Transportes y Turismo

Aena negocia con Colombia gestionar el aeropuerto de Cali hasta 2025

  • El contrato de la compañía finaliza formalmente el próximo mes de octubre
  • La empresa también quiere retener el contrato de su segundo aeropuerto del país, el de Cartagena de Indias
Aeropuerto de Cali, Colombia.

Cristian Reche

Aena quiere retener sus concesiones aeroportuarias en Colombia. Tras lanzar su propuesta para desarrollar el aeropuerto Rafael Núñez, en Cartagena de Indias, la compañía pública ha iniciado la negociación por el otro aeropuerto que tiene en el país, conocido como Alfonso Bonilla Aragón. El objetivo actual es seguir explotando esta infraestructura durante los dos próximos años, concretamente hasta febrero de 2025, lo que significaría ampliar su dominio en una concesión que fue adjudicada en el año 2000 para un periodo de 20 años.

El aeropuerto Alfonso Bonilla, anteriormente llamado Aeropuerto Internacional de Palmaseca, es el primer aeropuerto de Aena por pasajeros en Colombia y su periodo de concesión finaliza formalmente el próximo mes de octubre, después de que la compañía presidida por Maurici Lucena haya conseguido pequeñas prórrogas en los meses previos.

El contrato, que finalizaba en un primer momento en el año 2020, se ha ido extendiendo con la situación generada por la COVID-19, que obligó a renegociar con la Agencia Nacional de Infraestructuras (ANI) de Colombia los mecanismos de compensación, entre los que figuran los plazos máximos de tiempo extra a modo de compensación. Aena no ha querido hacer comentarios tras ser consultada.

Aena mantiene la gestión de este aeropuerto a través de la Sociedad Aerocali S.A, en la que participa al 50% junto a su socio Corficolombiana (Corporación Financiera Colombina), uno de los principales bancos de inversión colombianos que es, entre otros, el brazo de inversiones y asesoría de Grupo Aval, el grupo financiero más importante de Colombia. El equilibrio accionarial se produjo hace casi diez años, cuando la empresa pública llegó a un acuerdo con Abertis, que mantenía aproximadamente un tercio de todos los títulos, para comprar su participación.

Aunque actualmente el tráfico de pasajeros en el aeropuerto Alfonso Bonilla está por encima de las cifras previas al coronavirus, es decir, comparadas con el año 2019 (un 25,8% respecto al primer semestre pre-Covid), el tráfico aéreo nacional e internacional ha disminuido un 8,7% y un 3,0%, respectivamente, frente a 2022.

La razón de este retroceso es el cese de operaciones de las compañías de bajo coste Viva Air, que buscó una integración con Avianca, y Ultra Air, que negoció su venta a la chilena Jet Smart, durante el primer trimestre del año. Ambas compañías entraron en proceso de reestructuración y finalmente no han superado las dificultades.

Los planes de crecimiento del aeropuerto se enmarcan en los objetivos de la ANI de poner en marcha iniciativas privadas sin recursos públicos, una iniciativa que se extiende a otros aeropuertos del país como Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés, IP Campo de Vuelo en Bogotá o la Ampliación del aeropuerto El Dorado, entre otros. El organismo quiere movilizar estos proyectos para mejorar la competitividad y atraer nuevas inversiones al país, ampliando la capacidad para atender a 90 millones de pasajeros al año.

Presencia en Colombia

La concesión de este aeropuerto colombiano se une a la que mantiene en el aeropuerto de Cartagena de Indias a través de Sociedad Aeroportuaria de la Costa (Sacsa), donde es accionista mayoritario y tiene como socios a Concecol, Terpel, así como otros minoritarios. La concesión de este aeropuerto finaliza antes, el próximo 31 de agosto, si bien otra posible prórroga también se encuentra en negociación hasta 2024.

En paralelo, otros dos interesados, Andino Inversiones y Termotécnica, han irrumpido en los últimos meses como potenciales gestores alternativos de este aeropuertos para hacerse con la concesión durante los próximos ocho años. La primera de las candidatas opera desde principios de los años 70 en el mercado peruano y la segunda es una de las principales empresas de la infraestructura en Colombia, según medios del país.

El ganador de esta puja, que se conocerá antes de noviembre, afrontará la ampliación de la infraestructura, con la construcción de un nuevo edificio terminal y la remodelación de la terminal existente. La obra contemplará la ampliación de la plataforma comercial, el desarrollo de un parqueadero y la construcción de vías paralelas a la pista, con el objetivo de optimizar la operación. "De la mano del sector privado, apostamos a mejorar las condiciones de servicio para dar respuesta al constante crecimiento del tráfico de pasajeros manteniendo el nivel de servicio y los más altos estándares de calidad", destacó Jonathan Bernal González, presidente de la ANI.