no garantiza el acceso inmediato al mismo.

La cifra de los 4.000 se reduce considerablemente al poner más filtros. Por ejemplo, si el piso cuenta con ascensor, los inmuebles disponibles pasan a 1.825, es decir, un 13,6% de los que están a la venta. Si al filtro del ascensor se añade que tengan, como mínimo, dos habitaciones (sin entrar en metros cuadrados), la disponibilidad pasa a 1.117, un 8,3% del total. Si se prescinde de pisos interiores (menos demandados, lo normal es preferir un exterior), la disponibilidad se queda en 948 casas. Si se quitan los pisos bajos, también menos demandados, el total disponible se queda en 760.

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Si el total del premio del Gordo se va a destinar a la compra del inmueble, no queda nada para una reforma, y si a estos filtros previos se añade el de que el piso esté para entrar a vivir (se desmarca la opción a reformar), los anuncios pasan a 635, un 4,7%. Si se quiere un piso de estas características con garaje, solo hay 195 disponibles (menos del 1,5% del total).

En todos estos apartados, el grueso de los anuncios está en barrios del sur de la capital (Vallecas, Villaverde y Carabanchel) y en Ciudad Lineal (al este de la ciudad). Si directamente se quiere un piso con los anteriores filtros (y sin garaje) dentro de la M-30 (la aspiración de muchos en la capital), los inmuebles disponibles por los 320.000 euros 'limpios' del Gordo o menos no llegan a 30, un exiguo 0,2% del total. Para quien desee darse el capricho de comprar un piso de todas estas características (ascensor, dos habitaciones, exterior, piso en altura y sin necesidad de reforma, todo ello sin un mínimo de superficie) que esté dentro de la M-30 y cuente con garaje para el coche, solo hay cinco opciones en toda la capital.

Qué se podía hacer con el Gordo en los 90

Esta dolorosa realidad ahonda en una brecha que ya se aprecia incluso dentro de algunas familias. Existe gran controversia entre diferentes generaciones sobre la capacidad o accesibilidad a la vivienda. No resulta extraño ver a los baby boomers (en el caso de España, los nacidos entre 1958 y 1975) alardeando de su capacidad de ahorro para comprar una vivienda cuando tenían 30 años y dos hijos. Muchos, incluso, ya iban por su segunda adquisición (primero un piso pequeño y luego algo más grande para acomodar a la prole). Con cara de circunstancia, las generaciones posteriores escuchan estas historias y se cuestionan su estrategia: 'Quizá soy un despilfarrador y no ahorro, si mi padre pudo entonces, por qué yo no soy capaz de ahorrar ni para pagar una entrada'. Pues los indicadores de esfuerzo del Banco de España y la evolución, por ejemplo, del precio de la vivienda comparado con el Gordo de Navidad demuestran que el baby boomer tuvo suerte y los que vinieron después se enfrentan a una vivienda mucho más cara.

Por ejemplo, en 1994 (con esos boomers entre los 20 y los 40 años) el premio del Gordo de Navidad eran 30 millones de pesetas (más de 180.000 euros) libres de impuestos, íntegros para el agraciado. Por esa fecha, el metro cuadrado de una vivienda en Madrid rondaba los 1.000 euros, según datos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Ganar el Gordo daba para adquirir dos pisos en Madrid capital (de unos 80 metros cuadrados) y un coche nuevo (esos años, por ejemplo, un Peugeot 405, coche visto en muchas familias de la época, costaba poco más de dos millones de pesetas, unos 12.000 euros). La vida bastante resulta.

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Hoy, 30 años después, el Gordo se queda en unos 320.000 euros netos con el precio del metro cuadrado de la vivienda libre en Madrid capital en unos 4.273 euros. El piso de 80 metros cuadrados cuesta 341.000 euros de media. Conclusión: el baby boomer no sabe más ni empleó una mejor estrategia financiera, simplemente la vivienda es hoy un bien mucho más caro en términos relativos (en términos de renta bruta por hogar).

El 'lujo' de tener una vivienda

Según una encuesta realizada por el comparador y asesor hipotecario iAhorro, "este año, lo que más se dispara es la intención por parte de los españoles de destinar los premios a comprar vivienda", asegura el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli, que también matiza que, "la alternativa de tapar agujeros o saldar deudas sigue siendo la más elegida a la hora de gastar el premio; y los depósitos y las cuentas remuneradas, los productos más demandados como inversión, aunque todos ellos caen de forma bastante significativa".

Concretamente, en caso de que les tocara El Gordo, un 27,7% de los encuestados por el comparador hipotecario ha afirmado que gastarían el dinero en "comprar vivienda", es decir, a adquirir un inmueble sin concretar el uso que se le vaya a dar a este (primera residencia, segunda vivienda, vacacional o de inversión). Este porcentaje se ha disparado 6,3 puntos en un año, desde el 21,4% de 2023, y es el mayor registrado desde que iAhorro empezó a hacer esta encuesta, en 2017.

Otro indicador que revela que la vivienda se ha convertido en un 'bien de lujo' lo publica de forma trimestral el Banco de España. Para confeccionarlo, el BdE usa la renta bruta anual por hogar y calcula cuántos años se necesitan para comprar una vivienda. En el caso de España en su conjunto se necesitan hoy más de siete años frente a los 3,9 años de principios de los 90. Si este indicador se extrapola a Madrid, el ratio se eleva incluso a cotas cercanas a los nueve años.

Si bien es cierto que la renta bruta en Madrid es más elevado que en el resto de España, el precio medio del metro cuadrado es muchísimo más elevado. Mientras que el metro cuadrado de la vivienda es más del doble que la media nacional, la renta bruta de los madrileños es alrededor de un 30% superior a la de la media de los españoles. Comprar una vivienda en Madrid es casi misión imposible. Incluso tocándote la lotería.