Vivienda - Inmobiliario
La inversión inmobiliaria en Alemania y Reino Unido se hunde y regresa a niveles de la crisis
- El sector hotelero tira del carro en España, con un 54% del capital
Alba Brualla
La inversión inmobiliaria europea cerró el 2023 en su nivel más bajo de la última década. El Reino Unido y Alemania fueron algunos de los mercados en los que el volumen anual de operaciones alcanzó mínimos únicamente vividos durante la crisis de la eurozona.
Esto se ha debido a que el aumento de los tipos de interés pesó sobre la inversión y contribuyó a un desajuste entre las expectativas de precios de compradores y vendedores. En el lado contrario se encuentra España, que ha podido aguantar el golpe gracias al auge del sector hotelero, según los datos de Colliers.
En el caso concreto de Alemania, el país registró un volumen de transacciones de 24.100 millones de euros en 2023, el total anual más bajo desde el 2012. Uno de los factores que frenan el mercado es la preocupación de los inversores por el impacto de los criterios ESG en algunos activos, dado el elevado coste de capital necesario para adaptarlos a esta continua evolución de la normativa y de las expectativas de los ocupantes. Por otro lado, algunos activos obsoletos están siendo objeto de estrategias de reconversión "brown to green".
Esto se refleja en la actividad de Europa, donde casi dos tercios de los inversores están buscando desplegar capital en estrategias value add y con orientación a criterios ESG, según Colliers. "Los inversores se fijan o bien en edificios con una calificación alta -que siguen siendo escasos- o bien en aquellos con una calificación mucho más baja en los que hay un margen significativo para renovar y añadir valor", afirma Luke Dawson, Director de Capital Markets de Colliers, Global y EMEA. "Los activos que se sitúan en algún punto entre esos extremos están luchando por encontrar compradores", destaca.
Por su parte, España fue a contracorriente de la tendencia europea en el cuarto trimestre de 2023, con un volumen de inversión de casi 4.000 millones, que superó las expectativas en más de un 30% respecto al mismo trimestre de 2022. Esto se debe al buen comportamiento del sector hotelero, así como por las operaciones realizadas por el capital privado tanto nacional como latinoamericano, una tendencia que también se observa en Portugal.
Concretamente, el sector hotelero, que representó el 54% de la inversión, fue el principal impulsor del mercado en el cuarto trimestre, seguido por el sector residencial con el 14,3%, el retail con el 9,6% y el industrial y logístico (I&L) con el 8,4%.
"Para 2024 esperamos que este comportamiento se vea aún más favorecido a partir del segundo semestre del año, gracias al protagonismo que esperamos tenga el capital privado y al buen comportamiento de mercados como el Hotelero, el sector de la salud o los centros de datos", apunta Alberto Díaz, Managing Director de Capital Markets Spain de Colliers.
Pese a la situación del resto de Europa las perspectivas son buenas. Así, con la estabilización de las condiciones financieras y el constante ajuste de precios, los signos de una mayor actividad "deberían traducirse en mayores volúmenes de transacciones de cara a la segunda mitad de 2024", confían en Colliers.