Dimite el vicepresidente de Talgo, José María Oriol, tras la injerencia del Gobierno a favor de Sidenor
- Alega motivos personales para justificar su cese y es ya el cuarto consejero que lo hace esta semana
- Se suma a los dos consejeros de Trilantic y al de Abelló que dejaron el cargo para evitar conflictos de interés
- Sidenor sella un acuerdo con Trilantic para comprar el 29,77% de Talgo
Víctor de Elena
El consejo de administración de Talgo se ha ido vaciando en los últimos días, con hasta cuatro salidas, en el marco de las negociaciones de Trilantic para vender su 29,77% a Sidenor, formalizadas este viernes en un principio de acuerdo por el que la compañía vasca pagará hasta 4,80 euros por acción al fondo de inversión. Se trata de una operación respaldada por los gobiernos de España y el País Vasco. Unas horas antes de que haya hecho oficial la operación, antes del arranque de la sesión bursátil de este viernes, Talgo ha comunicado la dimisión irrevocable de José María Oriol Fabra, vicepresidente no ejecutivo con categoría de externo, como miembro del consejo con efectos inmediatos alegando "motivos personales".
La dimisión del vicepresidente, que también fue consejero delegado de Talgo entre 2015 y 2020, ha llegado justo después de que el fondo polaco PFR renunciase a lanzar una opa por 5 euros tras la intervención del Gobierno de España, proclive a la oferta de Sidenor para garantizar la españolidad de la compañía. También la india Jupiter Wagons anunció su renuncia a adquirir la compañía por las injerencias gubernamentales, hasta el punto de catalogar la operación como "sensible políticamente".
La propuesta polaca fue buscada y negociada por la familia Oriol, más concretamente por el presidente de la compañía Carlos de Palacio y Oriol, quien llegó a firmar un preacuerdo de fabricación conjunta con Pesa, participada por PFR, en septiembre. Desde el entorno de los Oriol, que no se han pronunciado públicamente sobre la oferta y no forman parte de la sociedad vendedora, Pegaso Transportation —salvo el presidente de la compañía—, se ha deslizado su interés por aceptar la puja más alta, frente a las posiciones más laxas de otros actores que no tienen vínculo familiar con el fundador del fabricante de trenes.
Con la salida de Oriol Fabra, son cuatro los consejeros que han cesado en su cargo justo antes de que el consorcio vasco —liderado por Sidenor de la mano de las fundaciones bancarias BBK y Vital, así como el Gobierno Vasco a través de su fondo Finkatuz— comiencen a negociar la toma del 29,77% del capital en manos del todavía máximo accionista, el fondo británico Trilantic.
Este articula su participación a través de una sociedad instrumental, Pegaso Transportation, que posee un 40,2% del capital y en la que también están presentes el fondo familiar Torreal, de la familia Abelló; una parte de los títulos de Carlos de Palacio y Oriol, presidente de Talgo, y otros socios minoritarios.
Para evitar conflictos de interés en la venta de su participación, a principios de esta semana cesaron en sus cargos los tres consejeros nombrados por Pegaso: Javier Bañón y Javier Olascoaga, consejeros dominicales en representación de Trilantic; y Pedro del Corro García-Loma, también dominical por parte de Torreal.
El consejo de Talgo, inicialmente formado por diez miembros, quedaba así reducido a seis: su presidente, Carlos de Palacio y Oriol; su consejero delegado, Gonzalo Urquijo, que fue nombrado por Trilantic; y los cuatro consejeros independientes, John Charles Pope, Emilio Novela Berlín, Marisa Poncela García y Antonio Oporto del Olmo.
El acuerdo de compraventa implica que Trilantic traspasará el 29,77% que ostenta a través de Pegaso a un consorcio vasco liderado por Sidenor y en el que también participan las fundaciones bancarias BBK y Vital, y el fondo público vasco Finkatuz a cambio de 4,80 euros por título, unos 177 millones de euros. Para convencer a los vendedores, Sidenor ha elevado la parte fija de su oferta, tasada inicialmente en 4,15 euros, en otros diez céntimos, hasta los 4,25 euros por título, a lo que se añadirá el abono de una parte variable de 0,55 euros en caso de que el fabricante cumpla ciertos hitos financieros en 2027.