Transportes

Las huelgas amenazan otro verano en el aeropuerto Barcelona-El Prat

  • El personal de seguridad y pilotos preparan paros laborales

Àlex Soler, Estela López
Barcelona.,

Los últimos veranos están siendo un reto en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, con un volumen de pasajeros que no deja de crecer y con múltiples problemas que causan no solo retrasos y cancelaciones, sino jornadas de auténtico caos. Huelgas, condiciones climatológicas adversas, problemas con los controladores de otros espacios aéreos... por uno u otro motivo, las instalaciones aeroportuarias de la capital catalana llevan tres veranos provocando la indignación de miles de pasajeros, y este verano vuelve a planear la amenaza de huelgas en dos colectivos clave: el personal de seguridad y los pilotos de Vueling, la principal aerolínea de El Prat.

Por su parte, el Ministerio de Fomento, Vueling y todas las partes que participan en el operativo del Aeropuerto de Barcelona han trabajado durante todo el año para que no vuelvan a suceder los problemas de años anteriores. En ese sentido, el pasado noviembre se presentó el plan BCN a Punt, un plan de actuaciones en dos ámbitos temporales, a corto plazo, para este verano, y a medio y largo plazo, con medidas para mejorar la operativa en el aeropuerto y evitar, precisamente, que se desate el caos. El plan busca dar respuesta a los problemas de una de las infraestructuras más importantes del país y evitar que vuelva ser de las más impuntuales del continente europeo.

BCN a Punt se estructura en cuatro líneas de trabajo: la primera, a través de Eurocontrol, es, según el mismo ministerio, "realizar un diagnóstico riguroso y objetivo de la situación en Barcelona que incluirá una serie de propuestas concretas de mejora". En segundo lugar, se ha creado la oficina Atenea, bajo la dirección de Enaire en coordinación con Aena, enfocada a la implantación gradual de mejoras operativas y técnicas en el espacio aéreo y en el aeropuerto de Barcelona.

La tercera línea de trabajo se enmarca en el contexto europeo ante la necesidad de aumentar el espacio aéreo para adaptarse al creciente número de pasajeros. La cuarta, paralelamente, se centra en el trabajo con las aerolíneas. En abril, el mismo Ministerio de Fomento aseguró que el plan "ha permitido un importante avance en la implantación de medidas técnicas y operativas y ya están consiguiendo una mejora del funcionamiento del aeropuerto". Ni Aena ni Fomento han querido especificar las medidas preparadas para el operativo de este verano.

Paralelamente, Vueling ha invertido varias decenas de millones para incrementar su flota de reserva hasta 10 aviones y contratar personal para solventar esos contratiempos. Asimismo, también expuso que evitarán que un mismo avión tenga que pasar el mismo día por los aeropuertos más congestionados para no acumular retrasos, y que ampliarían el tiempo entre enlaces ante la previsión de que la congestión del tráfico aéreo europeo se mantendrá o, incluso, se incrementará.

Desde CCOO se muestran optimistas en tanto que ya se ha pasado con buena nota un fin de semana clave. "Hemos pasado San Juan y ha salido razonablemente bien", aseguran. "Es verdad que hay que hacer trabajo a todos los niveles, hasta en la configuración de las pistas, pero supondría incordiar a los vecinos de los pueblos aledaños. Barcelona está en una situación en la que no hay más margen de crecimiento en pistas, sobre todo porque el ayuntamiento de El Prat ya ha dicho que no", reconocen.

En ese sentido, la Cámara de Comercio de Barcelona asegura que en 2030 el Aeropuerto de Barcelona podría acoger hasta 90 millones de pasajeros, agotando antes de lo previsto los 70 millones de capacidad que se conseguirán con la creación de la futura terminal satélite. A diferencia de la opinión de los sindicatos, la cámara cree que con una estrategia de crecimiento sostenible y de un enfoque equilibrado, contando con el diálogo de todos los actores del entorno, es decir, de los pueblos cercanos también, se podría aumentar su capacidad hasta los 90 millones de pasajeros.

Colectivos en lucha

Con todo, el verano de 2019 parece que seguirá siendo un período problemático en el Aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona-El Prat. Pese al optimismo tras las primeras fechas complicadas, los vigilantes de seguridad han convocado una huelga a partir del 4 de julio para varias franjas horarias de todos los viernes, domingos y lunes hasta el 1 de agosto, cuando, según el acta de la reunión donde se aprobó, pasará a ser huelga indefinida.

Fuentes de Alternativa Sindical, uno de los grupos que forman el comité de empresa de Trablisa, la empresa adjudicataria del servicio, especifican que la huelga "se convoca porque hay una serie de incumplimientos por parte de la empresa". Dichas fuentes concretan irregularidades normativas, agravios laborales respecto a otros aeropuertos y falta de prevención de riesgos laborales. Los sindicatos aseguran que Aena conoce todos estos problemas y le han pedido reunión, pero que "se han hecho los locos".

Paralelamente, fuentes cercanas a los pilotos de Vueling confirman que a finales de junio se realizó una votación en la que el 88,4% de los trabajadores votaron a favor de llevar a cabo todas las medidas legales posibles para exigir el cumplimiento del convenio en vigor -hay uno nuevo en negociación, pero sin acuerdo por el momento-. Es probable que durante los próximos días haya un comunicado con las medidas que tomarán los pilotos, salvo que Vueling atienda a sus demandas. Según las fuentes consultadas por elEconomista, "hay muchos incumplimientos".