Transportes y Turismo
Iryo perdió 79 millones en su primer año compitiendo contra Renfe y Ouigo
- Los accionistas han ampliado capital para apoyar la situación financiera
- Pierde más de 13 euros por cada asiento vendido con trenes más vacíos que los de sus rivales
- Renfe aumenta sus pérdidas hasta los 65 millones por la presión de Ouigo e Iryo
Víctor de Elena, Europa Press
La operadora italoespañola Iryo registró unas pérdidas de 79,3 millones de euros en 2023, su primer ejercicio completo operando en las vías españolas, y se suma así a los 'números rojos' registrados por sus competidores durante el que ha sido el primer ejercicio de competencia real en la alta velocidad, con tres operadores compitiendo al mismo tiempo en dos de los tres grandes corredores (Madrid-Cataluña y Madrid-Levante), a la espera de que Ouigo empiece sus operaciones en Andalucía.
La compañía participada en un 45% por Trenitalia, 31% por Air Nostrum y 24% por Air Globalvía cerró el año con unos ingresos de 212,4 millones de euros tras superar los 6 millones de viajeros trasladados durante el año, convirtiéndose en el segundo operador por viajeros en España tras Renfe. Esta cifra también implica que vendió sus billetes a precio medio de 35,34 euros y se registró una pérdida media de 13,2 euros por cada asiento vendido.
Las cifras suponen triplicar los 25 millones de pérdidas registradas en 2022, cuando apenas operó durante 37 días, aunque tuvo que hacer frente a los gastos necesarios para su puesta en servicio. La compañía registró una ocupación media del 65,7%, inferior a las de sus competidores. Ofertó un 27% de los trenes que circulan en los mercados donde está presente, pero su cuota de demanda se situó en el 24%.
Más de la mitad (51%) de los costes correspondieron al pago de cánones a Adif por uso de las infraestructuras, y otro 10% adicional al pago de electricidad. Por esta razón, Iryo se asoció con Ouigo para tratar de rebajar estas tasas que ha de abonar al gestor de la red ferroviaria por hacer uso de sus instalaciones. La pelea de ambas logró el apoyo de la CNMC, que reclamó un cambio en la fórmula de cálculo de estos cánones.
Durante el ejercicio, Iryo elevó su plantilla de 169 a 522 empleados, en línea con las necesidades operativas para operar las distintas rutas que abrió durante la primavera para unir Alicante, Málaga y Sevilla con Madrid.
Desde la compañía aseguran que las pérdidas acumuladas están alineadas con su hoja de ruta, al estar al inicio de su plan de operaciones. Para salvar la situación patrimonial, sus accionistas aprobaron en abril una ampliación de 44,7 millones de euros, a la que se añadió una segunda contribución en junio por otros 34,2 millones para compensar pérdidas. Todos ellos han expresado su intención de facilitar el apoyo financiero que sea necesario para asegurar la continuidad del negocio.