Vivienda - Inmobiliario

Una hipoteca para la jubilación: más de la mitad de los endeudados seguirán estándolo a los 65 años

  • Una hipoteca con 65 años supone un riesgo para la capacidad de pago
  • Uno de cada tres hogares extenderá la deuda a partir de los 70 años
  • Se cierran préstamos a 30 años, seis más que el promedio histórico
Foto: iStock.

Carlota G. Velloso

Los hipotecados actuales seguirán endeudados cuando lleguen a la tercera edad, lo que implica que los préstamos concedidos en los últimos años durarán una gran parte de la vida de los contrayentes. Las familias están optando por la mayor duración posible de la financiación debido a los elevados tipos de interés y se está retrasando la edad de contratación, entre otras cuestiones. Por eso, más de la mitad de los hipotecados desde 2021 seguirán estándolo a partir de los 65 años, lo que supone un riesgo para la capacidad de pago, según Idealista.

En concreto, el 58,1% de los hipotecados mantendrán sus obligaciones financieras cuando cumplan 65 años, según el bróker de la firma, que ha analizado más de 7.000 operaciones en las que ha intermediado desde 2021. Mientras, el porcentaje restante, el 41,9%, menos de la mitad, sí habrá concluido los pagos antes de llegar a la tercera edad.

Según el estudio, una gran mayoría de las familias escoge una hipoteca a 30 años (el 72,4%), seis años por encima del promedio histórico de duración en España y el plazo máximo posible. Actualmente, los tipos de interés en Europa están en niveles nunca vistos, con la tasa de depósito en el 4%, que es la de referencia de este ciclo. "Esto obliga a las familias a elegir plazos largos para conseguir la cuota más baja posible, aunque esto suponga pagar más intereses", explica Juan Villén, director general de hipotecas en Idealista.

Apenas un 0,6% de los hipotecados han cerrado un préstamos a diez años, el 2,3% a 15 años, el 7,2% a 20 años y el 16,7% a 25 años. Aunque el plazo máximo suele ser 30 años, hay un 0,9% de los endeudados que tiene financiación a 35 o más años. Los datos reflejan que la gran mayoría se mueve en el plazo de los 30 años.

Otra dificultad que entra en juego es el retraso en la edad de contratación. Más de la mitad de los hipotecados firman entre los 31 y 40 años y solo el 17,2% lo hacen antes o al llegar justo a la treintena. La precariedad laboral, el precio de los inmuebles y de las hipotecas obstaculizan la capacidad de endeudarse, según el estudio.

Ambos factores conjuntos, el retraso en la adquisición de la vivienda y escoger el plazo máximo, llevan al endeudamiento hasta la jubilación. No solo cuando se da el paso a la tercera edad, sino que un 33% de los hipotecados actuales lo están también a los 70. Es decir, uno de cada tres. Las cifras del estudio, en todo caso, no contemplan amortizaciones durante la vida del préstamos o la venta de la vivienda, lo que rebajaría las cifras.

"El hecho de que miles de deudores se puedan enfrentar a la tercera edad con una merma de ingresos y saldos hipotecarios pendientes de pago supone un riesgo para la capacidad de pago de este grupo de consumidores", señala el informe. Como es lógico, los ingresos de los hogares merman cuando finaliza la vida laboral.

Este es un riesgo más para los hipotecados, que ya asumen una subida de los tipos de interés brusca, de 400 puntos básicos, en poco más de un año. El Banco Central Europeo (BCE) ha elevado el precio del dinero en 10 ocasiones desde julio de 2022. En principio, esta debería ser el último ajuste del ciclo.

Al son de la restricción monetaria, las hipotecas han registrado un importante encarecimiento en poco tiempo. Esta semana, el euríbor a 12 meses ha llegado a superar el 4,2% en su tasa diaria, su nivel más elevado desde 2008. En un contexto complicado para adquirir vivienda, "la subida de tipos es sin duda una piedra más en el camino", señala Villén.