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Hipotecarse para vivir solo: la tendencia al alza que confirma el giro demográfico en España

Personas mirando anuncios de vivienda en una agencia inmobiliaria. Foto: iStock

María Medinilla

El giro demográfico que se avecina en España empieza a materializarse en el perfil de los hipotecados. Las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntan a que en 2039, el hogar unipersonal será el más común y, analizando a quienes firman hipotecas, se confirma que la tendencia ya ha comenzado: cada vez hay más solicitantes de préstamos para comprar vivienda que viven solos.

Las situaciones más frecuentes en el país siguen siendo las de personas que viven con su pareja e hijos y las de quienes viven únicamente en pareja. Ambos casos suponen, respectivamente, un 36% del total de los analizados en el informe 'Perfil del hipotecado español en 2024' que publica Fotocasa. Muy por detrás se sitúan quienes viven solos; son un 13%, sin embargo, su evolución refleja ese cambio sociológico del que avisa el INE.

El peso de quienes viven con pareja e hijos y de quienes viven en pareja se ha mantenido prácticamente idéntico al registrado en 2023, incluso ha disminuido un punto porcentual en el caso del 'hogar clásico' de pareja con descendencia. Sin embargo, el ritmo entre los hipotecados que viven solos aumenta es mayor y, si bien en el último año han aumentado un 0,7%, desde 2020 lo ha hecho un 4,3% (9,1%-13,4%). Este acelerón es mayor al del grupo de hipotecados que viven con su pareja (el único de los demás que aumenta), cuya evolución en ese periodo es de 3,1 puntos (32,4%-35,5%). El resto de modalidades registra caídas en este tiempo, con especial relevancia en el caso de las familias con hijos, que han pasado de suponer un 41,2% de los hipotecados en 2021 al 36,3% actual, según los datos que comparte el portal inmobiliario con este medio.

"Es un claro cambio generacional, ya que, por cuestión de solvencia económica, las entidades financieras suelen preferir a parejas. Esta cuestión tiene que ver con la transformación del modelo de sociedad, de hecho, se estima que, en los próximos 20 años, el 30% de los hogares sean unipersonales y que el 50% de las familias sean monoparentales o no tengan hijos", señala María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.

El rasgo que sí permanece estable es el relativo al estado civil de quien compra mediante hipoteca. La mayoría son personas casadas, parejas de hecho o conviviendo en pareja, grupo que supone el 66% del total (el mismo porcentaje que el año anterior) frente al 25% de compradores solteros. Con todo, hay que recordar que la de matrimonios y parejas es una cifra muy inferior que el 74% de 2021.

El hipotecado tipo tiene cara de mujer

La radiografía de los hipotecados en España 2024 agranda la brecha por sexo entre quienes solicitan un préstamo bancario para adquirir una vivienda. En 2023 el que el peso de ambos géneros se había compensado, con un 52% de mujeres y un 48% de hombres, pero 12 meses después la diferencia se ha acentuado y ellas representan el 58% del total frente al 42% de los hombres.

Otra tendencia que se acentúa a tenor de los datos del informe es la del aumento de la edad de los compradores que se hipotecan, que avanza desde los 40 años de 2023 (y los 39 de 2022) hasta los 42 años doce meses después, con un plazo medio de duración que en la mayoría de los casos se sitúa entre los 25 y 30 años.

También predomina el hecho de que el comprador ya es propietario (94% desde el 89% del año anterior) y sólo un 6% da el paso desde el alquiler (frente al 11% de un año atrás). Estos porcentajes también dibujan una realidad tras la situación actual del mercado inmobiliario: quienes tienen pisos están vendiendo para comprar (el 25% de quienes solicitaron un crédito bancario también debieron vender una vivienda para financiar la compra, cuatro puntos más que en 2023 y seis más que en 2022) y quienes viven de alquiler han frenado el intento de compra previsiblemente por el aumento de los precios.

En este sentido, el retrato del comprador se afianza en los estratos socioeconómicos intermedios. Esto se debe a que el grupo de clase alta/media alta cada vez recurre menos a hipotecas para comprar vivienda (del 68% de 2023 al 66% en 2024) y el de clase baja/media baja también se reduce (del 5% al 4%) posiblemente expulsado por el encarecimiento de la vivienda.

Donde no hay cambio de tendencia es en el uso que se va a dar a la vivienda comprada: en un 89% de los casos (+3% interanual) es para vivienda habitual mientras que quienes compran como segunda residencia bajan del 9% al 7% y quienes se hipotecan para adquirir la vivienda como inversión continúan en el 3%, aunque con una leve tendencia a la baja, según el estudio.