El increíble pueblo medieval donde se grabó 'Juego de Tronos': parece Croacia, pero está a menos de dos horas de Valencia

El verano es la época escogida por muchos para descubrir nuevos lugares fuera de España y aprender de otras culturas. En los últimos años, y con la creciente popularidad de la serie Juego de Tronos y La Casa del Dragón, no han sido pocos los fans que se han desplazado a lugares como Croacia, donde se grabaron algunas de las escenas más importantes de esta ficción.

De esta manera, hay quienes ven su meca en Dubrovnik, con el único objetivo de pisar los mismos lugares que los protagonistas de batallas como la de Blackwater. Sin embargo, no hay motivo de cogerse un avión y gastarse una buena suma de dinero para disfrutar de un turismo como este. Y es que España, con sus pintorescos paisajes, también ha sido el telón de algunos momentos estelares de la gran pantalla. En este sentido, y marchando por la misma línea de Juego de Tronos, a menos de dos horas de Valencia se puede disfrutar de otro de los escenarios de esta serie. El pueblo costero de Peñíscola nada tiene que envidiar a Dubrovnik.

¿Qué comparten Dubrovnik y Peñíscola?

Uno de los principales atractivos de Peñíscola es sin lugar a duda el Castillo del Papa Luna, uno de los monumentos más emblemáticos de la localidad. Esta fortaleza medieval se encuentra en la cima de un promontorio rocoso y ofrece vistas panorámicas del mar Mediterráneo y del paisaje circundante. De hecho, su estado de conservación ha hecho que los productores de la serie, al igual que pasó con la ciudad croata, escogieran este lugar para inmortalizarlo en la pequeña pantalla. Este castillo y su ciudad amurallada fueron empleados para representar la ciudad de Meereen, una de las tres ciudades libres en la serie. La escena que se rodó en Peñíscola corresponde a la quinta temporada, específicamente en el episodio 10, titulado La Misericordia de la Madre.

Casco antiguo

Un punto indispensable que ver durante tu visita sumergiéndote en un laberinto de calles estrechas y empedradas que serpentean por la cima del promontorio rocoso sobre el que se asienta la ciudad. Las casas blancas con balcones adornados con flores, las plazas de estilo medieval y los callejones crean una atmósfera pintoresca y encantadora. Se trata del lugar perfecto para tomar un aperitivo con las espectaculares vistas panorámicas.

El Bufador

Se trata de una formación natural ubicada en los acantilados de Peñíscola. Es un fenómeno geológico que consiste en una abertura en la roca por donde el agua del mar es forzada a salir con fuerza, creando un sonido característico que recuerda a un bufido. El Bufador se activa especialmente en días de mar agitado, cuando las olas golpean con fuerza las rocas.

Plaza medieval

La Plaza de Santa María es el corazón del casco antiguo y uno de los espacios más emblemáticos de Peñíscola. Está rodeada de edificios históricos y ofrece un ambiente muy animado para los visitantes.

En la plaza se encuentran la Iglesia de Santa María, un edificio de estilo gótico, y varios restaurantes y cafeterías con terrazas al aire libre. La plaza es un punto de encuentro popular tanto para locales como para turistas.

Otros lugares de interés

El faro de Peñíscola se encuentra en el extremo sur del promontorio rocoso y ofrece vistas panorámicas impresionantes. Fue construido en el siglo XIX y ahora es una parte de la ciudad muy popular para los turistas. Otro de lugar que merece una visita es la Iglesia Barroca de la Virgen de la Ermitaña. El interior de la iglesia presenta una decoración elaborada con detalles barrocos, mientras que el exterior muestra una fachada sobria pero elegante.

¿Cómo llegar a Peñíscola?

Toma la autopista AP-7 en dirección a Barcelona. Después de 120 kilómetros, toma la salida 43 hacia Peñíscola y sigue las indicaciones. El viaje dura alrededor de una hora y media.